El Madrid, de Rabat a Marrakech
El tiempo y la mala previsión fuerzan a la FIFA a cambiar una sede del Mundial de Clubes Los blancos se enfrentarán con el Cruz Azul
La lluvia que ha caído sobre Rabat durante todo el fin de semana y la mala previsión de los organizadores, sobre todo al improvisar la instalación del césped de calidad a última hora, han forzado a la FIFA a cambiar la sede del partido de semifinales de la Copa del Mundo de Clubes que debía disputar el Real Madrid con el Cruz Azul de México este martes. La decisión la ha tomado la FIFA este domingo, según un comunicado, de común acuerdo con el comité organizador marroquí tras comprobar el mal estado del terreno de juego tras el partido que enfrentó el sábado en el estadio Moulay Abdallah al Cruz Azul con el Sidney. El equipo mexicano venció finalmente por 3-1 a los jugadores australianos pero la lluvia ya provocó entonces constantes interrupciones y que los jardineros se dedicaran gran parte de la jornada y del domingo a intentar achicar los charcos con todo tipo de instrumentos, y también con grandes esponjas.
Marruecos, especialmente en las regiones del sur, pero también en la capital, está registrando en las últimas semanas copiosas lluvias, que han provocado inundaciones, destrozos en numerosas instalaciones y todo tipo de problemas por la mala calidad de muchas de sus infraestructuras.
http://elpais.com/tag/mundialito/a/Los jardineros intentaron achicar los charcos con grandes esponjas
El estadio Moulay Abdallah era una instalación de 1983 que el Gobierno marroquí ha adecentado con una inversión de 20 millones de euros en los últimos meses precisamente para albergar esta 11 edición de la Copa del Mundo de Clubes, que en 2013 también acogió Marruecos pero en las sedes de Marraquech y Agadir. Una empresa catalana concurrió para efectuar la instalación del césped pero se desechó en un primer momento por cara, según fuentes conocedoras de la negociación.
Responsables de la FIFA acudieron hace poco más de un mes a Rabat para dar su visto bueno a las obras realizadas y agradecer el esfuerzo. Nadie comentó entonces nada sobre el césped. Unos días más tarde viajó hasta la capital el excapitan y segundo entrenador del Real Madrid, Fernando Hierro, y ya observó las deficiencias hasta el punto de reclamar un cambio de la pelusa para facilitar el juego de su equipo. Esa sustitución no se realizó. A los pocos días, y tras la celebración de un partido y las primeras lluvias la hierba se levantó y quedó impracticable y se recurrió a última hora a la empresa especializada.
El comité organizador se someterá ahora a otra prueba de fuego logística y de seguridad para cambiar la sede de la semifinal en poco tiempo y resolver el conflicto de las entradas vendidas en Rabat, más de 40.000, para ver al Real Madrid, el gran favorito y la gran atracción del torneo. El Madrid hizo este domingo su último entrenamiento en Valdebebas y viajó luego a Marruecos. El otro gran aspirante es el San Lorenzo de Almagro argentino. La mereología prevé lluvias en Marraquech el lunes y el martes.
El Gobierno marroquí invirtió 70 millones de dólares en el montaje de este mundialito y de la Copa Africana de Fútbol, que se renunció a celebrar por el ébola.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.