Henry y Wenger, de nuevo juntos frente a su pasado

El doble enfrentamiento entre el Arsenal y el Mónaco, dos equipos a los que nadie sitúa entre los favoritos para conquistar la Liga de Campeones, desacreditados en sus respectivos campeonatos domésticos desde hace años, va a estar sometido esta noche en su primer asalto (20.45, Canal+ Liga de Campeones 2) a una carga emocional inédita. El motivo, la presencia en el banquillo y en las gradas de Arsène Wenger y Thierry Henry, dos emblemas que desfilaron por ambas entidades.

El primero se formó en los años noventa (1987-1995) como mánager en el equipo del Principado, estrenando su palmarés con una Liga y una Copa de Francia, antes de convertirse años después en el técnico en activo más longevo y más respetado (salvo por Mourinho, quien le tachó de “especialista del fracaso” en 2013) de todo el Reino Unido; el segundo armó su trayectoria estelar en el Peñón en 1994, metiendo goles como perlas a los 17 años, hasta convertirse en la década siguiente en el héroe absoluto de los gunners con 226 goles en 368 partidos entre 1999 y 2007.

Wenger celebró el pasado viernes que ambos volvían a unir sus trayectorias al anunciar que Henry se ha hecho cargo de la cantera londinense tras retirarse de los campos de fútbol el pasado diciembre, perfilando así las apuestas de los bookmakers británicos, que ven al ariete como el futuro sustituto del alsaciano cuando éste acabe contrato en 2017. “Tengo mucho que aprender. Pero, por vocación, sería interesante”, dijo el artillero francés en una entrevista a la FIFA este lunes, en alusión a la posibilidad de hacerse entrenador. “Vamos paso a paso. Primero, obtener la licencia”, añadió el que se reconvirtió nada más colgar las botas en comentarista estrella para la cadena británica Sky mediante un contrato de cinco millones de euros al año, firmado para las próximas seis temporadas.

Pero ante el equipo en el que se gestaron sus respectivas carreras deportivas, el agradecimiento natural dejará lugar a la voracidad competitiva por conquistar el único trofeo que falta al conjunto de Wenger desde que este tomase las riendas del cuadro londinense en octubre de 1996. "Es un partido interesante y estoy contento de que el Mónaco haya vuelto al máximo nivel, pero ahora llevo 18 años al cargo del Arsenal y estoy concentrado en el partido y en clasificarnos para los cuartos de final contra un buen equipo", señaló este martes Wenger, quien disputará por duodécima ocasión consecutiva los octavos de final de la Champions.

“Fue él quien hizo crecer al Mónaco hacia el profesionalismo, basando su proyecto en la formación”, recordó recientemente su exmano derecha Jean Petit en Le Monde. “Será una vuelta a casa para él. Fue en el estadio Louis-II donde aprendió todas las facetas del oficio, donde se hizo poliglota [habla seis idiomas]. Allí, Wenger no tenía ninguna presión mediática ni popular. Cuando llegó al Mónaco, era totalmente desconocido del público”, aseguró otro Petit, Emmanuel el centrocampista, al mismo rotativo. Este último coincidió con el preparador en dos ocasiones, cuando debutó en el Mónaco, en 1989, y en el Arsenal, entre 1997 y 2000.

Wenger podrá contar con dos de sus tres españoles en sus filas para derrotar al cuadro del portugués Leonardo Jardim. Nacho Monreal aspira a ocupar el lateral izquierdo y Santi Cazorla liderará las maniobras ofensivas; el medio Arteta, sin embargo, no se ha recuperado de una lesión en el tobillo izquierdo. El exazulgrana Alexis Sánchez también figura como uno de sus mejores argumentos para encarrilar la eliminatoria, con sus 18 goles en los 35 partidos que ha disputado como gunner hasta ahora.