Sin salvoconducto para el Murcia

Este jueves se consumará el descenso a Segunda B del Real Murcia al no haber aportado el club pimentonero ningún documento nuevo que acredite su solvencia financiera como le solicitó la Liga de Fútbol Profesional (LFP) antes de que venciera el plazo dado hasta el 7 de agosto.

El Real Murcia se ha limitado a remitir un escrito a la LFP en el que se pide una moratoria de año para el cumplimiento de los ratios económicos-financieros que rigen para esta temporada, y que relacionan la deuda a largo y corto plazo con los ingresos previstos. Así el club murciano no cumple ni con el primero (4,5 veces los ingresos) ni con el segundo (2,75 veces), por lo que no puede ser inscrito en la competición de la Liga Adelante.

La Comisión Delegada de la LFP anunciará hoy la decisión de no inscribir al Murcia, de acuerdo con los estatutos aprobados por la Asamblea de la Liga el pasado 18 de junio. “Cualquier otra decisión incumpliría esos estatutos”, señalaron en fuentes jurídicas de los clubes.

Precisamente, el Mirandés, equipo que se beneficiará del descenso del Murcia al ocupar su puesto en Segunda División, ha remitido un escrito oficial a la LFP recordando que impugnarán cualquier tipo de medida de gracia para los clubes incumplidores porque supondría una vulneración estatutaria. El Mirandés entiende que desde el pasado 1 de agosto es ya un club de la Liga Adelante y no aceptará ninguna marcha atrás.

En tanto, en Murcia, a falta de argumentos jurídicos, han optado por sacar la protesta a la calle. Anoche se vivió una manifestación por el centro de Murcia y hoy está prevista otra protesta frente a la sede de la LFP, para la que se han fletado varios autobuses.

Para complicar aún más la situación, el presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), Luis Rubiales, ha salido en defensa del Murcia y de su plantilla de jugadores, al señalar que es “injusta” la decisión de excluir al Murcia porque “se está jugando con la vida laboral de muchos profesionales”.La declaración ha provocado el rechazo absoluto de la plantilla del Mirandés.

En el Racing de Santander, el otro club en dificultades, las aguas bajan más tranquilas. Los documentos presentados acreditan que ha logrado reducir su deuda a corto plazo y cumplir así el ratio exigido.