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Entre la involución y el liderato

El Madrid se juega el primer puesto ante Unicaja (20.30, Tdp) sumido en las dudas que le dejó la derrota en el clásico

Faustino Sáez
Laso da instrucciones a Llull en el clásico
Laso da instrucciones a Llull en el clásicoRodolfo Molina

Con el Barcelona como unidad de medida y la estadística como evidencia incuestionable, el Madrid certificó el domingo en el Palau su involución. De clásico a clásico, de la final de la Supercopa a la 13ª jornada de Liga, de la victoria 99-78 a la derrota 76-68, del 27 de septiembre al 28 de diciembre. Tres meses de retroceso y declive con cinco pinchazos en los últimos 13 partidos, unos números decadentes y unas sensaciones inquietantes con margen aún de reconducción.

A estas alturas de campeonato, el conjunto blanco presenta los peores datos de los cuatro años de la era Laso. Los blancos anotan 85,4 puntos de media y encajan 77,1; solo en el primer año del técnico tenían peor ataque (82 puntos), solo en el segundo defendían menos (77,2), nunca el balance fue tan exiguo (+8,3). Todo en plena traca final de 2014 con cuatro salidas escarpadas en la misma semana. La siguiente parada, esta noche en el Martín Carpena de Málaga ante el Unicaja de Joan Plaza (20.30, Teledeporte), flamante líder de la Liga y al que solo el Maccabi, campeón de Europa, y el CSKA han sido capaces de derrotar en su feudo. Después llegarán los viajes a Belgrado, para abrir el top-16 ante el Estrella Roja, y Andorra. Mucha exigencia y demasiadas dudas, pero con el liderato a tiro.

Los jugadores del Madrid tras caer ante el Barça
Los jugadores del Madrid tras caer ante el BarçaRodolfo Molina

“Desde la Supercopa no hemos progresado como deberíamos. Se ha perdido confianza en el equipo. Hay que intentar salir del bache y asumir la responsabilidad entre todos”, analizó Andrés Nocioni tras caer ante el Barcelona. La quinta derrota de la temporada, que el curso pasado llegó un 23 de abril con el equipo aún invicto en la Liga, se anticipaba cuatro meses en esta ocasión. “Dejamos malas sensaciones. Hubo mucho desacierto por la precipitación en ataque”, apuntó el capitán, Felipe Reyes; “No se está viendo al Madrid que esperábamos. Tenemos que cambiar el chip”, añadió Rudy Fernández, repitiendo el propósito de enmienda que ya expresó el equipo tras el zarandeo sufrido en Miribilla ante el Bilbao. “Lo peor son las formas. No podemos dar esa imagen”, dijo entonces Felipe, pero la molicie reapareció ante el Barça.

Los blancos son la 13ª defensa del campeonato y están en el 11º puesto en rebotes ofensivos

Más aséptico estuvo Laso que en sala de prensa del Palau. “Son 34 jornadas y este era un partido más”, dijo tras achacar la derrota a la diferencia en el rebote y los porcentajes de tiro. Plantilla y cuerpo técnico están convencidos de que los males del equipo tienen más que ver con la actitud que con la aptitud y los datos así lo corroboran. Las estadísticas que tienen que ver con el hambre en la pista delatan al conjunto blanco, que es la 13ª defensa del torneo —encaja 9 puntos más de media por partido que el curso anterior— y está 11º en los rebotes ofensivos. “Con los fichajes ganamos en carácter, dureza y ritmo”, anunció Laso en pretemporada para analizar las incorporaciones de Campazzo, Rivers, Maciulis, Nocioni y Ayón. Hasta la fecha, escaso rastro de las virtudes esperadas. Apenas el escolta lituano salió bien parado en el Palau.

El club también modificó en verano el cuerpo técnico incorporando junto a Laso a dos segundos con currículo de primeros, Chus Mateo y Zan Tabak. Los refuerzos en el banquillo cumplían la paradójica misión de reforzar el organigrama técnico debilitando a su cabeza visible. En periodo de construcción, el Madrid creó, por indefinición, una arquitectura inestable. Calaron dos mensajes en la caseta: la desconfianza del club hacia el entrenador y el plan de que para llegar bien al tramo cumbre de la temporada había que medir mucho las fuerzas al principio. Se ganó con solvencia la Supercopa ante el Barça y, poco después, se pasó de la dosificación estudiada a la dejadez sobrevenida. En los despachos de la sección todos están preparados para la profecía autocumplida. Tras las dos primeras derrotas del equipo en la Liga sondearon la predisposición de Sasha Djordjevic, plata mundial con Serbia, para asumir la pizarra como revulsivo rumbo a la Final Four de Madrid. Si los acontecimientos se precipitan, Laso se cruzaría en el camino despejado de Scariolo hacia el cargo de seleccionador.

Doncic toma vuelo

Con el primer equipo en mitad de un atolladero, la joya de la cantera del Madrid brilla como nunca. El esloveno Luka Doncic (15 años y 1,99m) debutó a lo grande el pasado fin de semana con su selección en un torneo amistoso sub-16 en Hungría. Primero, en la victoria de Eslovenia ante Rumanía, logró 34 puntos, nueve rebotes, dos asistencias y 46 de valoración en 15 minutos en pista. Después, ante la República Checa, sumó 27 puntos, 10 rebotes, cinco asistencias y 13 faltas recibidas para un total de 48 de valoración en 25 minutos.

Nacido en Ljubliana, Doncic, afronta su tercera campaña en el club blanco y en las próximas semanas será considerado jugador de formación en la ACB al cumplir el tiempo exigido de permanencia en España para menores de 20 años, caso similar al de Mario Hezonja, la perla croata del Barça.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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