El Madrid se queda sin pegada

¿Le da miedo que el Madrid esté tan bien?, le preguntaban a menudo a Carlo Ancelotti allá por el mes de noviembre. “No. Esto era lo que necesitábamos, el ambiente se ha limpiado un poco. Tengo miedo de que no vayamos a seguir. No hemos hecho una pretemporada para estar mejor ahora, la hemos hecho como siempre. Vamos a tener más problemas en abril porque la temporada es larga y tú llegas al final con más problemas que al principio. Sin embargo, estaremos bien, no pienso que por estar bien ahora no lo estemos en abril”, explicaba el técnico en una entrevista en Al Primer Toque a principios de noviembre.

El bache –los problemas, como él los llama- ha llegado antes de lo que el técnico italiano esperaba. Ha llegado en el mes de enero (dos derrotas seguidas, un gol marcado y de penalti, cuatro encajados); el mes en el que el año pasado empezó la remontada del Madrid, la que llevó al equipo de Carlo Ancelotti a gozar de imbatibilidad durante 32 partidos, a meterse en la final de Copa, expugnar tierras alemanas en Champions y recortar puntos a Barcelona y Atlético en Liga. Las derrotas han llegado ahora. Dos seguidas. La primera, contra el Valencia, no supuso prácticamente nada (aparte de ver frenado el récord de 22 victorias seguidas) ya que el conjunto blanco se mantiene líder en Liga y con un partido menos.

Arbeloa deja claro que no tiene recorrido ni centros para ser el relevo de Carvajal

La segunda, la de anoche en el Calderón, en cambio, compromete el camino del Madrid en Copa (necesitará de una gran remontada el jueves en el Bernabéu si quiere clasificarse para cuartos) y deja dudas en el equipo. No encuentra la receta Carlo Ancelotti para superar la organización del Atlético que le ha ganado tres veces en los cuatro partidos disputados esta temporada. El equipo de Simeone, con siete suplentes y un Fernando Torres presente en la alineación pero ausente en el campo, desarmó al Madrid. La maquinaria perfecta de Ancelotti empieza a mostrar grietas. Solo Isco y Marcelo siguen jugando como siempre.

Arbeloa deja claro que no tiene recorrido ni centros para ser el relevo de Carvajal, Kroos pierde balones como un centrocampista normal, James se desvive en las tareas defensivas, pero pierde brillo en el campo contrario, Bale se recluye en su planeta y no conecta con sus compañeros, Benzema pierde capacidad para asociarse y crear juego, la defensa vuelve a distraerse en los saques de esquina y Cristiano ha perdido su punta de velocidad. Incluso ayer, cuando entró pasada la hora de partido. El Madrid acusa así falta de pegada.

No encuentra la receta Ancelotti para superar la organización del Atlético que le ha ganado tres veces en  cuatro partidos

Nunca en lo que va de temporada se había quedado sin marcar. Siempre había anotado uno o más tantos. En los dos primeros partidos de enero ha marcado un gol (el penalti de Cristiano en Mestalla) en dos partidos. Hasta diciembre promediaba 4,24 tantos por encuentro (106 goles en 25 partidos de Liga, Copa, Champions y Mundial de Clubes). Anoche remató diez veces pero no consiguió superar al portero rojiblanco. “Nos faltó profundidad. Necesitábamos más eficacia, más juego vertical y más profundidad y hemos jugado con pases más horizontales”, fue el resumen de Ancelotti. Advirtió que solo se ha disputado la primera parte de la eliminatoria. El jueves, en el Bernabéu, el Madrid necesitará también de su pegada para remontar al Atlético.