Froome da el susto, pero sigue líder

El británico Chris Froome ha cruzado este viernes la meta de la sexta etapa con muchos daños sobre el costado izquierdo. Tenía el codo y la cadera ensangrentados, además de la camiseta rasgada. El líder de la Dauphiné se fue al suelo junto al italiano Vanotti (Astana) en una curva sencilla en un descenso a falta de siete kilómetros para la meta, mientras el pelotón iba persiguiendo a los escapados en cabeza de la carrera. Radio Course anunció en principio que Froome había sufrido un percance, pero las imágenes de la televisión francesa despejaron las dudas. El Belga Jan Bakelants (Omega Pharma-Quick Step) se ha llevado la etapa, tras batir en un sprint a su último compañero de fuga, el holandés Lieuwe Westra (Astana).

Tras la caída de Froome, el pelotón se quedó paralizado. El equipo del líder británico decidió frenar al grupo en los últimos kilómetros para que volviera su jefe de fila. El pelotón no protestó y con deportividad aceptó el regreso de Froome. Alberto Contador constató los daños al colocarse en el final, como lo suele hacer desde el inicio de la carrera, junto a su máximo rival.

El líder de la Dauphiné ha asegurado ante los medios de comunicación tras finalizarse la etapa que le dolían sus heridas en el codo, la cadera y el costado izquierdo, pero que no tenía nada roto. "Es algo muy menor", ha afirmado el británico, que agradeció a sus rivales por haberle esperado. "Han mostrado mucho respeto para mí y un gran espíritu deportivo. Voy a ver mañana por la mañana (sábado) cómo me siento, porque tenemos una etapa difícil por delante", prosiguió.

El final caótico de la sexta etapa benefició a dos corredores, el belga Jan Bakelants y el holandés Lieuwe Westra que se disputaron la victoria en una lucha muy apretada. A pesar de la maniobra de su rival, que intentó cerrarle contra la valla a 50 metros de la meta, Bakelants se las arregló para ganar y levantó los brazos al cielo. "Mi temporada ya es un éxito parcial", declaró.