Laso: “Ya estaba preocupado cuando ganaba”
El entrenador del Madrid relativiza los rumores sobre su puesto antes de recibir al Efes en el Palacio con la primera plaza del grupo en juego
El pabellón del Valle de las Cañas de Pozuelo es un prisma cuadrangular con estética de invernadero y clima aséptico en el que conviven hermanadas evidencias insondables y secretos cristalinos. En ese ecosistema metaboliza el Madrid de Laso sus cuatro derrotas en el último mes y prepara el partido ante el Efes turco en la 10ª jornada de la primera fase (21.00, C+ Deportes) que determinará su condición de primero o segundo de grupo rumbo al top-16.
Con la coreografía estudiada y la lección aprendida, Felipe Reyes, escenificó, sin parpadear, el propósito de enmienda del equipo tras la mala imagen ofrecida en Bilbao. "Estamos fastidiados. A nadie le gusta perder. No estamos haciendo el juego que todos queremos y no estamos demostrando una buena actitud. Pero el equipo sigue igual de unido que siempre. Sigue habiendo muy buen ambiente y todo esto se va a solucionar trabajando”, dijo el capitán madridista entre la autocrítica y la excusatio non petita. “Tampoco hay que dramatizar ni ponerse nervioso. Lo único son las formas. Vamos a ponernos las pilas”, apuntó antes de la comparecencia de Laso.
“Cuando se habla de falta de actitud es una actitud de equipo y una actitud individual. Tenemos cinco jugadores nuevos y hemos tenido muchas lesiones, pero estamos relativamente contentos de la situación del equipo. Tenemos que mejorar para no desconcentrarnos ni desconectar en los partidos”, analizó el técnico vitoriano, que, a las primeras de cambio, ha visto como se disparaba el runrún sobre su puesto con aparición de posibles sustitutos —Sasha Djordjevic— y cambio de banquillos rumbo a la selección. “Estoy en el Real Madrid y se lo que hay. ¿La selección? Bastante tengo con lo mío como para pensar en el futuro”, despejó a voleón. “Si se escribe y se habla de ello me imagino que estará justificado”, prosiguió antes de adentrarse en un análisis más místico. “El año pasado estábamos muy bien y parecía que convenía perder un partido. Yo no lo entendía. Y ahora que perdemos, todo está muy mal”, contó antes de desarrollar sus sensaciones en el club. “Yo nervioso estoy todos los días porque entreno al Real Madrid. No sé si la palabra es nerviosismo o preocupación. Estoy siempre preocupado y vivo así desgraciadamente. Ya estaba preocupado cuando ganaba. La labor del entrenador es superar eso y cuando está todo mal intentar ver lo bueno. No me es extraña la sensación de nerviosismo”, concluyó, enigmático y elocuente al tiempo.
Su equipo se juega esta noche en el Palacio -con la baja casi segura de Sergio Rodríguez, con pubalgia- el primer puesto del grupo que aparta del camino al CSKA, Olympiacos y Milán, aunque también le emparejaría con casi total seguridad con el Barça, que ayer renovó a su entrenador, Xavi Pascual, hasta junio de 2017, cuando cumpliría nueve años en el cargo.
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