Egipto firma el tercer peor Mundial de la historia

“Nuestros objetivos son muy distintos a los de España”, ironizó el seleccionador de Egipto antes de comenzar el Mundial. Una semana después, y tras un trayecto lleno de dificultades y limitaciones, su equipo se marcha del torneo como el tercer peor equipo de la historia. Sólo la selección de Malasia en la edición de 1986 y la de República Centroafricana en la de 1974 lo hicieron peor. La selección africana cerró el Mundial con una azotaina tan contundente que sus números la hicieron entrar en el podio de los récord negativos. Perdió ante Brasil por 63 puntos (128-65) y concluyó el torneo con cinco derrotas por una desventaja media de 35: 64-85 ante Serbia, 54-91 ante España, 55-94 ante Francia, 73-88 ante Irán y la ya mencionada ante la selección brasileña.

El conjunto de Magnano apabulló a la cenicienta del Mundial con 22 puntos de Leandrinho Barbosa y 15 de Anderson Varejao en la última jornada de la primera fase en el grupo A y se aseguró la segunda plaza tras España. La verdeamarela fue infinitamente superior desde el salto inicial y cerró el primer parcial con un 37-10 cimentado en la abrumadora superioridad de su juego interior y el acierto desde el perímetro (10 de 20 en triples convertidos). La diferencia creció hasta los 44 puntos al descanso (67-23) gracias a la vibrante dirección de Raulzinho Neto y ya no paró la fiesta brasileña hasta alcanzar la mayor anotación (128) y la mayor diferencia (63 puntos) en el Mundial de España. Ibrahim Elgammal, con 16 puntos, fue el mejor un equipo egipcio convertido en muñeco de trapo.

El subcampeón del Afrobasket, que no disputaba un Mundial desde hacía 20 años, llegó al torneo con numerosas bajas, entre las que se encontraba Marei Assem, su mejor jugador, que a sus 21 años completa su formación en la Universidad de Minnesotta State (NCAA II). Desde la preparación, el equipo de Amr Aboul-Kheirya evidenció que su camino sería tortuoso por las limitaciones deportivas, económicas y estructurales de su federación. Semanas antes del Mundial, Egipto se concentró en Guadalajara junto a otras cinco selecciones mundialista para participar en un torneo amistoso de rodaje para el campeonato. Allí jugó sus partidos con unas equipaciones deterioradas, de aspecto amateur, con los números dibujados a mano y de distinto diseño entre los jugadores del equipo. Para rematar decidió cancelar su último encuentro ante la República Dominicana después de que dos de sus integrantes cayeran lesionados en el partido previo, lo que le dejó con los efectivos justos.

El martirio concluyó con una sonrojante derrota ante Brasil que la sitúa como la peor selección de este Mundial con cinco derrotas en cinco partidos en los que anotó 311 puntos (62,2 por partido) y encajó 486 (97,2). Un -175 en la diferencia de puntos (35 por debajo de media por partido) que suponen el tercer peor torneo de la historia.

En la edición de 1974 celebrada en Puerto Rico, la selección de República Centroafricana perdió sus tres partidos en la primera fase con 184 puntos a favor y 340 en contra. Tres derrotas por una media de 52 puntos que tuvieron su máximo exponente en el 140-48 que le endosó la todopoderosa Unión Soviética de Aleksander Belov. También en España, en 1986, Malasia se hizo un hueco en la enciclopedia de los récords negativos al concluir con cinco contundentes derrotas su participación: 313 puntos a favor y 539 en contra para un -226 (-45,2 por encuentro). Un 128-38 ante Canadá fue su mayor tormento. Desde hoy, Egipto ocupa el tercer escalón en la lista de los peores equipos de la historia mundialista.