Una aspirina para el Atlético

Ni Manchester City, ni Arsenal, ni Juve, ni PSG. Los bombos de la Champions hablaron alemán para el Atlético, que se enfrentará al Bayer Leverkusen en octavos. “Es un gran reto medirse al campeón español y tenemos nuestras oportunidades en la eliminatoria, seguro”, apuntó ambicioso el director deportivo del conjunto alemán, el histórico Rudi Völler. Con el mismo descaro que plantea su esquema en la pizarra se pronunció también el entrenador del equipo, Roger Schmidt. “Ya me estoy frotando las manos con este enfrentamiento. El Atlético es un rival muy atractivo. Nos esperan dos partidos altamente interesantes frente a un equipo que estuvo a punto de ganar la Champions la temporada pasada”, señaló.

El Leverkusen empezó la temporada muy bien, pero se ha ido desinflando 

Segundo clasificado en el peor grupo de la primera fase —el que lideró el Mónaco con tan sólo cuatro goles a favor—, el Leverkusen ocupa la tercera plaza en la Bundesliga por detrás del Wolfsburgo y del Bayern. “En febrero se verá si el sorteo ha sido asequible. Nosotros confiamos mucho en nuestro trabajo”, despejó Gabi con cautela.

Los de Schmidt son un equipo de contrastes. Tan intrépido como inconsistente. Con buen inicio y final, pero escaso término medio. Lo mejor de su repertorio lo forman el guardameta Leno, el mediapunta Calhanoglu y el delantero Kiessling. Pero su doble pivote Castro-Bender no le alcanza para armar una propuesta consistente. El pulso táctico con los rojiblancos estará equilibrado en la firme apuesta por el juego a balón parado. Su fortaleza aérea en los córners y los lanzamientos de falta de Clahanoglu son el argumento principal del Leverkusen. El grupo alemán es un equipo intenso cuando juega en casa, donde solo el Mónaco ha sido capaz de vencerle esta Champions. Sin embargo, la pareja de centrales que forman Spahic y Toprak, le chirrían las bisagras cuando se trata de defender a campo abierto.

Por contra, el Atlético sigue siendo un fortín. Tres han sido los únicos goles que ha encajado el equipo de Simeone en la fase de grupos. Y los tres los encajó Oblak en Grecia, frente al Olympiacos de Míchel, en la primera jornada. A partir de ahí, la portería rojiblanca que pasó a manos de Moyá ha quedado siempre inmaculada. Ahora, el Bayer es el obstáculo que separa al subcampeón de los cuartos.