“Queremos recuperar el pasado”

El primer desplazamiento del Barça de Luis Enrique se saldó con una victoria trabajadísima que llegó en el tramo final gracias al gol de Sandro, de estreno en Primera. “Es anecdótico que haya marcado en su debut. Es gratificante que la gente joven nos pueda ayudar”, entendió Luis Enrique, para quien la victoria fue muy gratificante por el modo de conseguirlo, con sufrimiento y trabajo hasta el final. “Sin ninguna duda gusta una victoria así. Ha sido un partido apasionante para el espectador. Los dos equipos hemos tenido alternancia en el juego y en ocasiones. Lo hemos intentado hasta el final. El Villarreal defendía muy bien y ha podido hacernos daño al contragolpe. El partido pudo caer de cualquier dado”, analizó el técnico de Barça, que tenía bien estudiado al rival: “El año pasado ya jugó así”.

Buscó Luis Enrique refrescar al equipo con la entrada de Sandro y Neymar, que firmó autógrafos incluso durante el calentamiento. “Los dos juegan al pie y al espacio”, indicó. Aunque para el preparador asturiano, la clave estuvo en madurar el encuentro. “Nosotros somos un equipo que llevamos el peso del partido. Al final estábamos todos cansados, pero el rival un poco más, ya que hemos minado al contrario con la circulación del esférico”, dijo

“Ha sido apasionante para el espectador”, explica el entrenador azulgrana

Para Luis Enrique, lo esencial no fue el resultado sino el compromiso del grupo desde que se ha hecho con la dirección: “Me satisface todo del equipo. Los jugadores tienen ganas de recuperar lo que han sido en el pasado”. La intensidad recuperada por los azulgrana fue determinante. Tal fue la intensidad que según un parte médico facilitado por el Barcelona al final del encuentro, Messi padece una sobrecarga en el aductor derecho —podría perderse el partido por la paz que se juega en Roma el próximo miércoles— y Munir una contusión en el gemelo derecho, cuyo alcance se evaluará hoy.

“Este Barça no es el mismo. Te presiona a la salida y a la pérdida del esférico”, entiende Marcelino, el preparador del Villarreal, que cree que a su equipo le faltó suerte: “La temporada pasada sucedió igual. Creo que el Villarreal o yo no tenemos suerte con el Barça”. No reprochó nada a su equipo, salvo cierta “falta de precisión en el pase” durante algunas fases del partido. “Pero le hicimos tres palos”, subrayó. Para él influyó sobremanera la lesión de Jaume Costa, que obligó a poner a Gabriel, un central, como lateral: “A partir de ahí llegaron las ocasiones para el Barça, con muchos ¡uys! pero no claras”.

“El Villarreal o yo no tenemos suerte con el Barça”, asegura el técnico local

Uno de los protagonistas del partido fue Alves, por el recuerdo de lo sucedido la pasada temporada, cuando se comió un plátano que le fue lanzado desde la grada, motivo por el que fue ayer abucheado por el público de cabo a rabo. Además, se llevó una tarjeta por protestar. “Es generoso en el esfuerzo y también en las protestas”, lamentó Luis Enrique. “Vivo el futbol con mucha intensidad, pero la vida es un aprendizaje” se disculpó Alves al abandonar El Madrigal. En ese sentido, explicó su sorpresa por la tarjeta amarilla: “El árbitro pita al revés y me saca tarjeta. Yo no hablaba con el linier, estaba hablando con el lateral del Villareal”, justificó el lateral. Pero Luis Enrique también habló de “una segunda parte espectacular” del brasileño y eso le gustó más escucharlo: “Me conformo con intentar hacer mi trabajo lo mejor posible. Un piropo del entrenador está bien, aunque no me dejo llevar con eso”.

Piqué volvió ayer al campo y celebró el triunfo, que valoró mucho: “Es de esas victorias que al final te dan la Liga, porque es un campo muy difícil”. Pero en el aplauso no ignoró la predisposición del equipo al trabajo: “La intensidad ha sido muy buena porque recuperábamos en la zona de tres cuartos y eso nos permitió jugar muy cerca de su área” dijo.

Piqué no negó que el Villarreal mereció marcar algún gol pero matizó: “Nosotros también nos merecimos más. Hemos sido superiores en uno de los campos más difíciles de la Liga”, convino antes de recordad que Bravo lleva 180 minutos sin encajar un gol. “Cuando el centro del campo presiona como lo ha hecho hoy para los defensas es mucho más fácil, vives más tranquilo. Las sensaciones en ese sentido han sido inmejorables”, añadió.