El Villarreal se da un homenaje

Era un partido para celebrar: la clasificación europea del Villarreal; la salvación a falta de tres jornadas del Rayo, quién lo diría tras una primera parte muy gris del grupo de Paco Jémez. Liberados de tensión ambos, tocaba disfrutar. Y lo hizo a lo grande el Villarreal, homenajeando a la afición, que hizo un alto en las fiestas patronales de la ciudad en su día de inicio para rendir pleitesía a un equipo que ha renacido a lo grande. El Rayo se sumó a la fiesta amarilla y fue tan noble y dócil como lo fue en el encuentro en Vallecas, en el que el Villarreal le endosó cinco goles. Apareció la versión cándida del Rayo para regocijo del Villarreal, que en dos partidos ante los Vallecanos le ha endosado nueve goles. Y con 79 tantos en contra el Rayo seguirá en Primera un año más.

El Villarreal inició la temporada 2011-2012 compitiendo por tercera vez en su historia en la Champions y la terminó en Segunda víctima de las lesiones y de sus propios errores. Un año duró en el infierno y tras reinventarse volvió a la élite, retocado el estilo con Marcelino pero con la misma filosofía lúdica que reza en la carta de identidad del club de Roig. De la Champions a Segunda y de ahí de nuevo a Europa en apenas dos cursos. Anteriormente, Celta, Mallorca y Betis también lograron entrar en Europa la temporada posterior a su ascenso a Primera. El Villarreal, saneado y dando la importancia que debe a la cantera, ha vuelto a lo grande y a falta de dos jornadas consiguió su pasaporte europeo con 14 jugadores que lograron el regreso a Primera.

El conjunto madrileño tocó fondo ante el equipo de Marcelino en la primera vuelta en Vallecas. El Villarreal le endosó un 2-5. El grupo de Paco Jémez se situó penúltimo con 13 puntos. La dirección del Rayo y su afición mantuvieron la confianza en Jémez. Y el técnico, sin perder su esencia, fiel a sí mismo, obró la metamorfosis, detuvo un poco la hemorragia en su portería y aumentó la eficacia en la contraria. 18 jornadas después, el Rayo consiguió la permanencia de manera solvente.

Intenso y dulce, el Villarreal puso todo de inicio para brindar una victoria a su afición y apurar de paso sus opciones de alcanzar la sexta plaza. A los 10 minutos ya contaba el conjunto amarillo cuatro ocasiones claras, tres de ellas abortadas por Rubén. Aliviado con la falta de puntería del Villarreal, el Rayo quiso atemperar el ánimo local intentando retener en su poder el esférico. Apenas lo consiguió y en el minuto 21 Uche marcaba a placer tras un robo de balón y posterior asistencia de Musacchio, que se sumó al ataque. A poco de alcanzar el descanso llegó el gol de Bruno, el sexto de la temporada. El capitán se marchó al vestuario antes de sacarse de centro por problemas musculares. Anteriormente también Cani y Borja López tuvieron que abandonar el terreno de juego lesionados, al igual que Giovani, que ya no se incorporó en el segundo periodo. Dio igual quién jugara. Marcaron Jonathan Pereira y Jaume Costa después. Era el día del Villarreal.