Los ‘tall black’ dan un buen susto a Sabonis
Nueva Zelanda pone contra las cuerdas al final a Lituania
Arvydas Sabonis se revolvía en el palco del Sant Jordi, daba brazadas, se quejaba. El mito, hoy presidente de la federación de Lituania, no daba crédito. Se había relajado en el asiento con los 15 puntos de ventaja en el tercer cuarto y de repente los suyos iban por detrás (58-59) a falta de siete minutos. Cómo se llegó a ese vuelco se explica desde la fe de la cenicienta Nueva Zelanda y la metralleta de Corey Webster (26 puntos) así como desde la propia relajación de los lituanos.
No se dirá que los tall black no lo intentaron. Valanciunas, imperial con 22 puntos y 13 rebotes, y Motiejunas eran los señores bajo el aro y Nueva Zelanda lloraba para encontrar una buena posición de lanzamiento. Un cero de ocho en triples y un 22% de acierto en el tiro reflejaron sus sudores en el primer cuarto (23-9).
LITUANIA, 76; N. ZELANDA, 71
Lituania: Juskevicius (2), Seibutis (9), Maciulis (5), Motiejunas (8), Valanciunas (22); Pocius (11), Kuzminskas (2), D. Lavrinovic (10), Jasaitis, K. Lavrinovic (2), Jankunas (2) y Vasilauskas (3).
Nueva Zelanda: Penney (6), T. Webster, Abercrombie (6), Vukona (9), Loe; Tait, Fotu (11), C. Webster (26), Bartlett, Kenny, Abercrombie (6), Anthony (4) y Frank (3).
Parciales: 23-9, 13-17, 22-24 y 18-21.
Árbitros: I. Belosevic (Ser), A. Chiti (Arg) y F. Pascual (Fil). Eliminaron por cinco faltas a Abercrombie (m. 38).
Palau Sant Jordi: 7.783 espectadores.
El guion se mantuvo mientras Lituania repartía deberes. La baja de Kleiza ha hecho un equipo más coral en el que el joven Valanciunas es la referencia. Sabonis entró contento en el vestuario en el descanso (36-26) saltándose el protocolo de seguridad por no ir acreditado. A ver quién le daba el alto.
La hormiguita Webster lo tiraba todo para dejar algún resquicio a la sorpresa del último clasificado de su grupo. Nadie contaba con el volantazo cuando se abrieron los 15 puntos de distancia, pero la zona de Nueva Zelanda y los puntos del escolta depararon un final de encuentro que borró los bostezos de pocos instantes antes. Tuvo que arremangarse otra vez Valanciunas para dar un golpe en la mesa. Los dos rebotes ofensivos que cazó en la misma jugada para anotar y un triple de Maciulis apagaron la sublevación (72-65) y evitaron que el mosqueo de Sabonis fuera a mayores. Aunque hasta el final siguió entre temblores.
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