Gala León: “Antes de entrar en el vestuario, llamaré a la puerta”

“Si en el vestuario los chicos están con poca ropa, pues llamaré a la puerta y ya está. Igual me tengo que controlar”, comentaba irónica Gala León, flamante capitana del equipo español de Copa Davis, la primera de la historia. Así zanjaba de un plumazo el comentario de Toni Nadal, tío y preparador del número uno de España, Rafa Nadal, acerca de la escasa conveniencia de elegir a una mujer para dirigir a un grupo de hombres, con vestuario incluido. “Toni ha rectificado”, afirmaba a su izquierda José Luis Escañuela, el presidente de una federación que ha ratificado a Gala en su cargo a pesar de las duras críticas de un puñado de jugadores españoles que dudan de la capacidad de la directora deportiva de la federación para capitanear el equipo español de la Davis. Los mismos que no pudieron o no quisieron defender a España en la última eliminatoria en Brasil y que se han quejado de que no se les consultara en la elección realizada por Escañuela. España, con cinco títulos en el siglo XXI y dos finales, caía del Grupo Mundial, algo que no ocurría desde 1995.

Nadal no estuvo en São Paulo por lesión. Se había comprometido con Moyà a jugar esta eliminatoria. David Ferrer, Feliciano López y Toni Robredo, los de mejor ranking que podían acudir, renunciaron. Unos por cansancio y otros por viejas cuitas con la propia federación. Tampoco Verdasco, que prefiere a un hombre para el cargo.

Gala León: “Antes de entrar en el vestuario llamaré a la puerta”

Gala, cauta, decidió hacer grupo y defender sus conocimientos. “Respeto todas las opiniones que se han expresado sobre mí, pero no las comparto. Conozco el circuito masculino y a los jugadores españoles. Ahora lo que quiero es comunicarme con ellos, llegar a un consenso y hacer el mejor equipo posible para devolver el título a España. Tenemos tiempo para ello”, aclaró Gala, bastante nerviosa en la previa de la rueda de prensa, celebrada en Sevilla en las instalaciones del Centro de Tecnificación Blas Infante por unas cuestiones personales del presidente, que recibe tratamiento médico en la capital de Andalucía.

"Gala es el futuro y estoy muy contento porque el tenis sea un deporte de masas que da oportunidades a la gente más allá de su sexo", dice Escañuela

“Gala es el futuro del tenis español y es mi capitana”, destacó Escañuela, quien confirmó que la exnúmero 29 de la WTA se sentará en el banquillo en la próxima eliminatoria del equipo español de la Copa Davis. De capitana de transición, nada de nada.

“Claro que estará en el banquillo”, afirmó el presidente. Será en julio de 2015, contra el vencedor de la eliminatoria Rusia-Dinamarca que se celebra en marzo. “Estaré en ese banquillo”, abundó Gala, que no conoce personalmente a Rafa Nadal, campeón de 14 títulos del Grand Slam. Antes de que Gala contestara al comentario sobre Rafa, fue Escañuela el que se apropió del micrófono. “No hay ningún problema. Ya se la presento yo”, afirmó el dirigente, quien reconoció que Toni Nadal había puesto a disposición de Gala a Rafa y que por su cabeza no había pasado dimitir después del fracaso del equipo español en Brasil. “No saqué la cabeza cuando ganamos dos títulos de Copa Davis y jugamos una tercera final en Praga, pero ahora que hemos salido del Grupo Mundial, aquí estoy para dar la cara”, argumentó.

Gala será la quinta capitana en la historia de la Copa Davis (tras las de Moldavia, San Marino, Siria y Panamá) y su elección corresponde al flujo natural de los acontecimientos en la federación. “Siempre suelo hablar con los jugadores acerca del capitán y en este caso también ocurrió. Los jugadores me dijeron que intentara convencer a Moyà y así lo hice. Me dijo que no y el paso natural siguiente era que la directora deportiva de la casa ocupara el cargo”, explicaba Escañuela, feliz con la decisión, seguro del paso dado a pesar de las fuertes críticas recibidas.

Al lado, Gala fue pasando de la tensión a cierta relajación a medida que avanzaba la rueda de prensa. Incluso atisbó una sonrisa cuando se le recordó lo cariñoso que había sido con ella Andy Murray, entrenado por una extenista, Mauresmo. El escocés fue uno de los pocos que la felicitó. “Me alegro de que el tenis sea un deporte de masas que da oportunidades a la gente más allá de su sexo”, finalizó Escañuela. Su alocución fue aplaudida por cuatro mujeres presentes en la sala de prensa. Gala comenzaba a pensar en cómo convencer a Rafa Nadal para devolver la ilusión al tenis español.