Maratón por el top-10

“¿Cree que Garbiñe Muguruza será la próxima número uno mundial?” La pregunta, lanzada en forma de encuesta por un periódico dubaití, fotografía que no hay otra promesa del circuito femenino que atraiga ahora mismo más miradas inquisitivas, entre esperanzadas por lo que puede ser y dubitativas por lo que todavía no es, que la española. Así, la número 24 mundial ha ganado 6-3 y 6-1 a la exnúmero uno Jelena Jankovic (hoy número 21) en su segundo encuentro en Dubái y vivirá este miércoles un verdadero examen contra Radwanska, la número ocho, entrenada por la mítica Martina Navratilova. Muguruza tiene como meta el top-10. No es la única española: Carla Suárez, desde este lunes la tenista de La Armada con mejor ránking desde los tiempos de Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez (número 13), debutó en el torneo eliminando 6-3 y 6-4 a Giorgi.

Especialmente significativo fue el triunfo de la canaria. El domingo, víctima de una tortícolis, Suárez no se presentó a disputar la final de Amberes, que era la primera de su carrera sobre cemento, bajo techo y en una cita de la categoría Premier, prácticamente equiparable a los Masters 1.000 masculinos. El dolor muscular, probablemente menos agudo que el emocional, tan grande fue la ocasión perdida, no impidió que la pupila de Xavi Budò se embarcara inmediatamente en un avión con el que abandonar Europa, dirigirse a Dubái y enfrentarse a un maratón que tiene como final intentar entrar en la elite de las diez mejores ("Lección de madurez y relativización. Bravo Carla. [El] Tenis exige esto", tuiteó su técnico tras la victoria). Por no importarle, no le importó ni el cambio de las circunstancias de juego, porque la pista del importante torneo oriental es de vértigo.

“La pista está muy, muy rápida y la pelota vuela, y eso hace que no tengas mucho tiempo para construir puntos. Así que hay que ir a por todo desde el principio”, comentó Muguruza tras llegar a los octavos. Allí, Suárez aguarda a una rival que le pondrá en su sitio y le dirá cuál es la verdad de su tenis, mediatizado por los dolores de cuello y codo: se medirá a la ganadora del Elina Svitolina-Petra Kvitova. Una cosa es segura: algo ha cambiado en el interior de esa tenista introvertida que es la canaria cuando está dispuesta a jugarse el cuello para cumplir con sus sueños.