El Madrid afianza el paso
Felipe y Rudy lideran la contundente victoria del conjunto de Laso ante el Zalgiris en Kaunas (71-88)
Avanza la temporada y el Madrid afianza el paso. Tras el golpe de autoridad ante el Barça hace una semana, el conjunto de Laso se merendó con solvencia al Zalgiris y camina cada vez más lustroso por el top-16. A una semana de la Copa; a dos meses del cruce de cuartos de la Euroliga; y a tres de la Final Four, el subcampeón de Europa luce robusto y firmó en Kaunas su 12ª victoria en los 13 partidos que ha jugado en 2015.
Zalgiris, 71-Real Madrid, 88
Zalgiris Kaunas: Lekavicius (5), Milaknis (11), Gudaitis (5), Jankunas (9) y Anderson (5) —equipo inicial—; Cherry (9), Vene (3), Songaila (9), Javtokas (12), Dimsa (-) y Ulanovas (3).
Real Madrid: Llull (3), Rudy Fernández (17), Rivers (5), Felipe Reyes (16), Ayón (6) —equipo inicial—; Sergio Rodríguez (4), Maciulis (5), Bourousis (6), Nocioni (15), Carroll (4) y Slaughter (7).
Parciales: 23-24, 24-23, 13-25, 11-16
Árbitros: Lamonica (ITA), Nuran (TUR) y Pastusiak (POL). Sin eliminados.
Zalgirio Arena: 11.111 espectadores. Jasikevicius fue homenajeado antes del partido.
Primero Felipe Reyes (16 puntos), después Rudy Fernández (17) y, por último, Nocioni (15), retrataron la superioridad de los blancos ante un enemigo sin colmillo, con su mejor anotador, James Anderson, maniatado por la defensa blanca. Los guionistas, crueles con el Madrid en las dos últimas ediciones, parecen estar configurando el relato perfecto para los blancos. La hoja de ruta es casi impecable rumbo al tramo decisivo de la temporada.
La contienda en Kaunas duró poco más de 20 minutos. Mientras se ajustaban las defensas, presumieron los ataques. En un comienzo intrépido y febril, descartando el tanteo como opción, ambos equipos se lanzaron a un impetuoso correcalles de transiciones fugaces y lanzamientos certeros. Las dos caballerías se conocieron al galope. Milaknis y Jankunas rivalizaron en excelencia con Felipe y Rudy y el primer cuarto se convirtió en una lección de puntería. Sacó matricula de honor el capitán madridista, de nuevo el mejor de los suyos con el pulso en pleno apogeo, en una temporada en la que está redoblando su infatigable productividad. Su carta de presentación en Kaunas fueron nada menos que 13 puntos en los primeros ocho minutos. El impulso de Felipe lanzó al Madrid, pero el dominio en el rebote permitió al Zalgiris agarrarse al partido (23-24, m. 10).
Empezó el baile de rotaciones y las segundas unidades no desmerecieron el trabajo previo. Songaila y Jankunas comenzaron a colonizar la pintura mientras Carroll y Maciulis diversificaron la productividad blanca desde el perímetro. Sin embargo, conforme avanzaba el intercambio de golpes, el Madrid perdió prestancia bajo los aros y dinamismo sobre el parquet (46-40, m. 18). Los blancos sujetaban con solvencia a Anderson (sólo 5 puntos y 0 de 6 en triples), pero confundían por momentos la velocidad con la prisa. Para compensar la diferencia en el rebote que descosía el juego del subcampeón de Europa, Laso recurrió al factor Slaughter. Una mezcla de intensidad y agitación que asegura el cambio de inercias y biorritmos. Con Mejri al fondo del banquillo, el pívot estadounidense, que ha logrado un pasaporte Cotonou y en breve jugará como comunitario en la Liga y la Copa, lideró la vuelta de tuerca en defensa con la que el Madrid atajó la escapada de los verdes y enderezó el rumbo antes del bocinazo del descanso (47-47, m. 20).
A la vuelta de la caseta los de Laso se lanzaron sin remilgos al mentón del Zalgiris. El equipo de Krapikas perdió fuelle al tiempo que el Madrid esprintaba. En el cruce de caminos se acabó la contienda. Mediado el tercer cuarto, Rudy Fernández se puso el esmoquin y en seis minutos primorosos dejó grogui a su rival, que sólo fue capaz de anotar 24 puntos en la segunda mitad ante la voraz defensa madridista. En un santiamén el choque pasó del 52-54 del minuto 23 se pasó al 57-69 del 29. Con 11 puntos en ese tramo el alero mallorquín acreditó su estado de gracia y hundió al Zalgiris. Un triple de Nocioni certificó el triunfo (60-72, m. 30), y convirtió el último cuarto en un trámite burocrático. Hasta siete jugadores madridistas cantaron bingo desde el 6,75 y, de tres en tres, los verdes firmaron la rendición. Incluso el homenajeado Jasikevicius bajó los brazos en el banquillo. Los Sergios, Llull y Rodríguez (nueve y seis asistencias, respectivamente), gestionaron con fluidez y generosidad la renta para ejecutar una impecable maniobra de aterrizaje. El Madrid coge vuelo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.