El deporte español seduce a Chile
La presidenta Bachelet envía al exfutbolista Caszely a estudiar los modelos de éxito europeos
Carlos Caszely (Santiago de Chile, 1950) llegó a ser muchas cosas que no podía soñar cuando jugaba al fútbol en el barro del barrio de San Eugenio. Fue cinco veces ganador y tres máximo goleador del campeonato chileno con Colo Colo; fue dos veces mundialista; fue ídolo en los dos clubes españoles donde jugó, Levante y Espanyol; y fue una de las primeras figuras públicas en enfrentarse al dictador Pinochet. Fue todo eso y, ahora, a sus 64 años, cuando podía quedarse tranquilamente en casa dedicado a sus cuatro nietos (y otro en camino), ha reunido ilusión y energía para afrontar un nuevo desafío. A petición de la presidenta, Michelle Bachelet, el extremo reconvertido en delantero centro ha aceptado un cargo inédito: el de embajador deportivo en Europa. Su responsabilidad será estudiar y tratar de importar a su país los modelos de éxito del viejo continente.
He venido aquí a sembrar y espero que en cinco años se noten los resultados"
Camisa de colores, amplia sonrisa, café y cigarrito, Caszely explica la misión que le han encomendado en una terraza del centro de Madrid. Su campo de operaciones es toda Europa, pero tendrá la sede en España, con oficina en la embajada. "Estudié educación física y siempre tuve el bichito de que el deporte en mi país estuviera en pañales. Tenía la ilusión de ensancharlo". ¿Por dónde empezar una tarea tan ambiciosa? "Mi labor es abrir puertas, analizar lo que se hizo en España durante los últimos diez años, que ha sido muy bueno. Traer gente para acá a estudiar y llevar maestros para allí. Y fijarme en otros países. De Portugal, estudiaré su modelo para el hockey. De Italia, el voley. También quiero hacer despegar el deporte entre los chicos con capacidades diferentes". Ha hablado con estrellas como Induráin, se ha apuntado a congresos de psicología deportiva. "He venido aquí a sembrar y espero que en cinco años se noten los resultados".
En lo que menos se va a fijar es en el fútbol, ya bastante desarrollado en su país. Pero cuando Caszely se pone a hablar es inevitable que le salgan por la boca 40 años de historia de ese deporte. Él mismo es protagonista de esa historia. Presume de ser el tercer máximo goleador suramericano de todos los tiempos, tras Pelé y Romario, pero se le recuerda también por dos circunstancias menos heroicas. El 14 de junio de 1974, en un Alemania-Chile pitado por el turco Dogan Babacan, se convirtió en el primer expulsado por roja directa en un Mundial. "Berti Voghts me dio 40 patadas. Luego yo le di una y me echaron". Dice que fue porque el árbitro era de extrema derecha. El otro mal recuerdo se remonta al campeonato de España 82. En el Carlos Tartiere de Oviedo falló un penalti ante Austria y Chile perdió el partido. En realidad, perdió los tres partidos de la primera fase. Pero esa pena máxima, el penalti de Caszely, se convirtió en un hito del infortunio futbolístico chileno.
En el fútbol actual es todo muy esquemático, falta la genialidad"
Caszely ha sido periodista deportivo desde su retirada en 1985, cantante ocasional y actor en tres películas. También es un apasionado de la política, "un futbolista con conciencia social", de fuertes convicciones que le llevaron a tomar decisiones arriesgadas. En vísperas del Mundial del 74 se negó a jugar el Estadio Nacional, donde se habían cometido las mayores atrocidades durante el golpe, y se negó a saludar a Pinochet. "Me podía haber costado el Mundial... y algo más. Pero el futbolista primero es persona. El único periodista que contó cómo me negaba a darle la mano lo hizo para quedar bien con las autoridades... y lo echaron porque si no lo cuenta no se entera nadie". Años después, la dictadura trató de sabotear su partido homenaje, al que había invitado a estrellas de otros países de Suramerica. "Prohibieron informar a radios y televisiones, solo la transmitió la Radio Cooperativa. Y gracias a eso tuvo una audiencia extraordinaria".
¿Y el fútbol actual cómo lo ve? Ha cambiado mucho, ya no hay futbolistas con bigote, como él. Y ya fuera de bromas: "Es todo muy esquemático, falta la genialidad. Por eso un tipo como Messi marca la diferencia".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.