Sergio García penaliza al Almería
El delantero empata para el Espanyol en la última jugada después de un insípido partido
La perseverancia le dio un punto al Espanyol cuando el partido agonizaba en el estadio de los Juegos Mediterráneos. Apareció Sergio García y en el último tiro batió a Rubén. El Almería, superior hasta el descanso, se extravió en cuanto se fue la luz del campo y el partido estuvo parado nueve minutos, tiempo en que Sergio González recompuso al Espanyol. El tanto fue celebrado con entusiasmo por la plantilla blanquiazul porque el equipo jugaba con uno menos por la expulsión de Arbilla (m.32).
ALMERÍA; 1- ESPANYOL; 1
Almería: Rubén; Michel, Trujillo, Dos Santos, Dubarbier; Verza, Thomas; Edgar (Corona, m. 91), Soriano (Dangda, m.64), Jonathan; y Hemed (Thievy, m.78).
Espanyol: Kiko; Arbilla, Colotto, Álvaro, Víctor Álvarez; Montañés (Abraham, m.69), Víctor Sánchez, David López, Salva Sevilla (Stuani, m.56); Sergio García y Caicedo (Javi López, m.45).
Goles: 1-0. M.52. Soriano. 1-1. M. 95. Sergio García.
Árbrito: Hernández Hernández. Amostestó a Trujllo, Thomas, García, Sánchez. Expulsó: Arbilla (m.32).
La declaración de intenciones del Espanyol fue muy nítida: presión arriba, robar el cuero, e intentar mover con ritmo el balón. Pero los muchachos de Sergio González no conocen bien todavía su libreto de juego. Su idea de ser protagonistas se muere en seguida cuando no encuentran a su conductor. Salva Sevilla, llamado a hacer de trampolín, se quedó demasiado aislado en la banda izquierda y no dialogó ni con Caicedo ni con Sergio García. Sumaba gente en ataque con las proyecciones de Arbilla y Víctor Álvarez, pero los laterales se olvidaban de mirar por el espejo retrovisor. Todo un caramelo para la velocidad de Edgar y Jonathan, los dos ligeritos del Almería que aprovechaban para trepar por las alas y asustar en el área de Casilla. Pero resulta que el Almería también está escribiendo su guion de juego. Hasta el 50% de la plantilla renovó Francisco este verano. Y así, sin un itinerario claro en ninguno de los dos bandos, el partido estaba roto. Y en un duelo sin descanso en la medular, los extremos se relamían, sobre todo los del cuadro andaluz. Así, en una carrera entre Arbilla y Edgar, el lateral blanquiazul cogió de la zamarra al extremo del cuadro andaluz y se llevó la segunda cartulina amarilla. Un minuto fatídico para el Espanyol. Antes Hemed le había arrancado el grito de gol de la garganta a Colotto. El delantero del Almería rechazó en la línea de la portería de Rubén, el derechazo que pescó el argentino en el área. Si con el partido igualado en número de camisetas, el Almería encontraba combustible para correr por las bandas, más espacio encontraron con un hombre de más. Edgar se pegó una carrera de 80 metros, al mejor estilo Bale, para asistir a Soriano en el 1-0. Nadie daba un duro por el Espanyol hasta que el Almería se puso a especular y acabó por pagar su racanería con el tanto final de Sergio García. Un clásico.
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