Terceros y a mucha honra

Final de consolación, el partido menos deseado, el trámite más doloroso... Todo un abanico de fórmulas literarias que se refieren a la misma situación, al partido que disputaron Brasil y Holanda, y que terminó con una goleada de la 'oranje' (0-3). Para ninguna de las selecciones fue plato de buen gusto, pue se juntaron la anfitriona, vapuleada por Alemania delante de su país en semifinales (1-7), y Holanda, subcampeona en 2010, y derrotada en la tanda de penaltis por Argentina (2-4), aunque el conjunto de Van Gaal celebró con cierta alegría la victoria.

Pero no siempre el bronce supo amargo. Hay selecciones que encontraron la dulzura en el tercer escalón del podio. Suecia, Polonia, Turquía e incluso la hoy finalista Alemania, celebraron como un triunfo la victoria en la final desenfocada. Así fueron las gestas de los terceros felices:

Mundial 1982: Polonia, 3 - Francia, 2

En un espacio de ocho años Polonia supo lo que era encontrarse bajo la mirada del fútbol de máximo nivel. No le importó que fuera desde la tercera línea, pues allí también llega la luz. En 1974 y 1982 se vistió de bronce casi de manera consecutiva (en 1978 fue eliminada en segunda ronda). Aquel vestido es hasta la fecha el más lustroso de su armario, como para no exhibirlo. El de 1982 no fue un torneo sencillo para los polacos, a los que entrenaba por entonces Antonie Piechniczek.

Ante Italia y Camerún no fue capaz de marcar, empató ambos encuentros (0-0) y se jugó el pase a la siguiente fase en el tercer partido ante Perú, al que goleó 5-1. Con esa victoria fue primero de grupo y consiguió el pase para la siguiente ronda, que en aquella edición se disputaba en una nueva liguilla. Polonia quedó emparejada con Bélgica y con la Unión Soviética, y con una victoria ante los primeros (3-0) y un empate después, se clasificó para semifinales. Ante Italia terminó el sueño de Polonia, ya que fuer derrotada por Italia (2-0). Sin embargo, en la final de consolación ante Francia volvieron a sumar un tercer puesto al derrotar al equipo de Michel Hidalgo por 3-2.

Mundial 1994: Suecia, 4 - Bulgaria, 0

Seguramente Zlatan Ibrahimovic haya envidiado en más de una ocasión a aquellos compatriotas suecos que fueron protagonistas en el Mundial de 1994, celebrado en Estados Unidos. Encuadrada en el grupo B con Brasil, el conjunto dirigido por Tommy Svenson empató con La Canarinha en el último encuentro de la primera fase, lo que le valió para conseguir la segunda plaza por delante de Rusia y Camerún. En octavos quedó encuadrada con Arabia Saudí, a la que derrotó con facilidad por 3-1. En cuartos las cosas se complicaron ante Rumanía. El encuentro terminó en empate (1-1), y los rumanos se adelantaron en la segunda parte de la prórroga por medio de Radiocoiu. A falta de cinco minutos para el final Andersson igualó el marcador (2-2), por lo que se decidiría todo en los penaltis. Un error de Belodedici en el último lanzamiento dio el pase a los suecos para las semifinales.

El azar quiso juntar de nuevo a Suecia con Brasil. Pero en esta ocasión, un solitario gol de Romario en el minuto 80 dejó sin capacidad de reacción a los de Svenson, que se encontrarían en la lucha por el tercer puesto con Bulgaria, que había sido derrotada por Italia en la otra semifinal (2-1). El partido se rompió en el minuto 8 con un tanto de Brolin, al que se unieron después Mild, Larsson y Andersson. El encuentro consagró a aquella selección que, sin embargo, cuatro años después no logró clasificarse para el Mundial de Francia.

Mundial 1998: Croacia, 2 - Holanda, 1

Hasta el Campeonato del Mundo de 1998 en Francia, Croacia no había competido como selección independiente (cuando se desmembró de la antigua Yugoslavia). En su primera participación, los Suker, Prosinecki y Jarni entre otros, consiguieron el que es hasta la fecha el mejor resultado de la historia de la joven selección balcánica. Tras quedar segunda por detrás de Argentina en el grupo H, el conjunto de Miroslav Blazevic se topó con Rumanía en octavos. Un gol de Suker de penalti fue suficiente para alcanzar los cuartos, donde les esperaba Alemania. Aquel encuentro demostró la calidad de los jugadores de Croacia, que pasaron por encima de Alemania 3-0.

En semifinales, sin embargo, la Francia de Aime Jacquet, en la que jugaban entre otros el actual seleccionador francés, Didier Deschamps, además de Henry, Trezeguet, Zidane, y que acabarían conquistando el título al derrotar a Brasil 3-0 en la final, les superaron 2-1 con un doblete de Thuram. Ante Holanda consiguirían, eso sí, la medalla de bronce gracias a un gol de Suker (2-1).

Mundial 2002: Corea del sur, 2 - Turquía, 3

“Hay una gran diferencia entre ser terceros o ser cuartos. Haremos todo lo posible por ganar”. Poco se parecen estas palabras, pronunciadas en 2002 por Guus Hiddink, seleccionador de Corea, a las que soltó este viernes Van Gaal. “Los partidos por el tercer puesto no deberían ser jugados”, dijo el técnico de Holanda.

En 2002, Turquía y Corea afrontaban la final de consolación como el broche perfecto a una digna actuación mundialista. Los turcos fueron emparejados con Brasil, que a la postre alzó la Copa, en la fase de grupos. Pasó a octavos tras empatar con Costa Rica y golear a China y alcanzó las semifinales después de apear a Japón y a Senegal. La Canarinha se ocupó de acabar con el sueño turco con un solitario gol de Ronaldo. Sin embargo, una tercera plaza seguía siendo una recompensa formidable.

Por tercera vez, la selección anfitriona aspiraba a colgarse la medalla de bronce. Sin embargo, Turquía dio la sorpresa e impidió que Corea acabara por todo lo alto su Mundial. De hecho, poco tardaron en dar el primer golpe, después de que Hakan Sukür marcara el gol más precoz de la historia de los mundiales, a los 11 segundos del pitido inicial. Un doblete de Mansiz acabó por certificar la tercera plaza para los turcos.

Mundial 2006: Alemania, 3-Portugal, 1

En 2006, por cuarta vez, el anfitrión se tuvo que conformar con jugar el partido por el tercer puesto. Alemania venía de caer en semifinales ante Italia (2-0), con goles Grosso y Del Piero en la prórroga, pero Klinsmann, que entonces dirigía al combinado germánico, consiguió enderezar a un equipo en recomposición tras la debacle de la Eurocopa de 2004, donde no superaron la primera ronda y se fueron sin ganar un partido. En el banquillo rival se sentaba Scolari, el mismo que ahora afronta este partido con poco que ganar y tanto que perder. Un doblete de Schweinsteiger y un gol en propia de Petit fueron suficientes para doblegar a la selección lusa. 

Alemania celebró el tercer puesto y acabó el Mundial con la sensación de haber hecho los deberes. Gobernaron la fase de grupos con autoridad, con pleno de victorias ante Ecuador, Costa Rica y Polonia, en octavos se deshicieron de Suecia (2-0) y en cuartos pasaron a semifinales tras ganar a Argentina en la tanda de penaltis.