La fe del Málaga marchita al Granada

El público había pitado el cambio de Amrabat. Perdía el Málaga 0-1 gracias a un gol de El Arabi en el primer minuto. Entró Samu Castillejo. Amrabat se marchó enfadado. Entonces, Samu se inventó dos jugadas de mucho mérito que propiciaron la remontada del Málaga. El empate lo cazó Santa Cruz. El gol que alivia una barbaridad al Málaga llegó después de que Velasco Carballo, a instancias de su asistente, pitara un penalti increíble por presuntas manos de Iturra. Anotó Antunes, con mucha clase. El triunfo del Málaga llegó, además, en inferioridad numérica por la justa expulsión de Angeleri. El Granada pagó caro su exceso de conservadurismo y el pasotismo de futbolistas como Córdoba.

Las manos de Kameni estuvieron blandas. Como lenta la defensa del Málaga y muy rápidos Rochina y El Arabi. La única acción en ataque del Granada en la primera mitad fue gol. Y esa única acción tuvo lugar a los 50 segundos de partido. Al Málaga le quedaba un mundo por delante. Prácticamente empezar un encuentro perdiendo 0-1.

El equipo que dirige Javi Gracia y que todavía es del jeque Al-Thani, presente en el palco, ha perdido ímpetu y tiene poco gol. Apenas vive de las apariciones de Amrabat, el único futbolista con fútbol para desarbolar a un Granada fiel al estilo competitivo que impone Joaquín Caparrós. Se sabe que su método se basa en dotar de un fuerte armazón a sus equipos. Lo que no sabe es si esa filosofía conlleva un repliegue tan intenso como el que mostró el Granada. Tras el gol, se dedicó a defender sin tapujos la ventaja adquirida en la aparición de Rochina y el oportunismo de El Arabi.

El Granada se echó atrás de forma lamentable y el Málaga tuvo el balón y el mando, aunque pocas ocasiones. Solo Horta, tan irregular como prometedor, tuvo una ocasión a los 33 minutos que salió fuera por poco. La arriesgada táctica del conjunto de Caparrós no podía sostenerse hasta la eternidad. Salió Samu Castillejo para dibujar dos pinceladas de enorme calidad que le dieron la vuelta al marcador.

Ayudó Velasco Carballo, espantoso, mientras que Caparrós se seguirá preguntando por qué su equipo se echó tan atrás con el 0-1 en el marcador. También por qué fue incapaz de llegar con peligro, salvo en un remate de Nyom al palo, cuando jugaba en superioridad. El Málaga, que era un cadáver, se lo agradeció. Tuvo fe, suerte y ese error arbitral que acabó siendo definitivo en el derbi regional, vivido con una exquisita corrección en las gradas. Y también ese proyecto de futbolista tan interesante como es Samu Castillejo.