Milagro, chicas, el Rayo y dos carneros

2/10 Jueves

Estoy en Málaga para participar como presentador y conferenciante en un congreso. El tiempo es espectacular, calorcito y una pizca de brisa. Cada vez que vengo aquí y salgo de la estación al AVE para coger un taxi me viene a la cabeza aquella vez, hace unos tres años, cuando a punto de subirme en uno, el taxista del coche inmediatamente posterior al mío le dijo a su compañero: "Vaya, vaya, mira a quién vas a llevar hoy". Mi conductor se le quedó mirando, luego giró su vista a mí y sin decir nada nos metimos dentro. Como se quedó con la curiosidad de saber quien diablos era yo, no paró de mirarme por el espejo retrovisor intentando que se le encendiese una lucecita. Lo más fácil hubiese sido el que me lo hubiese preguntado, como hacen otros, pero por vergüenza o por no molestar, llegamos al hotel en silencio. Mientras le pagaba decidió despejar sus dudas y me soltó: "Oiga, perdone la pregunta, pero (pausa dramática): ¿usted es Rajoy?". Me han confundido con mucha gente, compañeros de equipo como Romay y Corbalán, de televisión como Juan y Medio, Arguiñano o el de Bricomanía u otros como Jose Luis Arsuaga. Pero, ¡por las barbas del profeta! ¿Rajoy? ¿Me parezco a Rajoy?

Confusiones aparte, en el Congreso tuve la oportunidad de disfrutar y aprender escuchando a gente tan cualificada como Fernando Tries de Bes o Alex Rovira, que entre otras muchas cosas escribieron a medias La buena suerte, best seller internacional de eso que se llama libros de autoayuda. En su conferencia Alex cuenta la historia de Dick Hoyt y su hijo Rick, discapacitado con parálisis cerebral de nacimiento y al que los médicos le pronosticaron un estado vegetal permanente. Dick Hoyt no se resignó. A los 12 años logró que su hijo aprendiese a usar un ordenador especial mediante movimientos de su cabeza. Sus primeras palabras fueron: “Go Bruins”, grito de guerra del equipo de hockey sobre hielo de Boston. De esta forma el padre descubrió que su hijo era un amante del deporte, y decidió entrenar y competir juntos en carreras, maratones, triatlones y otros desafíos físicos. En 1977 hicieron su primera carrera juntos. Desde entonces, el llamado Team Hoyt han participado en más de mil, seis Ironman incluidos. Dick lleva a Rick en un bote que arrastra mientras nada, le sube a una bici especial con silla para recorrer la parte de ciclismo y termina empujándole en su silla de ruedas cuando toca correr. Ver la cara de Rick cuando logran cruzar la línea de meta es algo difícil de olvidar.

No sólo eso, sino que aquel que estaba destinado a un estado vegetal permanente, gracias al coraje y la inconformidad de su padre, acabó el bachillerato, se licenció en educación especial y ahora vive de forma autónoma y trabaja en el Boston College.

Ahora que estamos rodeados de constantes ejemplos de hasta donde puede llegar la miseria humana, con tarjeta de crédito o sin ella, resulta necesario echar un vistazo también a los muchos Team Hoyt que existen por ahí para reconfortarnos y seguir creyendo en la capacidad del ser humano en que existan los milagros.

3/10 Viernes

Ole, ole y ole. La selección femenina de baloncesto se ha clasificado para las semifinales del Mundial al ganar a China por un carro. El siempre temido cruce de cuartos, habitual paso que separa los éxitos de los fracasos, no les ha hecho ni la más mínima mella y han jugado como lo vienen haciendo desde que empezó el torneo. Con su defensa asfixiante y sus transiciones meteóricas como seña de identidad, sacando provecho al talento ofensivo a partir de una tremenda conciencia colectiva y coronándolo todo con una competitividad a prueba de bomba, ya están en semis. Y no tiene pinta que el viaje se haya terminado. Turquía espera en su terreno, pero también lo hacía Francia en la final del Europeo del año pasado, y ya sabemos lo que ocurrió. ¡Bravo chicas!

El día ha venido cargadito. Messi está más cerca de que le veamos sentado en el banquillo de un juzgado, lo que según un amigo catalán, no es casual. En su versión de los hechos, sospecho que compartida por muchos, el timing de todos estos conflictos que salpican al Barça y otros como el asunto Pujol, son fruto de una planificación, no del lógico curso de la justicia. No seré yo quien desprecie la capacidad que tienen los grandes poderes para manipular e influir, pero en estos temas siempre respondo lo mismo. Los que no admite interpretaciones es que si Messi hubiese cumplido con sus obligaciones, si Pujol hubiese encontrado en más de treinta años el momento para regularizar su situación, si conociendo como estamos seguros que conocía las actividades de sus hijos, no estaríamos en estas. O sea, que otras consideraciones aparte, no mezclemos cuestiones y terminemos haciendo víctimas a los que en primera instancia son culpables de saltarse las reglas.

Desde Japón nos llega la noticia que Vettel abandona Red Bull después de ganar cuatro mundiales consecutivos. No sólo eso, sino que se da por seguro que el año que viene estará en Ferrari, lo que hace pensar que Fernando Alonso cogerá el petate, cosa que se lleva oliendo desde hace tiempo. Es curioso lo de la F1. Las carreras se deciden muchas veces más en los boxes que en la pista y ahora hay más expectación en conocer la parrilla del año que viene que lo que todavía tiene que ocurrir en este, donde todo el pescado está vendido casi desde el inicio y sólo hace falta saber que Mercedes se llevará el título. Ante la bajada de interés, hay que reconocer como todo un éxito marketiniano esto de generar historias que atraigan el foco informativo cuando lo que ocurre en la pista no resulta suficientemente atractivo.

