Courtois se alza ante el PSG
Las paradas del portero del Chelsea neutralizan la superioridad del conjunto de Blanc
El PSG, tan poderoso en el juego aéreo, expuso todo su repertorio anoche en el Parque de los Príncipes, aunque solo dio una vez en la diana. En las otras cuatro se topó con Courtois. Los remates buscaron las escuadras y también el bote en el suelo para sorprender al portero belga, crecido en la competición de la que es subcampeón (con el Atlético en la pasada edición). Discutido por algunos sectores del Chelsea, nostálgicos de un Cech que ha recuperado en ocasiones la titularidad, Courtois repelió el bombardeo de Cavani y de Ibrahimovic por tierra, mar y aire. El PSG fue mejor en la medular y también en las áreas, pero hubo de remontar el sorprendente gol de Ivanovic y la muralla de Mourinho en el segundo periodo.
PSG, 1-Chelsea, 1
París Saint Germain: Sirigu; Van der Wiel, Thiago Silva, Marquinhos, Maxwell; David Luiz Verratti, Matuidi; Lavezzi (Pastore, m. 80), Ibrahimovic y Cavani. No utilizados: Douchez, Digne, Camara, Motta y Babebeck.
Chelsea: Courtois; Ivanovic, Cahill, Terry, Azpilicueta; Matic, Ramires, Cesc Fàbregas (Oscar, m. 83); Willian (Cuadrado, m. 82), Hazard; y Diego Costa (Rémy, m. 83). No utilizados: Peter Cech, Filipe Luiz, Didier Drogba.
Goles: 0-1. M. 36. Ivanovic, de cabeza. 1-1. M. 54. Cavani.
Árbitro: Cuneyt Cakir. Amonestó a Van der Wiel, Ivanovic, Cesc y Verratti.
Unos 48.000 espectadores en el estadio del Parque de los Príncipes de París.
Tres de los cuatro defensas del Chelsea fabricaron el primer gol, en una declaración de intenciones de que el cuadro de Mourinho, llegado el caso, iba a atacar con todo. Terry centró desde una posición anómala para él, de extremo izquierdo, el balón botó en el área antes de que Cahill probara una filigrana al prolongar la pelota con un suave toque de espuela. El esférico le cayó a la frente del lateral Ivanovic, que lo impulsó a la escuadra izquierda con una simple contorsión del cuello. La acción fue meteórica y el meta Sirigu no pudo ni pestañear.
El PSG había planteado un partido bravo, de poder a poder, con David Luiz en el centro del campo para tratar de imponer su físico de central. Pero la propuesta no intimidó al Chelsea, acostumbrado a este tipo de duelos tan feroces, avalado por su portero Courtois, que rechazó con los puños hasta tres cabezazos de los delanteros parisinos. El primero de Matuidi, el segundo de Ibrahimovic y el tercero, magistral al anticiparse a los defensas en el primer palo, de Cavani.
De su condición de excelso cabeceador dejó constancia el delantero uruguayo en el arranque del segundo tiempo, al picar a gol un centro enroscado desde la izquierda de Matuidi. La habilidad de Maxwell por el carril izquierdo, acompañado bien por Verratti o por Matuidi, encontró una vía de agua en el lateral derecho de los blues. Vibró el Parque de los Príncipes poco después cuando el mago Ibrahimovic contradijo su enorme carrocería, se infiltró en la defensa inglesa y disparó cruzado con la zurda. El rechace con la pierna izquierda de Courtois llegó a los pies de Lavezzi, cuyo remate golpeó en las piernas abiertas de Azpilicueta.
La movilidad y agilidad de Verratti para escabullirse de la presión rival marcó la superioridad del PSG. También Matuidi se enseñoreó de la zona de tres cuartos. Como en esa pared con Cavani que el atacante uruguayo, tras un majestuoso regate a Matic, ensució con un punterazo demasiado cruzado. Quedaba otro testarazo picado de Ibrahimovic y otra respuesta llena de reflejos de Courtois. La vuelta, en Stamford Bridge, está abierta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.