Nibali resiste a Contador

Alberto Contador, con su equipación fluorescente del Tinkoff-Saxo, y Vincenzo Nibali, con el maillot amarillo de líder, deslumbraron en la niebla de Gérardmer. Allí ofrecieron un hermoso espectáculo en las exigentes rampas de La Mauselaine, una subida de 1,8 kilómetros y con un desnivel del 10,3%, en la primera etapa de media montaña de la ronda gala. El ciclista madrileño atacó al líder del Tour de Francia en repetidas ocasiones, pero no logró descolgarle de su rueda hasta los últimos 50 metros de la octava etapa. Allí, Contador arañó tres segundos, una ventaja simbólica más que nada. Nibali conserva su posición de líder y demostró que está preparado para la batalla que comenzó a plantear el corredor de Pinto en este tríptico de etapas montañosas en los Vosgos. Su adversario, Contador, exhibió su gran condición física y demostró que no se lo va a poner fácil al transalpino.

Las rampas de Gérardmer y el diluvio que golpeó una vez más al pelotón en el este de Francia desfavorecieron a Valverde, que perdió 19 segundos sobre el dúo de virtuosos. El portugués Rui Costa también tuvo dificultades para llegar a meta, 44 segundos después de Contador, mientras el polaco Kwiatkowski se hundió con su maillot blanco de mejor joven de la prueba, con más de 1 minuto y 30 segundos de desventaja sobre el corredor de Pinto. El australiano Porte, nuevo líder del Sky tras el abandono de Chris Froome, y los franceses Thibault Pinot, para la Française des Jeux y Jean-Christophe Péraud, para la Ag2R-La Mondiale, salvaron la cara al terminar la etapa entre Nibali, tercero, y Valverde, que acabó séptimo.

Los líderes habían decidido dejar la victoria, por primera vez en este Tour de Francia, a los escapados. Hasta entonces, Kittel, por tres veces, Nibali, Greipel, Boom y Trentin se habían llevado una etapa gracias a su fuerza, su inteligencia táctica o su picardía. Tres franceses, Kadri, Petit y Chavanel, con el holandés Terpstra y el británico Simon Yates, aprovecharon el despiste de los favoritos para disputarse el triunfo. Cogieron rápidamente una ventaja de hasta 11 minutos sobre la multitud. Pero la fuga se dislocó en la ascensión del primer puerto, el Col de la Croix des Moinats, que culmina a 891 metros, con rampas de hasta el 10% y una media del 6% sobre 7,6 kilómetros, y en el que atacó Sylvain Chavanel. Petit, Yates y Terpstra no pudieron aguantar el ritmo, y solo Blel Kadri fue capaz de dar el salto y unirse a la fuga del clásicomano francés. El panache de Chavanel no tuvo recompensa ya que Kadri le descolgó de su rueda unas curvas después y se fue en solitario hasta la meta. Kadri, con 27 años, firma así el mayor triunfo de su carrera.

El mal tiempo acompaño una vez más a los corredores. Un chaparrón golpeó al pelotón y a los seguidores de la prueba pocos antes de que subiera el asfalto. Eran 16.30 y aún faltaban los tres primeros puertos del Tour y 40 kilómetros por recorrer. Eso fue antes de que Contador y Nibali deslumbraran entre la niebla y escribieran en la piedra el primer episodio de un mano a mano como los de antes.