La Liga de Campeones es para ricos
En la última década, solo tres equipos que no figuran entre los 10 con mayores ingresos llegaron a la final: el Oporto y el Mónaco, que se midieron en 2004, y ahora el Atlético
La Champions la suelen ganar los mejores. Pero también los más ricos. La plutocracia domina el fútbol de élite. Manda el dinero en la máxima competición continental: en la última década solo tres clubes que no figuran entre los 10 más ricos de Europa han conseguido llegar a la final: el Oporto y el Mónaco, que se disputaron el campeonato de 2003-2004 a favor de los portugueses; y el Atlético, que jugará la final de Lisboa este sábado frente al Real Madrid.
El Madrid es el club más rico de Europa, el que más ingresos genera, frente a los rojiblancos que aparecen en el vigésimo puesto, con datos del último informe Football Money League, que elabora la consultora Deloitte correspondientes a la temporada 2012-13.
La clasificación, en función de sus cifras de facturación, está liderada por Real Madrid y el FC Barcelona, que ingresaron 519 y 483 millones, respectivamente, lo que da más relevancia (económica) al campeonato de Liga que alcanzó el pasado sábado el Atlético de Madrid, con sus apenas 120 millones de facturación.
El equipo presidido por Florentino Pérez factura 4,3 veces más que el que preside Enrique Cerezo
Será difícil que se repita el milagro en el Estadio de la Luz de Lisboa si atendemos solo a los precedentes económicos de la competición líder de la UEFA, cada vez más reservada a los equipos potentados, como pone de manifiesto el estudio Cuando la Champions habla español... de José María Gay de Liébana, profesor de Economía en la Universidad de Barcelona.
Tras los clubes españoles, la tercera plaza de los acaudalados de la Champions la ocupa el Bayern de Múnich, seguido del Manchester United, el PSG, el Manchester City, el Chelsea, el Arsenal, el Juventus y el Milan. De ese top 10, han salido también todos los semifinalistas y los cuartofinalistas de la presente edición de la Champions, con la honrosa excepción del club dirigido por El Cholo Simeone.
La situación se acentúa año tras año y la brecha entre clubes poderosos y modestos se hace mayor, al menos para llegar lejos en la Champions. Por ejemplo, en la final disputada en 2000 entre el Madrid y el Valencia, la diferencia de facturación entre ambos era de poco más del doble (164 millones de ingresos de los blancos frente a 69 de los valencianos). Ahora la relación de los merengues frente a los colchoneros es de más de cuatro a uno (4,3 veces en concreto).
El Cardiff, último clasificado de la Premier, ha cobrado lo mismo por derechos televisivos que el Atlético (46 millones)
El equipo presidido por Florentino Pérez factura 4,3 veces lo que el que preside Enrique Cerezo. Y esa desigualdad en la generación de ingresos se traslada a la capacidad de gasto: el Real gasta 4,1 euros por cada euro de gasto en que incurre el Atlético. El club de Chamartín recompensa a sus jugadores con salarios (246 millones) que cuadruplican los de los rojiblancos (64 millones). La desigualdad en ingresos por televisión también aturde: el Cardiff, último clasificado de la Premier, ha cobrado lo mismo que el campeón de la Liga española (46 millones).
“Esa fuerza económica se traduce sobre el terreno de juego”, apunta Gay de Liébana. No habrá grandes cambios en el futuro porque la deuda ahoga al Atlético mucho más que a sus vecinos, con un pasivo de 543 millones, superior al del Real Madrid (541 millones). Pero las finanzas no son infalibles en el fútbol. El sábado saldrán a escuchar el himno de la Champions 11 jugadores titulares por cada equipo. Y cuando acabe el partido, recogerá la Copa el capitán del equipo que más goles meta, no necesariamente el más rico.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.