Morata enamora a la Juve
El canterano, al que Allegri pide más colmillo en el campo, lidera la victoria de su equipo ante el Borussia con un gol y una asistencia
La camiseta con la que anoche marcó su primer gol europeo con la Juve no se la llevó a casa. Se la intercambió con Nuri Sahin, su excompañero en el Real Madrid. Álvaro Morata salió del Juventus Stadium ovacionado. Había marcado el tanto del 2-1 antes del descanso (momento en el que el equipo de Allegri más estaba sufriendo y con el técnico que no paraba de mirar el reloj y resoplar). Había dado también un pase de gol. Jugó 47 balones y fue el futbolista que más jugadas finalizó (20). La Gazzetta le ha dedicado hoy la foto de portada.
Fue su noche. Cuando todos esperaban a Paul Pogba, apareció Morata. A sus 22 años, el excanterano del Madrid llevó de la mano a la Juve en la ida de los octavos de Champions. Jugó con una personalidad que no se le conocía, al menos en el Madrid, sin arrugarse, asistiendo, recuperando balones, dejándose caer a banda, centrando. Fue un dolor de cabeza para los defensas del Borussia Dortmund.
“A partir de ahora veréis al verdadero Morata. Siempre he sido un diésel, en mis primeros años de profesional siempre he empezado a despuntar en las segundas partes de las temporadas”, advertía el delantero español a principios de febrero. En un mes ha conseguido sentar a Fernando Llorente y convertirse en la pareja de Carlos Tévez. Cada vez se entienden mejor.
"¿Se te ha pasado la nostalgia de tantos partidos en el banquillo que te hicieron pensar a qué habías venido a Turín?", le preguntaron anoche al delantero criado en La Fábrica después de su paso por las categorías inferiores del Atlético de Madrid, como su ídolo Raúl. “Los partidos en el Calcio me han ayudado mucho, me han hecho aprender, he crecido”, contestó.
El proceso de aprendizaje de Morata ha durado meses. Massimiliano Allegri, que siempre le ha reclamado más mala leche en el campo, le ha obligado a largas sesiones individuales y personalizadas con sus ayudantes. Quería que hiciera suyos los conceptos tácticos del equipo y cómo moverse en un campeonato tan táctico como el italiano. Morata absorbió todo como una esponja. Le ayudaron mucho Chiellini, Pirlo y Tévez.
Allegri le ha obligado a largas sesiones individuales y personalizadas para que absorbiera los conceptos tácticos
“Tévez siempre me dice que el calcio es la universidad de los delanteros, tiene razón, aquí te conviertes en un jugador de verdad”, confesó en una entrevista. Él, por lo pronto, se ha hecho un hombre ya. Luce barba, ha ensanchado y ganado velocidad. Siempre dice que le costó adaptarse a las sesiones de entrenamiento, más duras que las españolas.
Siete meses después de su llegada a Turín (la Juve pagó por él 20 millones) Morata ya no sólo es uno más, sino que tira del grupo. Atrás queda la lesión en el ligamento de la rodilla que le dejó KO (durante 50 días) al poco de llegar a Italia.
Los partidos en el calcio me han ayudado mucho, me han hecho aprender, he crecido”, dice Morata
En los primeros cuatro meses de Liga apenas sumaba 269 minutos, en Champions sólo había sido titular contra el Olympiacos y cerró la fase de grupos con 177 minutos. Nueve goles es su botín en lo que va de temporada. Con el nuevo año Morata empezó a tener más presencia en el equipo: ha sido titular sólo en seis de los 22 partidos de Liga que ha disputado, todos han sido a partir de enero. En los últimos dos meses lleva más del doble de minutos que en los primeros cuatro.
En Turín no se le ve demasiado, vive en el centro, al lado de la Piazza San Carlo y aseguran en la Juve que es muy de estar en casa. Cuando sale, suele cenar en un restaurante llamado La Lampara. En el vestuario ha hecho piña con Pereyra y Llorente, al que también le costó adaptarse al fútbol italiano y asimilar los conceptos tácticos de Antonio Conte cuando llegó.
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