Piqué se retira del entrenamiento

“Esto es un Mundial”, dijo ayer casi ofendido Albiol cuando se le insinuó que jugar contra Australia podía ser un marrón por lo mucho que tiene España a perder y porque, salvo el orgullo, hay poco a ganar. “Somos profesionales, queremos acabar lo mejor posible y por eso trabajamos”, explicó el central que se perfila como titular, sobre todo después de que Gerard Piqué se retirara del entrenamiento con molestias en los aductores de la pierna derecha.

A falta del dictamen oficial de los galenos de la federación, difícilmente estará Piqué en condiciones de enfrentarse a Australia el próximo lunes. El zaguero catalán no participó en el partido contra Chile, cuando Javi Martínez ocupó su puesto, una decisión que le señaló tras la goleada ante Holanda, por mucho que el seleccionador Vicente del Bosque se esforzara en asegurar que los cambios introducidos en el equipo –Xavi tampoco fue titular- no tenían nada que ver con la debacle de Salvador de Bahía. Una decisión que lógicamente molestó al central, por más que no acabara la temporada de la mejor forma, toda vez que una fisura en la cadera -en un encontronazo con Diego Costa en los cuartos de final de la Champions- le hiciera dejar los terrenos de juego por un mes y medio, recuperado a última hora y con urgencias para el duelo definitivo de la Liga, en la última jornada, ante el Atlético.

La baja en el entrenamiento de Piqué hizo que en el partidillo ordenado por Del Bosque se enfrentara un equipo con nueve jugadores de campo contra uno de 10. Al inicio del entrenamiento, repartió petos de color rosa entre Juanfran, Albiol, Piqué, Koke, Busquets, Mata, Xavi, Cazorla, Villa y Fàbregas, pero la baja del zaguero catalán dejó a ese equipo, que se perfila como titular, con uno menos. Lógicamente, perdía el duelo y a Cesc poca gracia le hacía. Sus quejas por la desigualdad iban a más hasta que Del Bosque le ordenó que se cambiara de equipo, dándole el peto a Xabi Alonso. "Llevo muy mal ser suplente", reconoce Cesc. Y en Brasil lo ha sido, hasta el punto de que solo ha jugado un cuarto de hora, tercer cambio de Del Bosque cuando España ya perdía 1-4 ante Holanda.

Al final del partido, cuando los futbolistas reponían fuerzas bebiendo agua, Del Bosque se acercó al futbolista del Chelsea y, de espaldas a las cámaras, algo le dijo. La cara de Fàbregas no era la de haber recibido una felicitación, precisamente. “No le veo nada extraño, igual de afectado que todos, sí”, contó Albiol al ser preguntado por el estado anímico de su compañero.

Acabado el entrenamiento, Ángel María Villar, presidente de la RFEF que asistió al último entrenamiento de la selección, invitó a comer a toda la selección.