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Cristiano sigue de caza

El portugués anota su tanto 71 en Liga de Campeones, a pase de Benzema, que le da la asistencia número 26 desde que se alinean juntos

Diego Torres
Cristiano Ronaldo celebra su gol.
Cristiano Ronaldo celebra su gol.Laurent Gillieron (AP)

Cristiano entró al campo el último por el túnel del fondo norte del estadio de St. Jakob Park. Justo por debajo de la tribuna que ocupan los ultras locales, los hinchas de Inferno Basel, que lo pitaron con fuerza. Él iba monitorizando la línea, como esos centuriones que cuidan la retaguardia. Metido en su película. Le pasó la mano por la cabeza a Isco en un gesto de cariño, saludó a Bale furtivamente, cruzó el campo para darle instrucciones a su amigo Coentrão y luego chocó puños con Benzema como hacen los raperos. El intercambio con el francés fue el más profundo. El único caso en que Cristiano se dignó a emplear el lenguaje gestual de su colega, tributario de los pandilleros de la banlieue.

El portugués reclamó tensión y consideración. Más que pasar revista a su tropa, lo que hizo fue recordarles a todos que está metido en campaña. Que dentro de dos meses entregan el Balón de Oro y que se ha propuesto ir tras el récord de Messi, que el martes hizo un hat-trick y alcanzó la cifra de 74 goles en Champions. Las empresas de Cristiano son las empresas del equipo. Por tanto, conviene recordar que los balones deben ser suministrados a quien los precisa.

Solo el alemán Özil, con 27, le ha dado más pases de gol en el Madrid

Puede que la actitud de Cristiano sirva de estímulo a los demás. Puede que contagie. El comportamiento del goleador contiene valores muy apreciados por el entrenador, Carlo Ancelotti, porque resultan ejemplares. La excitación de Cristiano ante la inminencia de la temporada de premios individuales es comprensible en un hombre de su temperamento. Pero para sus compañeros resultó tremendamente complicado compartir estos sentimientos.

El Madrid acabará la primera fase como líder del Grupo B, pase lo que pase. Viajes como éstos, sobre un campo pesado y revuelto, bajo el aire húmedo que desciende por el valle del Rin, en época de constipados, son una amenaza para la motivación de cualquiera. La lista de bajas por minucias de última hora fue larga en este sentido: Carvajal con un constipado, Pepe con un dolor en la cadera, y Khedira no se sabe bien con qué, compusieron una nómina rara en una plantilla tan comprometida como ésta. Una nómina que recuerda que, además de perseguir balones de oro, cuando no hay nada en juego es recomendable dosificar esfuerzos.

El astro luso se ha propuesto perseguir el récord goleador de Messi

Cristiano recorrió el campo como quien patrulla una reserva natural. Observando atentamente la fauna y la flora en busca de la captura del balón de gol. Primero se volcó a la izquierda. Por allí intentó asociarse con James y Coentrão. Lo vigiló Schär. No le quitó ojo ni un segundo. Como el centro del campo del Madrid no funcionó con fluidez y el juego no tuvo continuidad, le costó encontrar vías de acceso al área de Vaclik. Entonces cambió de banda. Se fue a la derecha. Ahí se entendió peor con Arbeloa, y Sachy, el central zurdo, no dejó de perseguirle. Con una particularidad táctica añadida. Cada vez que pudieron, Sachy y Schär tiraron el fuera de juego. El achique del campo ahogó a Cristiano y desorientó completamente a Bale. Los jueces de línea pitaron tres fueras de juego.

Las cosas no le salían a Cristiano ni al Madrid. Las cosas iban mal para todos los expedicionarios hasta que apareció el de siempre. El mismo que entró en acción en Sofía para enderezar un partido torcido contra el Ludogorets. El hombre providencial. También en Suiza. Fue Benzema. No hay récord que valga si no interviene el francés. Y ocurrió. En el minuto 33. Bajó al centro del campo, se hizo con la pelota y se fue pegado a la raya izquierda dando pasos de baile. Conduciendo de pie a pie, mirando a sus marcadores, a Elneny, a quien lo rompió con un amague, y a Schär, a quien lo superó con un poco de técnica y un poco de colocación. Puso el cuerpo, hizo un malabar sobre la línea de fondo, y dio el pase atrás. Ahí, puntual como el nueve que siempre fue y nunca quiso ser, se presentó Cristiano. Empujó la pelota con la zurda y metió su gol número 71 en Champions. Igualó la marca de Raúl y se quedó a tres de Messi. No hubo para más pero, dadas las circunstancias, fue suficiente. Se lo debe a Benzema, que le dio la asistencia número 26 desde que juegan juntos. Una barbaridad solo superada por Özil (27 pases de gol a Cristiano). Benzema es el máximo asistente de la Champions si se suman las temporadas 2013-14 y 2014-15.

“Hay que mejorar esta racha”

D. T.

“Tenemos que pensar en mejorar esta racha de triunfos. Todo lo que podamos hacer para entrar en la historia del club es bueno. Gran parte del mérito es de estos jugadores que están haciendo una temporada fantástica”, dijo un ambicioso Ancelotti tras derrotar al Basilea.

“No jugamos al nivel habitual, porque estuvimos más lentos de lo normal. Pero tras el gol controlamos defendiendo, con sacrificio y concentración”, analizó el técnico italiano, que igualó en la enciclopedia madridista a Miguel Muñoz en 1961 y Mourinho en 2011 con la racha de 15 victorias consecutivas de su equipo.

En Basilea, Cristiano alcanzó los 71 goles de Raúl. El portugués lo ha logrado en 108 partidos, mientras que Raúl llegó a esa misma cifra en 142, y Messi en 91. CR ha marcado en los 11 últimos partidos que ha jugado como visitante en la Liga de Campeones y, con 37 tantos a domicilio, es el mejor artillero de la competición lejos de su estadio.

Menos que Cristiano brilla Gareth Bale que en la zona mixta se mostró lacónico. “¿Por qué no se ve al mejor Bale? No es pregunta para mí”, señaló el galés que no quiso valorar su estado de forma pero sí su compatibilidad con Cristiano. “Ya jugamos juntos la temporada pasada y no hay ningún problema”.

En la portería, Keylor Navas debutó en la Champions. “A todos nos gusta jugar más y para eso trabajo. Hay que tener paciencia. Entreno para ganarme las cosas. Voy a dar lo mejor de mí para ganarme las oportunidades”, apuntó.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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