El Shakhtar se aleja de Donetsk
El club cambia su sede a Kiev y jugará como local en Lviv, después de que seis jugadores se negaran a volver a Ucrania por el conflicto que asedia la región
Shakhtar jugará, de local, a más de 1.000 kilómetros de Donetsk. El club ucranio anunció este miércoles que moverá su sede a Kiev y que jugará los partidos de Liga y de Champions en Lviv, alejándose así del conflicto armado que asedia Donetsk. Es la primera medida del club después de que seis de sus jugadores, los brasileños Alex Teixeira, Dentinho, Ismaily y Fred, así como el argentino Facundo Ferreyra, se negaran a volver a Ucrania tras el amistoso que disputó el Shakhtar el pasado sábado en Francia, contra el Olympique de Lyon.
"No sabemos podremos volver a jugar en el Donbass Arena [el estadio del Shakhtar, en Donetsk]. De momento, disputaremos todos los partidos como locales en el Arena Lviv. Tenemos el permiso para jugar en esta ciudad", anunció Lucescu, entrenador del equipo de Donetsk, en rueda de prensa.
Si no vuelven, pienso que serán los primeros en sufrir consecuencias
La UEFA ofreció al club cuatro sedes para que el equipo pudiera disputar sus encuentros de la próxima temporada y el club finalmente eligió Lviv, al oeste del país. De hecho, este martes el Shakhtar ya estrenó la temporada en esa ciudad ganando al Dinamo de Kiev (2-0), en la Supercopa ucrania.
Pero los jugadores, de momento, siguen sin regresar. “Si no vuelven, pienso que serán los primeros en sufrir las consecuencias”. Con esas palabras Rinat Ajmetov, dueño del Shakhtar, amenazó el pasado domingo a los futbolistas sublevados. El oligarca, aliado histórico del expresidente Yanukóvich, argumentó que algunos jugadores estaban intentando usar la situación que atraviesa el país para rebajar sus cláusulas de rescisión. "Si alguien quiere reducir estas cifras en algún millón, la decisión está en nuestras manos. ¡No habrá una liquidación!", reiteró Ajmetov en un comunicado publicado en la web del club. En la misma línea se pronunció Lucescu, técnico del Shakhtar, que añadió que los jugadores brasileños estaban actuando influidos por su agente, Kia Zhoorabkhyan, británico de origen iraní. "Quiere llevarse gratis a los jugadores", criticó en una entrevista al diario ucranio Segodnya. Incluso llegó a decir que el agente los estaba "secuestrando".
El pasado 7 de abril, en Donetsk, la quinta ciudad ucrania en población y capital de la región minera del Donbás, un grupo de activistas prorrusos tomó los principales edificios gubernamentales y proclamó la llamada República Popular de Donetsk. Los esfuerzos del Gobierno ucranio por retomar la región provocaron una espiral de violencia, que ha vuelto al primer plano de la actualidad internacional desde que, el pasado jueves, el vuelo MH17 de Malaysia Airlines fuera abatido por un misil, matando a 298 personas.
Este mismo miércoles los ucranios aseguraron que los prorrusos habían derribado dos de sus cazas en la localidad croata de Díakovo, y el otro sobre Dmítrovka, en la región de Marínovka, próxima a la frontera administrativa de la región de Donetsk.
"Estamos hablando con los jugadores, asegurando que Ucrania es lo suficientemente seguro para para jugar y vivir aquí. Es nuestra máxima prioridad ahora, porque la gente está asustada. Si no conseguimos convencerles, buscaremos otras formas de arreglar la situación", explicó Sergei Palkin, director ejecutivo del club, en una entrevista publicada en la web del Shakhtar.
Otro futbolista, el argentino Sebastián Blanco, tampoco tiene intención de volver a Jarkov, la segunda ciudad más grande el país, donde juega su equipo, el Metalist, tercer clasificado de la Liga Premier de Ucrania la pasada temporada. "Me da temor regresar. Vamos a jugar al fútbol, no a poner mi vida en riesgo. No volví después de las vacaciones pero fue consentido con el club", contó a la cadena Fox Sport.
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