Mediapunta revuelta en el Madrid
Di María, Modric e Isco muestran su hartazgo ante un modelo que les exige sacrificios para equilibrar el centro del campo
“¡Luka...!”, gritaba Alonso. “¡Luka...!”, se desgañitaba Ramos. “¡Luka...!”, llamaba Casillas. La defensa del Madrid se pasó media hora pidiéndole a Luka Modric que bajara a defender mientras el equipo se hundía, hacia el final del partido en Zorrilla, el miércoles. La alarma fue general entre los madridistas. Desde el banquillo, el técnico, Carlo Ancelotti, observó el último capítulo de un proceso de desgaste que afecta a su medio campo y que, contra el Valladolid, alcanzó límites desconocidos. Frente a la plantilla más limitada de Primera —junto con la del Almería—, el equipo más caro de la historia del fútbol se vio repentinamente expuesto. Incapaz de contener los avances de Oscar, Jeffren, Bergdich y Javi Guerra, que se pasaban el balón alegremente. El gol de Osorio (1-1) pudo ser el final de la lucha del Madrid por la Liga. Una carrera truncada, más que por los adversarios, por los problemas de una plantilla sin suficientes centrocampistas puros, plagada de atacantes y mediapuntas como Di María, Modric e Isco, que deben desnaturalizarse para encajar.
“Estoy molesto conmigo mismo y con el equipo porque no le hemos dado la importancia que tenía a los segundos 45 minutos”, dijo Alonso en Zorrilla, y todo el vestuario supo a qué se refería. En Valladolid hubo jugadores que bajaron los brazos porque dejaron de pensar en el equipo. En la plantilla señalan motivos de orgullo y rebeldía. Dicen que Modric y Di María se revolvieron contra la actitud aristocrática de Isco. El croata y el argentino llevaban meses sacrificándose en labores de mantenimiento para que Cristiano, Benzema y Bale reserven su energía para el ataque. Ellos lo hicieron pero Isco —salvo en la final de Copa y contra el Bayern— se mostraba reacio. Isco quería conservarse para el ataque sin ayudar en defensa y, al verle, Modric y Di María, que sienten que tienen más galones y más condiciones futbolísticas, se exasperaron. Estaban dispuestos a correr para Cristiano pero no para un recién llegado como Isco.
Xabi Alonso se enfadó porque sus compañeros se negaron a defender
La charla técnica de Ancelotti el día de Valladolid fue inequívoca. El italiano, lo mismo que en la jornada anterior contra el Valencia, ordenó a Isco formarse en el trío de centrocampistas en el 4-3-3. Contra el Valencia le pidió que jugara junto a Alonso e Illarra, y contra el Valladolid le mandó que se uniera a Alonso y a Modric y desplazó a Di María al extremo que suele ocupar Bale. En los dos partidos los compañeros notaron que Isco incumplía las consignas del entrenador para descolgarse a la espera de que le sirvieran balones. La lesión de Cristiano en Zorrilla acentuó esta tendencia. Sin el portugués, Isco decidió por su cuenta asumir el papel de figura y jugárselas él solo. Al verle, Casillas, Pepe, Alonso y Ramos comenzaron a decirle que rectificara, que cerrara su banda, que bajara más. En la segunda parte Javi Guerra remató de chilena y pudo anotar el 1-1. El hombre que debía marcarlo, pero que estaba en otra parte, era Isco.
La actitud de Isco provocó una reacción en cadena. De pronto, Di María pareció agotado y al acabar la jornada pidió la baja por problemas físicos. Por su parte, Modric, que se había pasado la temporada corriendo para ayudar a equilibrar defensivamente al equipo, se mostró indolente. Como si no escuchara a sus compañeros. Se quedaba descolgado ajustándose la cinta del pelo, mientras le gritaban que regresara. Su lenguaje gestual era significativo: que corriera Isco. Atento al desajuste, Ancelotti sustituyó a Isco por Illarra en el minuto 73.
“Después de una semifinal donde gastas mucha energía mental, es normal sufrir un bajón”, dijo Ancelotti ayer, para argumentar que la caída de tensión tras la pompa europea originó la crisis de juego de Zorrilla. “Creo que el equipo no se recuperó muy bien [del partido contra el Bayern] y lo hemos pagado perdiendo cuatro puntos en la Liga”.
Benzema, fuera de la lista
El delantero francés Karim Benzema no ha entrado en la convocatoria ante el Celta por molestias en la rodilla izquierda.
De esta forma, la ausencia de Benzema se une a las de Carvajal, Varane, Pepe, Di María y Cristiano Ronaldo, que no está al cien por cien y tampoco viajó a Vigo. Por ello, el técnico blanco decidió llamar a los canteranos Willian José, Raúl de Tomás y Burgui.
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