Nigeria se planta

La selección nigeriana se retiró sin previo aviso de la sesión de entrenamiento que celebraban en Campinas ayer jueves, cuatro días antes del partido de octavos de final contra Francia, para forzar a la Federación Nigeriana de fútbol a pagarles sus primas antes del crucial encuentro del lunes. Como sucedió ya hace días con su homólogo ghanés ante la amenaza de huelga de las Estrellas Negras, el presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, telefoneó a algunos líderes del vestuario para asegurarles que el equipo recibirá su bonificación antes de la finalización del torneo. El conflicto procede de la Copa Confederaciones de 2013, cuando los jugadores afirman que no recibieron los pagos prometidos, y viene determinado por la incapacidad que alega la propia Federación de abonar esas bonificaciones hasta que no reciba las sumas de dinero estipuladas por la FIFA en concepto de premios.

Las Super Águilas mantienen también una disputa por la cantidad de las primas: los futbolistas creen que deberían recibir 22.000 euros por cabeza más por su calificación a octavos, que se sumarían a los 11.000 euros ya acordados por su victoria y empate contra Bosnia e Irán, respectivamente, en la primera fase. El seleccionador, Stephen Keshi, ha insistido varias veces en que la disputa no afectará el rendimiento del equipo, pese a las reticencias de la prensa del país africano. Uno de los dos capitanes del equipo, Joseph Yobo, afirmó el día antes del comienzo del Mundial que “no se puede impedir a los jugadores reclamar por sus derechos. No estamos demandando nada que no sea usual. Mi misión como capitán es asegurar que mis jugadores sean felices. Pero nosotros jugamos por nuestro país, no por dinero”.

Tras la amenaza de huelga de Camerún días antes de la Copa y los graves problemas sufridos por la selección ghanesa durante el torneo por motivos similares, la FIFA afirmó esta mañana que en próximas ediciones de la Copa del Mundo “habrá que asegurarse de que hay un acuerdo previo entre los futbolistas africanos y sus federaciones”. “Se trata de algo muy triste”, concluyó el secretario general de la entidad, Jerome Valcke.