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“La Copa de Europa es la pasión y la obsesión del Madrid”

Pedro Ferrándiz y Lolo Sáinz, exentrenadores del Real Madrid, repasan momentos históricos y al actual equipo de Laso

Faustino Sáez
Pedro Ferrándiz y Lolo Sáinz en el domicilio del primero.
Pedro Ferrándiz y Lolo Sáinz en el domicilio del primero.p.olivares

Dos leyendas de la canasta abrazadas con fruición. Una imagen que compendia 30 años de la enciclopedia del Madrid de baloncesto y el 70% de las vitrinas del equipo blanco. A un lado, Pedro Ferrándiz (Alicante, 1928), pionero, iconoclasta, mito y refundador del baloncesto en España. El palmarés más laureado del club con 12 Ligas, 11 Copas y 4 Copas de Europa en sus 12 años de entrenador. Al otro, Lolo Sáinz (Tetuán, Marruecos, 1940), el discípulo aventajado que heredó la pizarra y prolongó los éxitos de su antecesor tras participar de ellos como jugador durante nueve temporadas. En su currículo en el banquillo madridista: 8 Ligas, 5 Copas y 2 Copas de Europa en 14 años. Nadie ganó más que ellos en la casa blanca.

Tres días antes de la Final Four y 50 años después de la primera corona del Madrid en Europa, EL PAÍS reúne, con el anfitrionaje de Ferrándiz en su casa de Alicante, a los dos técnicos más laureados de la institución. Los guardianes de la memoria repasan el álbum de recuerdos y elogian al actual equipo de Laso por recuperar "la esencia y el encanto de antaño". Esta tarde, en la 16ª final de su historia, los blancos buscarán la Novena ante el Maccabi de Tel Aviv. Un cartel vintage para una rivalidad clásica gracias a nombres como Corbalán, Aroesti, Brabender, Berkowitz, Szcerbiak, Fernando Martín y Williams. El duelo más repetido en la historia de la Copa de Europa: 50 veces con la de hoy Milán (29 victorias del Madrid por 20 del Maccabi).

Pedro Ferrándiz. ¿Tú sabes lo que son 12.000 espectadores en cada partido? En Fiesta Alegre en los años 60 había 3.000 y pico y en el pabellón de la Ciudad Deportiva 5.000. Ahora el Palacio se llena siempre. La gente no es tonta y el equipo de Laso les ha enganchado. Juegan de memoria, entusiasman y son el reflejo de la filosofía y el estilo que hace 50 años cimentó la gloria del club.

Lolo Sáinz. Les queda por ganar la Copa de Europa, nada más y nada menos. La culminación para el Madrid es este título y es lo que les haría poner en valor el recorrido tan espectacular que llevan. La Copa de Europa es la pasión y la obsesión de este club.

Son el reflejo de la filosofía que hace 50 años cimentó la gloria del club Pedro Ferrándiz

P. F. Yo he estado 20 años aburriéndome con estos grandes estrategas que jugaban al ajedrez. Ahora este Madrid de Laso es un reflejo, superado 1.000 veces, de la idea original de nuestro equipo. Es la esencia de siempre perfeccionada físicamente, técnicamente y económicamente. Cada maestrillo tiene su librillo, pero el Madrid no debió salirse nunca de ese carril y esa idea.

L. S. Aquello de defensa, rebote y contraataque que desarrolló el equipo de los 60 se convirtió en el santo y seña del Madrid. El ajedrez está bien para determinados momentos, pero el auténtico y verdadero baloncesto es el juego rápido para sorprender al contrario cogiéndole descolocado. A la gente le apasiona el juego veloz y si se puede culminar con mates y espectáculo mejor.

P. F. Pero ese estilo duró hasta que tú te marchaste del Madrid en el 89.

L. S. Después vinieron los grandes gurús del baloncesto y empezaron a vendernos un bodrio insoportable. Había alguno al que no le interesaba nada el espectáculo y quería ganar a su manera. Lo llamaban baloncesto control.

P. F. Baloncesto tostón diría yo. Laso es el que ha revolucionado el juego otra vez. Es el arquitecto de todo esto. Creo haberle leído que su sueño era tener un equipo de los años 60 y lo ha conseguido a la perfección.

L. S. Como jugador le encantaba jugar como juega a hora el equipo: muy rápido y al contraataque. Era un magnífico pasador y le gustaba correr aunque se encontró con Obradovic.

P. F. El peor partido que he visto en mi vida fue la final de la Copa de Europa de 1995 en Zaragoza con Obradovic de entrenador. Yo era directivo y ganar así fue aburridísimo, pero el éxito lo tapa todo. Está claro que lo importante es ganar, pero lo bonito y lo romántico es ganar jugando como el Madrid de los 60 o el actual. Ganar y dar espectáculo.

L. S. Aquella fue la final de Sabonis. Me hubiera encantado entrenarle. ¡Qué jugador!

Hay que tener una base sólida. Ahora Felipe lleva 10 años en el club" Lolo Sáinz

P. F. Es evidente que si este Madrid tuviera un Sabonis sería la guinda. Pero el valor de este equipo está en el exterior y si tuvieran un Sabonis habría que dividir ese peso específico. No sé cómo saldría porque una figura así condiciona todo el juego. Que Rudy tenga que sacrificar siete u ocho tiros para dárselos al pívot no sé si es buena idea. Mientras el Madrid tenga el perímetro actual, los hombres de dentro tienen que ser buenos, pero no excepcionales ni protagonistas. Un día Florentino me habló del porcentaje y el valor que tienen que aportar los pívots y me quedé obnubilado. Ahora sabe mucho de baloncesto. No se pierde un partido y eso es un valor para el equipo. Durante mucho tiempo se echó en falta una figura como Saporta. Fue el mejor directivo de baloncesto que ha existido nunca. Era un hombre odioso, pero excepcional. Un genio. Tenía una visión de futuro única. Igual que nosotros fuimos pioneros en la pista, él fue un pionero en los despachos. Después, siempre se ha visto la sección como un lastre económico. Y hubo temporadas que estuvo a punto de desaparecer.

