Fratello le pone deberes a España

A ocho días para el inicio de la Copa del Mundo se le aprecian todavía costuras al juego de la selección española. La importancia de los desajustes dependerá de su capacidad para repararlos y evitar la reincidencia. Ucrania, la selección que dirige Mike Fratello, le dio la réplica más seria y sostenida en lo que va preparación. Nada dramático, ni que pusiera definitivamente en peligro el pleno de victorias en la ristra de amistosos de preparación, a pesar de que España dominaba solo por cuatro puntos a falta de un minuto (67-63).

Sin embargo, el equipo español reincidió en el gran lunar de los amistosos de una fase de preparación que concluirá el lunes, en Madrid, ante Argentina. Volvió a fallar en los triples. Se estrelló con un 0 de 10 para empezar desde la línea de 6,75 metros y concluyó con un 6 de 25 y un 24%. Lejos de tratarse de un aspecto puntual o asilado, esa sucesión de errores retrató sus dificultades para articular satisfactoriamente su juego exterior. Le cuesta al equipo encontrar otras opciones ofensivas, más rapidez, líneas de penetración, incluso algún bloqueo que libere en posiciones más próximas al aro a esos jugadores exteriores.

España hace valer la imponencia de su juego interior, con esa batería formada por los hermanos Gasol, Ibaka, Felipe Reyes y también Claver, pero precisa de otras variantes. Orenga, que no contó esta vez con Rudy Fernández, no logró que su combinaciones, varias veces con dos bases al mismo tiempo en la cancha, dieran resultado.

Ucrania empezó fatal pero se trató de un espejismo. Gladyr dejó en evidencia las dificultades defensivas de los exteriores españoles para echar el lazo a los aleros anotadores, como había sucedido el día anterior con el croata Bogdanovic. Marc y Pau Gasol e Ibaka anotaron con la precisión que les acostumbra, pero también tuvieron que corregir los errores defensivos que les plantearon el joven Natyazkho, formado en la universidad de Arizona y ahora fichado por el Lietuvos lituano, y en alguna fase también por Kravtsov, pívot de los Phoenix Suns.

Los ucranios dominaron en el primer tiempo y hasta que Navarro e Ibaka no desatascaron el ataque con un par de triples y la defensa española se hizo fuerte formando en zona, no acabó de decantarse el triunfo. Sufrió España, pero más que por el temor a la derrota, por lo mucho que le costó encontrar reconocerse en el juego que desplegó.