El Madrid engrasa su ambición
Los de Laso resuelven con facilidad el duelo ante el Estrella Roja (85-61) tras superar al gigante Marjanovic con la gracilidad de Carroll, Rudy y El Chacho
Faltan 77 días para el comienzo de la final four y el Madrid marcha a velocidad de crucero. El conjunto de Laso suma 16 victorias en los 17 partidos que ha disputado en lo que va de 2015 y resuelve visitas como la del Estrella Roja con la naturalidad del que conoce el camino y asume el reto de recorrerlo, de nuevo, hasta el final. Rudy Fernández, Jaycee Carroll y Sergio Rodríguez (45 puntos entre los tres) gestionaron un medido ejercicio de superioridad para derrotar al campeón serbio y consolidar el liderato de su grupo del top-16 con siete triunfos y una sola derrota.
REAL MADRID, 85 - ESTRELLA ROJA, 61
Real Madrid: Llull (9), Rivers (4), Rudy Fernández (15), Ayón (6) y Reyes (6) --cinco inicial--; Maciulis (4), Bourousis (2), Campazzo (2), Sergio Rodríguez (13), Carroll (17), Slaughter (5) y Mejri (2).
Estrella Roja: Williams (8), Blazic (4), Dangubic (5), Tejic (-) y Marjanovic (21) --cinco inicial--; Rebic (-), Kalinic (8), Mitrovic (-), Jenkins (2), Jovic (-) y Zirbes (13).
Parciales: 16-18, 24-11, 20-17 y 25-15.
Árbitros: Lottermoser (ALE), Chiari (ITA) y Piloidis (GRE). Sin
eliminados.
--PABELLON: Barclaycard Center, 9.123 espectadores.
El Estrella Roja llegaba al Palacio con un gigante como bandera y amenaza pero, perdido el efecto sorpresa, quedó empequeñecido por el rodillo madridista. El pívot serbio Boban Marjanovic, de 2,21 metros y 26 años, es un fenómeno de la naturaleza que relativiza las dimensiones de todos los elementos del juego, amedrenta por inabordable y saca lustre cada jornada a su condición de pieza codiciada en el escaparate europeo con la mejor hoja de servicios del torneo. Su sola presencia sacudió el parquet, impulsó la puesta en escena del Estrella Roja y achicó de inicio al campeón de Copa. Sin embargo, su sobresaliente actuación (21 puntos y 13 rebotes) no bastó para imponerse a la inspiración del perímetro madridista.
Los de Laso chocaron de inicio con la mole enemiga y tardaron en entrar en juego más de lo que aconseja el protocolo. En los primeros cinco minutos, el expediente madridista reflejaba un 2 de 11 en tiros de campo y un 2-7 en la pelea por el rebote fruto de la suficiencia de Marjanovic y los blancos se vieron obligados a repasar el libro de instrucciones (4-10, m.5). Pero aprovechando el viaje al banquillo de Marjanovic, el Madrid rompió a sudar y empezó a correr. Con Rudy y Llull como arietes, los blancos voltearon el marcador en un santiamén buscando la velocidad y esquivando el choque. Con su torre fuera de la pista, el Estrella Roja perdió la referencia, los tiempos y el estatus en la pintura. Zirbes no estuvo a la altura como relevo, el conjunto de Laso atajó la efervescencia del rival y se hizo con los mandos definitivamente. En un elogio de la gracilidad, Sergio Rodríguez y Jaycee Carroll se hicieron cargo del segundo cuarto y descosieron al campeón serbio a golpe de inventiva y puntería. La pareja se apuntó 16 de los 24 puntos de su equipo en ese parcial y estiraron la renta por encima de la barrera de los 10 puntos antes del descanso (40-29, m. 20).
Marjanovic mantuvo su metódica productividad hasta que su entrenador decidió reservarlo para mejor ocasión, pero mucho antes Slaughter y Bourousis ya habían amortiguado su repercusión en la contienda. Sin plan b, la pizarra de Radonjic solo dibujaba un embudo en torno a su torre mientras que el Madrid -sin Nocioni en la rotación tras su esguince en la Copa- diversificaba con criterio su mayor repertorio. Siguió produciendo Rudy, continuó anotando Carroll, no dejó de deslumbrar El Chacho y, entre los tres, pasaportaron al Estrella Roja. El partido tuvo una banda sonora capicúa: el “¡campeones, campeones!” coreado por la hinchada madridista para celebrar la Copa y engrasar ambiciones futuras.
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