“Los extremos no me gustan”
Campeón de Liga con el Atlético de Madrid, Juanfran Torres (Crevillente, 29 años) pasa por ser uno de los futbolistas más reflexivos de la selección española. Durante la fase de clasificación para Brasil cometió un error que le costó el empate a España y le complicó la clasificación. Fue en el Calderón, contra Francia. Hoy vuelve a medirse a los galos, esta vez en un amistoso, e intuye que se las verá con Griezmann, su nuevo compañero en el Manzanares.
Pregunta. Dicen de usted que puede llegar a ser obsesivo con el fútbol. ¿Se reconoce en la definición?
Respuesta. El fútbol me gusta, me preocupa, me dedico, pero tampoco creo que me obsesione. Los extremos no me gustan.
P. ¿Por eso vive de frenarlos?
R. Hombre, pues ahora que lo dices, es verdad, no me gustan y los paro, normalmente. Pero yo me refería a las actitudes vitales...
P. Es curioso, usted fue extremo.
R. Será por eso que se me da bien entender por dónde me van a salir.
P. ¿Se lo pasaba mejor entonces, en ataque, o ahora, de lateral?
R. Me lo paso mejor ahora, porque hago más cosas, ataco y defiendo. Si defiendo de lujo, la gente dice "qué bien defiende" y si tengo suerte y pego tres buenas carreras, quedo doblemente contento.
P. En la selección, ¿ha salido doblemente contento de algún partido o le queda por hacer una gran actuación?
R. Bueno, he tenido buenos partidos y otros aceptables. Y cuando han sido sólo aceptables me he ido a mi casa convencido de que debía dar más, porque para estar en la selección, no basta con jugar bien, hay que estar sobresaliente. Es lo mínimo.
P. La noche contra Francia en el Calderón, cuando perdió un balón que terminó dando el empate a los galos, ¿pensó que no volvería a ponerse la roja?
R. Aquella noche la pasé bastante mal, sobre todo por mi familia y mis amigos. Parecía que había matado a alguien. Al día siguiente, la prensa se cebó conmigo. Incluso ahora me lo recuerdan: "Juanfran la que nos liaste, que casi no nos clasificamos". Como te lo cuento: volví y jugué buenos partidos, y el equipo ganó, pero aún hay quien me lo recuerda. A mí me da igual, si supieras la de barbaridades que te llegan a decir y no haces ni caso; pero la gente de mi alrededor lo pasó mal y eso hizo que yo lo pasara mal. Además, coincidió con dos o tres meses en que bajé el nivel.
" Recuerdo la primera parte de Holanda, y si metemos la que tuvo Silva..."
P. ¿Le afectó en su autoestima?
R. No, vino de golpe. Era la época en la que estaba muy bien, llegué al punto más alto y pegué un bajoncito. Y estuve en el punto en que me hundía o me volvía a subir a la ola. Y me volví a subir a la ola. Y ahí quiero estar.
P. ¿Pensaba volver a la selección después del Mundial?
R. Sí, sí, no pensé que se hubiera acabado mi historia. Era mi ilusión volver. Fui al Mundial tocado, el míster me aguantó y me puso. Yo creo que estaba contento y esperaba volver sencillamente porque lo estoy haciendo bien en el Atlético. Sabemos que el míster ve todos los partidos, que está atento a lo que hacemos y que es justo. Y sé que si vengo es porque juego bien en mi club; si me llama y lo hago mal no volveré porque quiere a los mejores.
P. Supongo que jugar el Mundial era un sueño.
R. Sí, claro... Uno de los muchos sueños que se me han cumplido. Este era uno de los sueños que tenía de niño. Y quiero repetir.
P. Pues no debió ser muy gratificante dado como acabó todo. ¿Valió la pena?
R. Sí, fue un Mundial. Además, yo aprendo mucho de las cosas que salen mal. Y de este Mundial tenemos mucho que aprender. Salió mal y no fue porque no quisiéramos hacerlo bien ni, como se dijo, porque no estuviéramos comprometidos ni porque no tuviéramos hambre ni por mal ambiente ni por las barbaridades que se dijeron. No estabais dentro, no sabéis. Este Mundial nos va a servir para crecer y se va a ver una gran España.
P. Dice Del Bosque que no sirve recrearse en la victoria y en la derrota, ¿es esa normalidad el punto de partida para volver a empezar?
