Navarro alivia el dolor azulgrana
El Barcelona se adjudica la tercera plaza al vencer al CSKA con un buen partido de su capitán y de sus pívots (93-78)
Levantarse después de perder la semifinal es difícil, hacerlo después de caer por 38 puntos en la mayor paliza recibida desde hace 37 años a manos del rival por excelencia, el Real Madrid, todavía lo es mucho más. Navarro lideró a su equipo en la oportunidad terapéutica que brinda el inoportuno partido por el tercer puesto. Se salió con la suya el Barcelona frente a un CSKA de Moscú igualmente magullado por su inexplicable derrota en la semifinal ante el Maccabi Tel Aviv, tras desperdiciar una renta de 15 puntos en los últimos 11 minutos.
Los tirones individuales en un partido de guante blanco. Navarro, Lampe y Dorsey animaron el juego y el ánimo del Barcelona. A medida que aumentó el fragor de la batalla que lleva implícito todo partido, el Barcelona fue disipando su tremenda decepción por el vapuleo sufrido dos días antes frente al Real Madrid.
Xavi Pascual descartó para el partido a Lorbek y Pullen y dio entrada en el quinteto titular a Nachbar. Messina mantuvo sus esquemas habituales. El CSKA tomó carrerilla gracias a las evoluciones de Kaun cerca del aro. El Barcelona reaccionó. Sada repartió cuatro asistencias, Lampe anotó dos triples y Navarro irrumpió en la cancha con la soltura y el acierto que no se le recordaban desde que se lesionó hace un mes ante el Galatasaray.
Barcelona, 93-CSKA Moscú, 78
Barcelona: Marcelinho (7), Oleson (8), Papanikolaou (7), Nachbar (9), Tomic (6) –equipo inicial-; Dorsey (9), Sada (2), Abrines (3), Navarro (20), Todorovic (0), Hezonja (5) y Lampe (17).
CSKA Moscú: Teodosic (6), Weems (8), Khryapa (2), Vorontsevich (7), Kaun (13) –equipo inicial-; Micov (7), Fridzon (7), Pargo (9), Krstic (11) y Hines (8).
Parciales: 21-24, 29-23, 19-17 y 24-14.
Árbitros: Lottermoser (Alemania), Rocha (Portugal) y Nuran (Turquía).
Mediolanum Forum de Milán. 11.843 espectadores. El Barcelona se adjudica la tercera plaza de la Euroliga.
El Barcelona fue tomando ventaja gracias a su abismal superioridad en el rebote. Sus pívots cazaron todos los balones sueltos, con un poderoso Dorsey al frente que contó hasta 12 rebotes. Gracias a ello el Barcelona pudo manejar el juego con una relativa tranquilidad, a pesar de que sumó muchas más perdidas que el equipo ruso.
Messina se encontró con un dilema porque Kaun y Krstic sumaron en ataque pero no fueron capaces de plantear batalla en la lucha por el rebote. El Barcelona capturó 20 rebotes más que el CSKA. Siendo así, con Navarro enchufado, autor de 20 puntos en los 17 minutos que estuvo en la cancha, y un magnífico porcentaje del 59% en los triples (10 de 17), el Barcelona allanó el camino hacia un triunfo que no repara pero al menos le alivia.
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