Y mientras, en Pekín, Rafa Nadal pierde en cuartos de final del Open de China, su primer torneo en meses. Escuchando sus explicaciones en la derrota, la naturalidad que le da a sus éxitos y sus reveses, su lucidez me hace pensar que una vez más logrará volver a competir como nos tiene acostumbrado. Porque pocos deportistas he visto que tengan más claros los procesos por donde ha tenido que pasar cada vez que se ha empinado la cuesta en forma de lesión seria. Primero curar, luego jugar, después competir y finalmente volver a ganar. Y cada cosa lleva su tiempo y estos pueden variar en cada caso. Entenderlos y asumirlos para no intentar adelantar o saltarte alguno suele ser recomendable, para recuperar la salud física y mental. Rafa lo sabe muy bien, pues de otra forma no hubiese podido superar todos los obstáculos por lo que ha atravesado en su carrera.

4/10 Sábado.

Ole, ole, ole y requeteole. ¡España está en la final! Ni Turquía, ni el ambiente, ni nada. Con Alba Torrens y Sancho Lyttle de mariscalas de campo, el resto empujando y yendo de menos a más, la selección toca techo y mantiene su idilio con el éxito. No ha perdido nunca la cara al partido y sus rivales y ha mantenido el temple en los momentos complicados. Ha sido una nueva demostración de su capacidad para dar lo mejor en el momento preciso y el éxito es monumental. Al final vamos a tener una final EEUU-España. No era la más prevista, pero sabe igual de bien.

Los que ya habían visto a nuestra selección anteriormente y los que la han descubierto en este Mundial, coincidirán que el estilo de este equipo, entre otras virtudes, resulta muy agradecido con el espectador. No sólo juegan de forma eficaz, sino que lo hacen a través de elementos atractivos como la rapidez, la valentía y la solidaridad colectiva. A la frase de que todos los estilos son respetables y hay muchas formas de desarrollar una disciplina deportiva, yo siempre respondo que es cierto, pero que hay unos que resultan mucho más estimulantes que otros. Y esto sirve para el baloncesto y para los demás deportes. El fútbol, por ejemplo. Y ahí está el meritorio Rayo Vallecano para demostrar que muchas veces no es cuestión del talento atesorado, sino de los caminos que eliges para desarrollarlo. Y hacerlo de una forma vistosa y generosa con los elementos más llamativos de cada deporte no depende tanto de las aptitudes como de las actitudes. Ver jugar al Rayo es siempre refrescante, pues apuesta por la posesión y el buen trato de la pelota, sea cual sea su rival.

Pienso en esto el día que se pone en marcha la liga Endesa de baloncesto. Sigo convencido que la única forma que se revitalice las competiciones de clubes es a través de una apuesta general por un estilo lo más parecido al del Real Madrid de la temporada pasada, por mucho que finalmente no concretasen en títulos. Y para aquellos que piensan que esto sólo se puede conseguir con plantillas como las que tienen los equipos más poderosos, me remito al Rayo Vallecano.

5/10 Domingo.

Mr. Cicuta ha añadido un nuevo incidente a su larga carrera de comportamientos censurables y verle empujándose con el habitualmente educado Arsène Wegner durante el Chelsea-Arsenal como si fuesen dos carneros en celo chocando cornamentas resulta ciertamente desagradable. Eso sí, hay que reconocerle su capacidad para sacar de sus casillas al más templado. Sigo pensando que el día que fichó por el Madrid habría que declararlo de luto y celebrar todos los años la fecha en la que se marchó recibiendo a los Ultra Sur en el césped del Bernabéu, tremenda escena que nunca debió producirse.

Pero vayamos con asuntos mucho más agradables. Como ver a la chicas de la selección española de baloncesto subirse el pódium para recoger su bien ganada medalla de plata después de pelear bien peleado su partido ante EEUU. No sólo en la victoria se pueden apreciar las virtudes de un equipo, y la reacción española en un partido que iba camino de una paliza y terminó con un resultado dignísimo explican muchas de las claves que han hecho a este equipo caballo ganador. Porque lo fácil hubiese sido dejarse llevar, asistir de espectadoras privilegiadas a una nueva exhibición de un equipo de mujeres maravilloso donde te puedes encontrar a una chica como Maya Moore, la reencarnación femenina de Carmelo Anthony o una pívot de 2,03 como Brittney Griner que se mueve como una pantera. Pero España siguió con la pelea hasta que logró que les volviese el acierto perdido por una tremendamente física defensa estadounidenses. De esta forma terminaron exultantes por la plata y por haber caído dignamente ante un equipo inalcanzable. Una vez más, enhorabuena

Viendo el partido, aquel que no haya pensado ni una sola vez en la final frustrada del Mundial masculino, que tire la primera piedra. Por eso es recomendable el artículo escrito por mi compañero y a la vez amigo Robert Álvarez, cuyo título lo dice todo: Tomen nota, chichos. No se trata de un ajuste de cuentas, nunca ha sido el estilo de Robert, sino un acertado análisis de la suma de pequeños detalles que convergieron en una noche nefasta e inolvidable.

Termino la semana viendo el anuncio de la entrevista de Iñaki Gabilondo a Iker Casillas que se emitirá este lunes a las 21.30. ¿Hablará o callará? ¿Será sincero o políticamente correcto? ¿Atacará o simplemente se defenderá? Lo sabremos en unas horas y lo comentaremos el jueves.

Buena semana para todos.