Standard y Sevilla empatan en un partido plomizo
El conjunto belga pudo incluso imponerse en el tiempo añadido
Primero no quiso. Luego no pudo. El Sevilla desaprovechó en Bélgica una excelente oportunidad para encarrilar su clasificación europea. Los andaluces, muy fiables hasta ahora, sorprendieron con un partido muy flojo. Emery refrescó el once inicial y las rotaciones resultaron un fiasco. Apenas un detalle de Banega no puede salvar el plomizo encuentro del Sevilla, que encaró el partido con frialdad y luego lo intentó solucionar con la entrada de Denis Suárez, Deulofeu y Bacca.
S. Lieja, 0 - Sevilla, 0
Standard de Lieja: Thuram-Ulien; Milec, Ciman, Teixeira, Van Damme; Faty; Mpoku, Trebel, Enoh (Louis, m. 67), Bia (Viera, m. 79; y De Camargo (Vinicius Araujo, m. 90). No utilizados: Hubert; Andrade, Arslanagic y De Sart.
Sevilla: Beto; Diogo, Carriço, Arribas, Fernando Navarro; Krychowiak, Banega; Aleix Vidal (Deulofeu, m. 78), Iborra, Reyes (Denis Suárez, m. 63); y Gameiro (Bacca, m. 63). No utilizados: Rico; Coke, Mbia y Aspas.
Árbitro: Huseyin Gocek. Amonestó a los locales Bia y Trebel, así como a los jugadores visitantes Arribas, Fernando Navarro, Banega y Krychowiak.
Unos 15.000 espectadores en el Maurice Dufrasne. 200 aficionados del Sevilla.
Si bien es cierto que el colombiano gozó de dos claras ocasiones de gol y Gameiro envió el balón a un palo, también es cierto que el limitado Standard de Lieja gozó de dos clarísimas oportunidades para ganar en el alargue. Krychowiak, sin duda el mejor futbolista del Sevilla, salvó bajo palos un cabezazo de Teixeira que se colaba y luego Araujo remató fuera con todo a favor. El punto le permite al Sevilla mantener el liderato del grupo, aunque sabe a poco, sobre todo porque el resultado pone en tela de juicio la presumible amplitud de plantilla del conjunto andaluz.
No fue reconocible el Sevilla ante un rival inmerso en una importante crisis social y deportiva. Apenas 10 minutos de empuje frente a un Standard con pánico al campeón de la competición no pueden justificar un primer tiempo espeso, sin fútbol, donde el equipo andaluz, lleno de suplentes, estuvo muy lejos de su versión liguera. A Emery no le funcionó colocar a Iborra en la mediapunta y el Sevilla, con un ritmo cansino y previsible, permitió que el tosco equipo belga acabara dominando el juego. El Standard, un compendio de limitaciones, no creó peligro, pero la desconexión del Sevilla le dio alas ante su enfadada afición. El paso de los minutos elevó la confianza de los belgas, con un excelente Mpoku, y confirmó la impotencia del equipo de Emery, que acabó por cogerle cierto asco al encuentro. Bacca dispuso de dos buenas ocasiones, un oasis en el turbio fútbol del Sevilla. Ni Denis ni Deulofeu encontraron hueco para sus internadas. Emery había decidido que lo mejor de su repertorio debe estar disponible para el duelo liguero ante el Villarreal.
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