“El fútbol es ganar”
Koke repasa su mágico año, su trayectoria deportiva y personal, el papel de Simeone y las diferencias entre el Atlético y La Roja
Koke Resurrección (Madrid, 22 años) no habla mucho, pero sabe lo que dice. Nació en Vallecas y está orgulloso de sus raíces. Vive en un sueño tras ser campeón de Liga con el Atlético y vestir por primera la camiseta de la selección en un Mundial, el de Brasil.
Pregunta. Usted, nacido en el corazón de Vallecas, se ha ido a vivir a [la urbanización] La Finca. ¿Qué dicen sus colegas?
Respuesta. Flipan un poco porque la verdad es que es un cambio muy radical, Vallecas es un barrio humilde de gente currante. No quiero decir que en La Finca no haya gente currante, pero es diferente. La verdad es que está a 10 minutos, así que estoy al lado del barrio y me pilla cerca del entrenamiento y del estadio. Es muy cómodo. Conoces gente nueva a medida que te haces mayor, pero mis amigos son los mismos con los que jugaba en la calle.
P. ¿Ninguno se dedicó al fútbol?
R. Bueno, alguno llegó a jugar en el filial, como Josua. Y a Negredo, que era vecino, le conozco de toda la vida, somos de cuadrillas pegadas. Nos conocemos de siempre. Me llevo muy bien con él. Una pena que al final se haya quedado fuera [del Mundial], pero el seleccionador ha tomado esa decisión y hay que respetarla.
P. Su familia es la propia de un barrio como ese en el que se crió. ¿Por eso trabaja tanto en el campo?
R. Puede. Mi madre trabajó fuera de casa hasta que se dedicó a llevar la casa y mi padre, en la Heineken, llevaba los palés y eso, un currante, vamos. Puede ser que lo que he aprendido en casa se refleje en mi manera de jugar. Me enseñaron que te tienes que currar las cosas para ganártelas. Igual ese es el reflejo en el campo.
P. Dicen de usted que es tímido, pero muy cachondo. ¿Qué parte le define más?
R. Las dos, al principio soy tímido, pero cuando me suelto, me suelto. Mi novia dice que donde no soy tímido es en el campo, me lo dice mucho. “Cómo eres jugando y luego, ¡cómo te cuesta!”. Sí, soy tímido y cachondo a la vez. No sé, un tío normal, de Vallecas.
P. ¿Y del Atlético de toda la vida o solo fachada?
R. No, del Atlético de toda la vida, es un sentimiento. Del Atleti se nace. Mi abuelo ya era socio. Y yo tenía la habitación llena de banderas, de fotos. Recuerdo que mi primer autógrafo me lo firmó Juninho. Iba al campo todos los domingos. No me podía pagar el abono, pero como jugaba en las divisiones inferiores me dejaban pasar. Iba con mi hermano, que sí tenía carnet.
En la selección corre más la pelota; en el Atlético, el jugador
P. Cuando jugaba en las inferiores del Atlético, decían que iba a ser el nuevo Xavi. ¿Se lo creía?
R. Qué va, no me lo creí nunca. Xavi es único, no hay uno igual ni lo habrá. Ni de Vallecas ni en la China ni en ningún lado saldrá uno como Xavi en la vida. Había gente que lo decía pero vamos, para nada. Yo me fijaba mucho en él y en Iniesta, eso es verdad, me fijaba en ellos porque son buenísimos, pero de ahí a creérmelo, en absoluto. Yo bastante tenía con llegar al primer equipo, ese era mi único sueño. Ni siquiera ahora se me pasa por la cabeza ser la mitad de lo que ha sido Xavi.
P. Y ahora que le conoce, ¿cómo es Xavi?
R. Como yo, un tío normal. Me sorprendió el primer día porque me trató como si llevara con ellos toda la vida. Él y todos. Son muy buena gente.
P. Xavi dice que no concibe el fútbol sin el balón. ¿A usted le pasa lo mismo? ¿Qué es lo que más le gusta de tener el balón?
R. A mí lo que más me gusta hacer en un campo de fútbol es ganar. El fútbol es ganar. Si ganas, eres feliz. Me gusta tener la pelota, pero he ido aprendiendo a saber sufrir en el campo, tiene su cosa. El éxito del Atlético este año tiene mucho de eso, de haber sabido sufrir. Las cosas saben mejor cuando aprendes a sufrir por lo que quieres. Pero lo importante es jugar bien, darlo todo, porque entonces te vas contento a casa.
P. Piqué decía que como culé que es pierde los partidos del Barça dos veces. ¿A usted le pasa lo mismo?
R. Sí, yo iba al Calderón de niño y sufría. Yo sé lo que sufren en la grada. Por eso me duele más perder. Por mí, pero sobre todo, por ellos.
P. ¿Es muy crítico consigo mismo?
R. Sí, mucho. Cuando no juego bien me voy muy fastidiado, pero no suelo mirar los partidos, igual alguna final. Eso sí, los repito en mi cabeza, me cuesta olvidarlos.
P. ¿Una derrota como la de Lisboa se olvida?
R. En la vida, es demasiado dolorosa, por cómo la perdimos. Fue cruel. Hay que pasar página, pero hay cosas en la vida que no se olvidan jamás.
P. ¿Tampoco ganar una Liga en el Camp Nou?
R. Para eso tampoco hay palabras, contra el Barcelona y en su estadio, no hay palabras.
P. ¿Qué le ha enseñado El Cholo Simeone?
R. A ser un ganador. Vino con una filosofía: ganar y vivir el momento. Me ha enseñado a pensar en ganar por encima de todo y en cada momento.
P. Tal vez por eso Del Bosque habló de la mirada de Koke para ilustrar el hambre que necesita este grupo. ¿Le avergonzó?
Xavi es único. No saldrá otro como él, ni en Vallecas ni en la China
R. No, es para sentirse orgulloso. Te dan más ganas de seguir trabajando, de aportar cosas al grupo. Si el míster ha visto algo en mí, bueno es. Si puedo aportar algo lo voy a hacer, lo que sea. Desde donde sea, si me toca jugar jugando... Si no, en el banquillo. Hay que estar unido y esa es la clave del éxito, saber que todos somos titulares, aunque no juguemos. Ese es el camino que llevó a este equipo a ganar y eso es lo que hemos aprendido los que venimos detrás, eso nos lo enseñaron los que llevan tantos años ganando. Pero a este equipo no le falta hambre, se lo digo yo, para nada. Lo ha ganado todo pero no ha perdido la ilusión y se le nota. Además hay gente nueva que no hemos ganado nada.
P. ¿Dónde vivió la final de Sudáfrica?
R. En Las Rozas, concentrado. Íbamos al Europeo sub-19.
P. ¿Se siente un producto muy de la federación?
R. Sí, absolutamente, ha sido determinante en mi formación. Yo fui al primer torneo con la selección cuando tenía 15 años un verano y a partir de ahí he estado en todas las categorías inferiores. Me siento muy formado, tengo las dos filosofías, la del Atlético y de Las Rozas, la del sufrimiento y la del toque.
P. ¿Cambia mucho trabajar en la selección a hacerlo en el Atlético?
R. Absolutamente, cuando llegas aquí el primer día te das cuenta de que en la selección corre más la pelota y en el Atleti, el jugador.
P. ¿Usted se hubiera imaginado que acabaría jugando un Mundial?
R. Nunca. Lo soñaba de niño cuando lo veía por la tele, pero cuando empiezas lo ves imposible.
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