El Sevilla, abroncado en el triunfo
Pobre partido del conjunto andaluz, que se impone a un rival que acumula ya 665 minutos sin anotar y lamenta su incapacidad para marcar
La bronca con la que la afición despidió al Sevilla reconoció el pésimo juego de su equipo. Al mismo tiempo, premió a un buen Celta, que superó de cabo a rabo a su rival, desperdició un buen número de ocasiones y jugó casi todo el partido en inferioridad, plagado, además, de bajas importantes como las de Larrivey o Nolito. Con razón, el Celta pudo sentirse perjudicado por el arbitraje de Velasco Carballo, que expulsó al lateral Planas en el minuto 21 en una jugada que pudo resolverse con amarilla.
El bodrio con el que el Sevilla obsequió a su afición no se justifica ni con el triunfo, pírrico, gracias a un gol de falta de Pareja. Salvo algún que otro detalle de Reyes, no hubo inspiración ni fútbol en el grupo andaluz, que acusó en demasía la falta de actividad al acumular 19 días sin competir. Eso, sí, 33 puntos alumbran al equipo de Emery, que no encontrará estos triunfos ante rivales con más gol, no tan blandos como este Celta que lleva la friolera de 665 minutos sin marcar.
Todo lo bien que juega muere en el área rival. Eso sí, en Sevilla no estaban Larrivey, Nolito o Augusto, mientras que Charles fue el sacrificado después de la tarjeta roja a Planas. Así es imposible. En su desesperación, se encontró con un balón de Santi Mina al larguero que mereció ser el empate. Fue justo en mitad en la segunda parte, cuando los jugadores del Celta, en inferioridad, volaban ante los del Sevilla, unos pasmarotes superados una y otra vez. Hacía mucho tiempo que el conjunto de Emery no ofrecía un ejercicio tan soso. Otras veces tuvo poco fútbol, pero siempre fue intenso, actuando con velocidad y desborde.
SEVILLA, 1-CELTA, 0
Sevilla: Beto; Aleix Vidal, Pareja, Carriço, Fernando Navarro; Mbia (Tremoulinas, m. 22), Krychowiak; Reyes, Denis (Banega, m. 54), Vitolo; y Bacca (Gameiro, m. 69). No utilizados: Rico; Diogo, Deulofeu y Aspas.
Celta: Sergio; Hugo Mallo, Cabral, Fontàs, Planas; Radoja, Pablo Hernández, Krohn-Dehli (Mandinda, m. 86); Orellana, Charles (Jonny, m. 28) y Santi Mina (Borja Iglesias, m. 79). No utilizados: Rubén; Costas, Sergi Gómez y Álex López.
Gol: 1-0. M. 32. Pareja, de falta directa.
Árbitro: Velasco Carballo. Expulsó con roja directa a Planas (m. 21). Amonestó a Vitolo, Cabral, Hugo Mallo, Reyes, Carriço, Krychowiak, Santi Mina, Krohn-Dehli y Orellana.
Ramón Sánchez Pizjuán. Unos 39.000 espectadores.
A escena, la impecable racha del Sevilla en casa. Por otro lado, la negativa trayectoria de un Celta que acumulaba seis partidos sin ganar. Ingredientes a favor del conjunto andaluz, que no pierde en su estadio en Liga desde el pasado 9 de febrero de 2014, y que debían plasmarse en el primer partido liguero del año en Nervión. El Sevilla, tras 19 días sin competir, salió como un tigre, pero fue inmediatamente domado por un excelente Celta. Resulta lastimosa la falta de gol del conjunto gallego, una delicia con el balón. El Sevilla, sin ningún futbolista de jerarquía para tener la pelota y distribuirla, fue sometido a un acoso impresionante por el Celta, que le creó en 16 minutos hasta cuatro ocasiones de gol.
El fútbol, entonces, fue injusto con el conjunto gallego. Mientras el Sevilla se había pasado 20 minutos haciendo faltas, una dura entrada de Planas en el centro del campo sobre Denis fue castigada con roja por Velasco Carballo. Quizás la amarilla hubiera sido suficiente castigo. La decisión del colegiado condicionó el desarrollo del partido. Una acción incontrolable para el buen grupo de Berizzo, al que le falló luego su portero Sergio en el gol de falta de Pareja. Condenado por sus errores en las dos áreas, la propia y la visitante, el Celta no se vino abajo. Con uno menos volvió a dominar a un Sevilla desconocido y espeso, sin pausa ni criterio,
Resultaba desconcertante la falta de fútbol del conjunto andaluz, superado por los gallegos, silbado por su público, sin chispas ni desborde, sin capacidad para aprovechar la superioridad numérica. Solo Reyes fue capaz de crear algo de fútbol, sobre todo en el tramo final, cuando el Celta se desfondó. Entonces llegó un disparo al larguero del utrerano y alguna que otra acción interesante de Tremoulinas. Muy poco para este Sevilla, que se llevó tres puntos sin merecerlo, ofreciendo una imagen tan inesperada como frágil. Eso sí, ganó. Aunque debe recuperar juego, cuanto antes.
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