R. Sí, creo que sí. Empieza una nueva etapa para todos, para el míster, para los veteranos que han vivido lo bueno y lo malo y, por supuesto, para los jóvenes y para los que no hemos ganado nada. Mis amigos, en el chat siempre me dicen: "Di algo, ¿cómo te sientes?" Y yo siempre pongo lo mismo: "Súper orgulloso y el tío más feliz del mundo". Y me dicen: "Joder, siempre nos dices lo mismo". ¡Pero es verdad! ¡Es que jugar en la selección es lo mejor! Yo me acuerdo de ver los mundiales y las euros con mi papá y los amigos, de niño, y es ahí donde quiero estar, en la selección. Volví muy fastidiado del Mundial. Me había hecho ilusiones de ver a mis amigos y a mi familia en octavos, en cuartos. Y volví cuando volví. Ojalá no hubiera jugado un partido, ojalá lo hubiera visto por la tele y hubiera ganado España o hubiera llegado más lejos, de verdad.
P. ¿Tiene consciencia de que lo hicieron demasiado mal como para haber merecido otra suerte?
R. El fútbol y las victorias viven de los errores. Ellos hicieron cosas muy bien y nosotros cosas mal, ellos supieron aprovecharlo y nosotros pagamos nuestros fallos, claro. Recuerdo la primera parte de Holanda y si metemos la que tuvo Silva, ¿crees que Holanda nos mete cinco? ¡No se lo creen no ellos! Hubiéramos ganado y a partir de ahí hubiéramos ido con otra mentalidad ante Chile, y nos hubiéramos clasificado. A partir de ese detalle cometimos todos los errores del mundo. Culpa mía, del otro, de todos, vete tú a saber... Y nos metieron cinco porque en la segunda parte cometimos errores, demasiados. Por eso no pasamos de la primera fase. No puedo reconocer a este equipo en esa segunda parte, no fuimos nosotros. Pero incluso en la vida personal tienes días en que no eres tú. Lo de Brasil fue un cúmulo de pequeñas cosas que hicimos mal y juntas nos costaron la clasificación. Pero el pasado es pasado, ya está. Nos va a servir para bien. Ahora ya estamos avisados: la actitud tiene que ser mayor. Yo veo el futuro rojo y dorado. El futuro es bonito, el reto es apasionante.
"Empieza una nueva etapa para todos, para el míster, para los veteranos que han vivido lo bueno y lo malo y, por supuesto, para los jóvenes"
P. ¿El error de Del Bosque fue ser demasiado generoso?
R. Te voy a decir una cosa, si no hubiera ido al mundial, si hubiera llevado a Carvajal o a otro lateral y me hubiera dejado fuera de la lista, seguiría pensando lo mismo de Del Bosque: es el mejor seleccionador que podríamos tener, con eso te lo digo todo. También se dice que nos lo creímos, que faltó actitud. Yo no lo creo. No te cansas de ganar, si no, no hubieran ganado la Eurocopa. Con el Atleti ganamos la Liga el año pasado y tengo más ganas de ganar ésta que la anterior.
P. ¿Cambia mucho su forma de jugar del Atleti a la selección?
R. Es diferente porque los jugadores son diferentes, eso para empezar, pero mi función es la misma: defender muy bien y atacar muy bien.
P. ¿Cree que la selección debe cambiar de estilo por el batacazo brasileño?
R. ¿Qué dice la gente, cuanto más profundos, más directos? La gente es inconformista. Todas las opiniones son válidas, pero ayer escuché a alguien decir que el aficionado tendría que estar en el césped para entender la dificultad del juego. Y tiene razón. Yo estuve en el palco durante un partido de pretemporada y tuve la sensación de que la pelota iba a tres por hora, veía todos los huecos, todos los pases. Desde fuera parece fácil. Luego, en el campo, vas a trescientos por hora y tienes a Cristiano delante y ves a la bestia esa y no sabes lo difícil que es pararlo. Muchos aficionados ignoran lo difícil que es competir al máximo nivel. No saben realmente de la dificultad, no han tenido esa suerte.
P. ¿Le motiva especialmente jugar contra Francia por el error del Calderón?
R. No, mi motivación es vestir la camiseta de la selección. Eso es suficiente.
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