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La peor versión de Cristiano

El jugador del Madrid, desquiciado y expulsado por agredir a un rival, remató una sola vez a puerta; solo Casillas participó menos que él en las jugadas del equipo

Eleonora Giovio
Cristiano Ronaldo, ayer en el campo del Córdoba
Cristiano Ronaldo, ayer en el campo del CórdobaCRISTINA QUICLER (AFP)

La única compañía que encontró Cristiano Ronaldo ayer en el campo del Córdoba fue la del escudo del campeón del mundo que acarició con gesto desafiante cuando se marchó, expulsado, del campo; y el gesto cariñoso con el que le saludó Carlo Ancelotti. Lejos de la pelota, del juego del equipo, del partido en si, el portugués remató entre los tres palos una sola vez. Participó en apenas 29 jugadas del Madrid; solo Iker Casillas, el portero, intervino menos (26).

Desquiciado, nervioso, incluso aislado, Cristiano se la tomó con los rivales. Primero le propinó un puñetazo a Crespo en un córner y poco después pateó a Edimar y le dio un bofetón. Roja y a vestuarios. Mientras se marchaba, ante los cánticos del público –que repitió su grito de guerra en el palco de la Gala del Balón de Oro, ese “siuuuuuuuuuuuuuuu”- se señaló el escudo de la FIFA con aires de superioridad. Más tarde, se disculpó en las redes sociales.

Está muy bien. Su condición física y mental siempre está a tope", decía Ancelotti el viernes

El Madrid ganó en el último suspiro (1-2) con un penalti de Gareth Bale. Cristiano, que tantas veces había acudido al rescate, ya estaba debajo de la ducha. Nula fue su aportación al partido. Tres remates (uno de ellos a puerta), incluida una falta que se fue al anfiteatro más alto, apenas once jugadas finalizadas y 25 pases buenos. En Liga, promedia 5,8 remates (3,3 a puerta), suele participar en una media de 41 jugadas, suele finalizar 17 y dar 32 pases buenos. Todos estos registros bajaron considerablemente ayer.

En el último mes y medio ha perdido una punta de velocidad. Él mismo lo reconocía después del partido contra el Espanyol. “No soy de otro planeta”, dijo. Ya no llega tanto a las posiciones de remate y en el último mes solo ha marcado un gol en jugada: contra el Getafe a pase de Benzema. Para encontrar otro gol con el pie y en jugada colectiva hay que remontarse al 12 de diciembre: anotó el 1-3 a pase de Benzema. En cambio, sí se ha convertido en un generoso repartidor de pases: lleva 9 asistencias, más del doble de las que consiguió el año pasado a estas alturas de temporada.

Ha perdido punta de velocidad. En el último mes solo ha marcado un gol en jugada

Ancelotti asegura que Cristiano no ha sufrido ningún bajón, que su rendimiento siempre es el mismo. “Yo no veo ninguna bajada de rendimiento aunque se quedara dos partidos sin marcar. Está muy bien, siempre está a tope. Su condición física y mental está a tope porque a nivel mental compite contra sí mismo para mejorar cada día”, dijo el viernes antes de viajar a Córdoba.

La condición mental de ayer, sin embargo, hizo recordar al Cristiano del primer año. Aquel que le soltó un codazo a Mtiliga del Málaga y se quejó de que había una conjura contra él, que cada vez que tocaba a un rival le expulsaban. Era el Cristiano de los aspavientos y de los gestos de reproche a sus compañeros cada vez que fallaban un pase.

Cuatro son las rojas que ha recibido por agresión desde que está en el Real Madrid. Esta puede hacerle perder el derbi.

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Sobre la firma

Eleonora Giovio
Es redactora de deportes, especializada en polideportivo, temas sociales y de abusos. Ha cubierto, entre otras cosas, dos Juegos Olímpicos. Ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS; ha sido colaboradora de Onda Cero y TVE. Es licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Bolonia y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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