El ser o no ser de Pellegrini

Cuando tomaron las riendas del área ejecutiva y deportiva respectivamente, Ferrán Soriano y Txiki Begiristain se propusieron un reto en el Manchester City. Más allá de las victorias y el lustre, el deseo de ambos y del jeque Mansour bin Zayed Al-Nahyan era construir un equipo reconocible, con buen gusto por la pelota y competitivo a los más altos niveles. Perfilada una plantilla fabulosa, los dos coincidieron en la piedra de toque sobre la que debía pivotar el plan, de largo recorrido: Manuel Pellegrini. El chileno, competente allí donde ha pisado, logró el pasado curso pasado el título de la Premier. Sin embargo, claudicó de nuevo en Europa, un territorio alérgico para su equipo, que esta noche se la juega a una carta frente a la Roma (20.45, Canal+ Fútbol), con el imponente Olímpico como telón de fondo.

No es que la cúpula de los citizen haya perdido la fe en el técnico chileno, pero a ojos de los mandamases y los aficionados sí que ha menguado su crédito. El City no juega bien ni seduce. A pesar de tener una envidiable conjunción de peloteros y soldados, su fútbol todavía no ha calado; aún no divierte ni engancha. Y, en buena medida, mantiene su pujanza en la Premier y sobrevive en Europa gracias a la varita mágica de Agüero, su pequeño gran prestidigitador. Gracias al argentino, autor de 14 dianas en la liga y cinco en la Champions, el proyecto de su entrenador sigue a flote.

El equipo inglés debe vencer y que el CSKA no doblegue al Bayern, o bien empatar y que los rusos caigan

Hoy, sin embargo, se jugará su futuro en el continente a una sola carta, en su pulso con el conjunto romano, sin el Kun, que en la última jornada salvó el match ball contra el Bayern con un triplete. El pasado sábado, el delantero sufrió un golpe con un rival del Everton y deberá permanecer al menos un mes de baja porque sufre una distensión del ligamento lateral interno de la rodilla izquierda. “Es un gran problema para nosotros”, admitió nada más conocer el alcance Pellegrini. “Estará fuera de cuatro a seis semanas. Es un contratiempo, pero nuestro equipo no depende de un solo jugador. Tenemos un buen equipo”, trató de minimizar esta vez.

Sin los goles de Agüero como red de seguridad, Pellegrini deberá confeccionar un once que salga desde el principio a por el partido. El City tiene que vencer y esperar a que el CSKA no lo haga en su careo con el Bayern, en Múnich, con este último ya clasificado. Dispondría de una segunda opción, si empata y los rusos caen ante los bávaros. Tras los batacazos de 2011 y 2012 y la prematura eliminación en octavos del año pasado, la sombra del ko vuelve a planear sobre el cuadro de Manchester. “Si pudimos hacerlo contra el Bayern, podemos repetirlo en Roma”, defendió el técnico; "lo único que les he pedido a mis jugadores es que peleen como lo han hecho hasta ahora".

Pero la ausencia del Kun no será la única significativa. El chileno no podrá contar con Touré Yaya, sancionado, y tiene entre algodones al talentoso Jovetic. A cambio, recupera a su mariscal defensivo, el belga Kompany, y a Silva, “aunque no están al cien por cien”, según precisó el preparador. Puede ser el atacante español, apeado desde hace más de un mes del césped tras dañarse la rodilla derecha, el mejor remiendo para el engranaje colectivo de los celestes.

“Es un partido vital. Queremos seguir con vida y llegar lejos en la competición. Tenemos mucha confianza, y eso es lo que necesitamos”, indicó uno de los jefes del vestuario, el lateral Zabaleta, que quiso recordar: “Este equipo está aprendiendo muchas cosas. En la Champions te enfrentas a los mejores y si cometes errores te vas a casa. El grupo está un poco loco. Incluso el CSKA tiene oportunidades. Todos hablamos del City y el Roma, pero ellos también pueden llegar a octavos”.

No dependemos de un solo jugador. Tenemos un buen equipo" Manuel Pellegrini

En el primer duelo entre ambos equipos, en septiembre, los italianos arañaron un empate (1-1) del Etihad. Ahora, las fuerzas siguen equilibradas. “Es nuestra final, seguro que va a ser especial. Debemos no solo jugar al cien por cien, sino también con cabeza. No nos queda otra que ganar”, manifestó el entrenador giallorosso, Rudi Garcia. “Pasaremos por nuestra gente”, abundó el africano Gervinho. El equipo capitalino, segundo en la Serie A, a solo tres puntos del Juventus, tropezó en la última cita ante el Sassuolo.

El City, por su parte, se reenganchó a la lucha por el título con su triunfo ante el Everton (1-0) y el tropiezo del Chelsea (2-1) contra el Newcastle. Hace dos días, Pellegrini asistió a la inauguración de la nueva ciudad deportiva de los citizen. Pero el chileno, un hombre con los pies sobre la tierra, con semblante serio a la vez que meditabundo, tenía su mente en otra cosa. Sabe que su verdadero baremo será Europa. El continente, para bien o para mal, será el juez de su ser o no ser.

Sporting y Schalke, por un billete

Con la mayoría de los grupos dirimidos, otro de los focos de atención estará en el Grupo G. El Chelsea dispone ya de un billete para la siguiente fase del torneo. El otro se lo jugarán el Sporting de Lisboa y el Schalke. A los portugueses, que no podrán contar con Nani por lesión, les vale un empate en el estadio londinense. Los alemanes, mientras, deben vencer en el terreno del Maribor, que tiene opciones de acceder a la Liga Europa, y que el Sporting incline la rodilla ante los londinenses.