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Biorritmos a punto

Agresiva en defensa y certera al contragolpe, España avasalla a Noruega (38-20)

Alejandro Ciriza
Entrerríos lanza ante Bjornsen.
Entrerríos lanza ante Bjornsen.Alberto Morante (EFE)

Como ese gigante durmiente que se despereza y comienza a recuperar las sensaciones en los dedillos de los pies, España desentumeció los músculos frente a una Noruega que fue un mero sparring en el segundo partido del Torneo Internacional-Memorial Domingo Bárcenas. Más que el marcador, abultadísimo (38-20), la probatina sirvió para atestiguar que los biorritmos y los mecanismos de la selección van estando a punto a falta de cinco días para al arranque del Mundial.

 Si en el primer duelo del cuadrangular, ante Hungría (27-25), los hombres de Cadenas salieron a la pista con el freno de mano puesto, esta vez no tuvieron ningún miramiento. A diferencia del primer ensayo, España fue incisiva desde el principio. Firmeza defensiva, ese poderoso 6-0 que le llevó a la gloria en 2013 y le dio el bronce europeo un año más tarde, y piernas rápidas al contragolpe para abrir brecha. Una pequeña muestra de sus señas de identidad para ir despejando el camino hacia Qatar. Más afinada la puesta a punto, los jugadores reclaman ya un punto más de adrenalina, ávidos de competición.

ESPAÑA, 38 - NORUEGA, 20

España: Pérez de Vargas, Rocas (6), Maqueda, Entrerríos (3), Aginagalde (1), Ugalde (5) y Chema Rodríguez -equipo inicial-, Víctor Tomás (2), Cañellas (4), Guardiola (5), Dujshebaev (), Morros (2), Mindegia (2), Valero Rivela (6), Andreu (2) y Corrales.

Noruega: Crhistensen, Overby, Jindal (3), O'Sullivan, Bjornsen (4), Gullerud (2), Reinkind (4) y Hansen -equipo inicial-, Bjornsen (4), Brevik (2), Stromberg (1), Jakibsen, Kristensen y Rismark.

Arbitros: Luque Cabrejas y Pascual Sánchez. Excluyeron a Dujshebaev,  Kristensen, Brevik, Overby, Gullerud y O'Sullivan, en dos ocasiones.

Marcador cada cinco minutos: 4-1, 8-3, 11-6, 15-9, 18-9, 22-9 -descanso-, 24-10, 27-12, 30-13, 35-15, 35-17 y 37-20.

Unos 2.100 espectadores presenciaron el encuentro en el Palacio de los Deportes de Oviedo.

Cadenas dio esta vez carrete a los hombres que dispusieron de menos minutos en el estreno. Pérez de Vargas defendió el marco de inicio y, de nuevo, estuvo inmenso; entró en escena Viran Morros, ausente el primer día por un motivo familiar, y puso el cemento defensivo que echó en falta España ante el combinado magiar; Rocas se inventó un par de virguerías, una de ellas soberbia al dibujar un tiro con rosca que sorteó a Christensen por debajo de sus piernas; y rindieron a un magnífico nivel tanto Guardiola como Andreu en el pivote, toda vez que Aginagalde aún busca el punto tras superar sus problemas físicos. Con los tres, la selección dispone de una buena coraza para chocar.

Frente a este abanico, Noruega, descabalgada del Mundial contra pronóstico por Austria, apenas pudo guerrear. Intentó buscar las cosquillas a través de los extremos, pero ni por esas. Muy imprecisa y destemplada, contagiada por la neblina que envolvía el pabellón en la zona exterior, tuvo que tirar de Espen Lie Hansen. El lateral evitó un sonrojo aún mayor, pero no tapó las carencias de su equipo. 22-9 al descanso, muy enchufada España, con 18 de 25 en el tiro.

El segundo acto siguió los mismos parámetros. Un vuelo bien definido por Rocas y un lanzamiento a la remanguillé de Hansen arrancaron los aplausos de la grada, que también dio la bienvenida a Raúl Entrerríos, ovacionado por su dirección y un par de trucos de mérito, y a las punzadas de Ugalde y Valero Rivera (máximo goleador con seis tantos, junto a Rocas), milimétricos desde los extremos. E igualmente muy bien acogidas fueron las intervenciones de Corrales; esta vez fue Sierra quien se quedó sin minutos en la portería.

La renta de los Hispanos se disparó hasta los 18 goles, sin noticias de Noruega, a la espera del bocinazo final para que terminase el escarnio. Y, por fin, debieron pensar los nórdicos, así llegó.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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