Pragmatismo políticamente correcto
La Federación Española de Triatlón paga los viajes a las deportistas y no a los hombres.
La Federación Española de Triatlón, con una acción de pragmatismo políticamente correcto, practicó la discriminación positiva a favor de las mujeres la semana pasada, cuando abonó a cuatro de sus mejores deportistas el billete de su viaje a Cozumel (México) para participar en una prueba de la Copa del Mundo. En ella participaron también dos hombres, quienes, como es habitual desde que la crisis es crisis, debieron pagarse sus billetes.
"Se ha tratado de una decisión estratégica y consciente", dice José Hidalgo, presidente de la federación, uno de cuyos objetivos es lograr que en los Juegos de Río 2016, donde ya están prácticamente aseguradas las tres plazas masculinas, se clasifiquen también tres mujeres, lo que parece complicado.
Los países logran sus plazas según los puntos que sus deportistas obtengan en las diversas competiciones, Serie Mundial, Copa del Mundo o Copa de Europa. "Contamos con un fondo de 6.000 euros para promocionar la participación de la mujer, y ahora mismo, mientras entre los 25 primeros del mundo hay cuatro españoles, no hay ninguna mujer. Hemos calculado que terminadas las Series Mundiales sería más fácil para nuestras deportistas obtener buenas clasificaciones en las Copas del Mundo y para garantizar su participación guardamos el 80% del presupuesto para ayudas a la mujer para estos viajes. Pero a los hombres, igual que a las mujeres, les hemos pagado los gastos de estancia gracias a un convenio con la federación mexicana".
La inversión dio en parte sus frutos, ya que Tamara Gómez, que sale de una lesión, terminó sexta, con lo que ha empezado a sumar puntos para Río. Los deportistas se quedaron en México, ya que la próxima prueba que disputarán se celebra en Cartagena de Indias (Colombia). "Pero esta no es nuestra única iniciativa para intentar paliar la histórica desigualdad de nivel entre hombres y mujeres en el triatlón español", dice Hidalgo. "También tenemos un plan de inversión en júnior femeninas con vistas a Tokio 2020".
"Yo estoy a favor de la discriminación positiva. Creo que es válida en aquellas actividades donde se exige un plus para que las mujeres se encuentren en igualdad con los hombres", dice Ana Muñoz, directora general de Deportes e impulsora de políticas de ayuda a la mujer. "La Administración debe llegar adonde no llegan los particulares y, mientras que no haya supuesto perjuicio para nadie, considero plausible el objetivo del triatlón de lograr que tres mujeres compitan en Río".
Dado el amplio espectro geográfico del triatlón mundial, con pruebas habitualmente en Australia, Nueva Zelanda, Japón, Corea o Latinoamérica, la financiación de los viajes es el mayor problema al que se enfrentan los deportistas. Salvo Javier Gómez Noya y Mario Mola, los dos mejores del mundo, que cuentan con patrocinadores propios, los demás deben ahorrar o pedir a dinero a sus familiares para pagarse los desplazamientos.
"Yo no lo veo mal en un momento concreto, que no se convierta en la norma, pues creo que si no hay presupuesto para todos debería hacerse un reparto equitativo de lo que haya", dice Vicente Hernández, el cuarto mejor español en las listas mundiales, quien aspira, como el tercero actual, Fernando Alarza, a ser uno de los tres que compitan en Río. Para eso debe seguir viajando lejos: su próxima competición será en Corea del Sur. "Es un poco chocante. A los chicos solo nos pagan por resultados y a las mujeres por discriminación positiva. Yo este año he obtenido de la federación solo 600 euros por un buen puesto en Yokohama y poco más, porque me he caído de la bici y me he tenido que retirar en algunas pruebas. Menos mal que he entrado en el programa de becas Podium y algo más logro arañar...".
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