L. S. Lo importante es tener un proyecto, una base sólida y estable y luego ir complementándola. Ahora Felipe lleva 10 años y luego vienen Llull, Sergio...

P. F. Este Madrid tiene además muchos jugadores a los que les gusta ser útiles antes que importantes. Esa es una gran virtud de Laso. Mantener jugadores como Slaughter, conformes con su rol, es un éxito. Salen además a darlo todo en el poco tiempo que juegan. Veremos cómo resuelven la marcha de Mirotic. Supongo que se irá. De inicio nunca ha habido ningún rechazo a la NBA, después igual le pasa como a Sergio Rodríguez o a Rudy, que ya han visto bastante y no quieren saber nada de aquello.

L. S. Forman un gran grupo. La forma en la que abrazaban a Felipe tras aquel triple de espaldas denota un gran ambiente, eso no se puede improvisar. Se llevan bien y se nota en la pista. Cada uno sabe cuál es su papel y lo asumen.

P. F. En vuestro caso, una de las claves era que todos erais solteros. El primero que se casó fue Emiliano. Entrenabais, salíais juntos por la noche, estabais todo el día juntos. Además, la integración de Luyk, Brabender y Burgess fue estupenda además.

L. S. Estábamos convencidos de que estábamos haciendo historia. Con nosotros además apareció la televisión. El primer partido que televisaron fue ante el Honved de Budapest en Fiesta Alegre. A la gente le impactó. Estaban descubriendo un deporte gracias a ese Madrid.

Ganar es lo importante, pero lo bonito y lo romántico es ganar y dar espectáculo" Pedro Ferrándiz

P. F. Aquel equipo de los 60 revolucionó el baloncesto. Lo primero que hice fue variar la estructura y las posiciones. Cuando llegué a Madrid, los sistemas consistían en dos defensas altos, dos aleros pequeños y un pívot. Fuimos los primeros en jugar con un solo defensa, lo que luego se llamó el base, y después hice hincapié en los hombres altos y en el rebote para facilitar el contraataque de los jugadores más bajos y veloces. Subió la anotación y el espectáculo y sorprendimos a todos. No fue una cosa analizada y documentada. Fue mi idea del baloncesto. La apliqué y triunfamos.

L. S. Eras además el rey de los fichajes.

P. F. No había contratos. Se firmaban unas fichas anuales y los dineros no tenían nada que ver con los de ahora. Mi primer sueldo durante mucho tiempo fueron 60.000 pesetas al año, fiché a Emiliano por 100.000 y a Sevillano, por ejemplo, nos lo trajimos del Maristas por una docena de balones. Después inventamos la operación altura que nos nutría de canteranos.

L. S. Después los fichajes se volvieron más complicados. Recuerdo el de Petrovic. Mendoza apenas me recibía porque tenía que atender antes a Butragueño, a Michel... Pero en una de las pocas conversaciones que tuve con él me dijo: "nos falta alguien para enganchar a la afición... no sé, a mí me encanta ese tal Petrovic por ejemplo" y yo le respondí: "pues fíchelo" y lo hizo. No sé ni cómo porque alguien me contó que su avión iba rumbo a Barcelona y acabó en el Bernabéu. Después, en mi última época de director técnico, fiché a Felipe. También costó muchísimo trabajo su fichaje, pero no ha podido ser más rentable. Es un hombre con un carácter infinito. Luego recuerdo la reprimenda que me echaste por fichar a Corbalán. Era una época en la que la ambición y la obsesión era tener gente grande. Era lo que nos faltaba. Era muy difícil batallar con los gigantes rusos.

A Laso le gustaba jugar como a su equipo: muy rápido y al contraataque" Lolo Sáinz

P. F. A Pablo Laso le traje como jugador en el 96 y menudo follón también, casi como con el de Herreros. En Vitoria se cabrearon mucho con el fichaje de Pablo. Yo hablaba con su padre y un día me llamó y me dijo que todas nuestras conversaciones habían sido grabadas por Querejeta. El espionaje me dejó acojonado. Ahora, en su etapa de entrenador, quizá por influencia de su padre, que pasó la vida entera en el club, o por su propia experiencia como jugador, se integró desde el primer instante y entendió el espíritu del club. Además aportó su criterio y sensibilidad. En poco tiempo se ha convertido en un referente en la historia del club.

L. S. Antes de él oías a algunos entrenadores y pensabas: "Este no se ha enterado de lo que es este equipo".

P. F. A Messina, por ejemplo, le pudo la responsabilidad, la historia se le cayó encima. Les pasó a muchos, aunque unos lo disimularon mejor que otros. Su filosofía de juego tampoco era la más adecuada. Fracasó, pero tuvo la gallardía de reconocerlo y marcharse. Afortunadamente, ahora es otra época. El tiempo de las prisas ha pasado. Hay cabeza, proyecto y un estilo que engancha. El estilo de los grandes Madrid de la historia.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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