La Roja ya está en América

La expedición de la selección española de fútbol ha llegado a Estados Unidos a las ocho de la tarde de este lunes (dos de la madrugada en la España peninsular) tras un vuelo que duró ocho horas y que partió con casi una hora de retraso. La Roja fue recibida en la pista del aeropuerto de Baltimore con los honores propios del campeón del mundo, con los bomberos bañando con sus mangueras el paso del avión de Iberia. En la terminal, unas100 personas ataviadas con uniformes de España dieron una cariñosa bienvenida a los hombres de Vicente del Bosque, que se trasladaron posteriormente a Washington, donde cenaron a base de hidratos de carbono y proteínas.

En el vuelo, que recorrió 6.294 kilómetros, los futbolistas, atendiendo el consejo de los médicos de la federación, hicieron lo posible por mantenerse despiertos, a base de lectura, jugando al parchís y básicamente, viendo vídeos. Una de las películas que más interés despertó en el pasaje fue el taquillazo español de la temporada, Ocho apellidos vascos, de Emilio Martínez Lázaro.

El conjunto español comenzará a entrenarse la tarde de este martes en la Universidad Católica de Washington para ultimar su preparación ante el Mundial, preparación que incluye cuatro entrenamientos y un amistoso contra El Salvador. Los días en la capital de Estados Unidos han de servir, también, para acostumbrarse a la humedad con la que tendrán que jugar una vez se inicie el torneo. El próximo domingo, 8 de junio, la expedición volverá a embarcarse en el Airbus Juan Carlos I para dirigirse a Curitiba, en el sur de Brasil. El equipo se alojará en el complejo Caju, la Ciudad Deportiva del Atlético Paranaense, en donde, además de concentrarse, aguardará la visita oficial de Dilma Rousseff, presidenta de Brasil.

El objetivo de Del Bosque es recuperar a Diego Costa, que este lunes realizó un entrenamiento especial en Las Rozas antes de recibir la visita del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que acudió a despedir a los campeones por la mañana.

Costa participó en un rondo y en un partido y se le vio tocar el balón sin aparentar dolor, alimentando el optimismo sobre su recuperación a tiempo de participar en el estreno mundialista contra Holanda, el 13 de junio en Salvador de Bahía.