“Nos encontramos todo al revés”

La derrota de Atenas dejó en la expedición del Atlético sensaciones encontradas. Diego Pablo Simeone y sus futbolistas se fueron con la sensación de que el equipo tuvo suficiente juego para, al menos, no perder. “Nos encontramos todo al revés. Nos tocó tener la pelota a nosotros (65% de posesión) e hicimos un buen partido, pero no nos alcanzó”, reflexionaba el lateral Cristian Ansaldi.

El Atlético firmó su partido más brillante en ataque en lo que va de curso y también el peor en defensa. “Tenemos que ser más agresivos a la hora de presionar. Tuvimos ocasiones, pero cada vez que llegaron nos metieron un gol”, matizaba Antoine Griezmann.

En el Giorgios Karaiskakis, el juego del Atlético encontró a Mandzukic con frecuencia por primera vez en lo que va de curso. El croata conectó cuatro remates, todos de cabeza, incluido el gol que marcó. Por algunos momentos, el Atlético recordó los tiempos de Falcao. Realizó 50 centros al área, muchos de ellos buscando la cabeza de su delantero centro. La fractura nasal que le ha producido el codazo del mediocentro Kasami le dejará fuera dos semanas.

La falta de contundencia en las dos áreas generó una derrota en la que la figura de Jan Oblak, alineado por Simeone en detrimento de Moyá, centralizó los focos. En el club aseguran que ninguno de los dos porteros partía como titular cuando fueron fichados este verano. Sin embargo, de la boca de algunos directivos han salido comentarios que alimentan la sensación de que el esfuerzo económico efectuado le hacía partir con ventaja al meta esloveno. “Nos hemos gastado 16 millones de euros en un portero, pero por el que pagamos mucho menos lo está haciendo muy bien”, se escuchó en Atenas.

Oblak, el portero más caro de la historia de la Liga, encabezaba una clasificación cuando menos curiosa en estos momentos del curso. Tres de los cuatro porteros más caros de la historia de la Liga han llegado este verano. El propio Oblak, Ter Stegen (12 millones) y Keylor Navas (10) no se habían estrenado. El esloveno quebró esta estadística con una actuación desacertada en la que también tuvieron que ver los errores defensivos de sus compañeros. La pasividad en la defensa de un córner facilitó el disparo de Masuaku que propició el primer gol. En el segundo, Mario y Ansaldi chocaron y Afellay se benefició para ejecutar a Oblak; y en el tercero, primero Ansaldi y después de Miranda no acertaron a cortar el ataque griego antes de que Mitroglou colara el balón entre las piernas de Oblak.

Sancionado, desde el palco Simeone asistió a uno de los partidos más contradictorios que se le recuerdan al Atlético desde su llegada. Su equipo tuvo más el balón, generó ocasiones claras, pero se marchó derrotado por sus errores en defensa. Y él echó de menos no estar en el banquillo para corregirlos con más celeridad.