El tridente de Oklahoma deshincha a los Clippers

Kevin Durant, Russell Westbrook y Serge Ibaka tomaron el Staples Center con una espléndida exhibición ofensiva que superó el juego siempre exuberante de los Clippers (112-118). La vistosidad y emoción del partido de Los Ángeles contrastó con la racanería y escasa eficacia del que se disputó en Washington. A Indiana le bastó una discreta anotación y una magnífica defensa para anotarse un contundente triunfo (63-85). Oklahoma e Indiana mandan ahora por 2-1.

El partido del Staples se definió por la agresividad ofensiva de Kevin Durant, con 36 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias; Westbrook, con 23 puntos, 8 rebotes y 13 asistencias; e Ibaka, con 20 puntos y 6 rebotes. No fue un monólogo. Todo lo contrario. Las tres perlas de los Thunder necesitaron afinar para contrarrestar el poderío ofensivo de los Clippers.

Blake Griffin sumó 34 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias, a pesar del intenso duelo que mantuvo con Ibaka. Chris Paul le dio la réplica a Westbrook, con 21 puntos y 16 asistencias. Y Jamal Crawford justificó, por si hubiera alguna duda, los motivos por los que acaba de ser elegido por la NBA el mejor sexto hombre de la Liga y aportó 20 puntos.

El partido fue trepidante y no se definió hasta los últimos instantes. Ibaka se mostró casi infalible. Solo falló un triple y anotó los otros nueve lanzamientos que efectuó. Su duelo con Griffin resultó espectacular, aunque en los últimos minutos tuvo que contenerse en defensa porque sumó muy pronto cinco faltas.

Los Thunder contaron con aportaciones muy valiosas de su banquillo con 14 puntos de Butler y otros 14 de Reggie Jackson, especialmente acertado en los momentos culminantes, además de 9 rebotes de Adams. Los Clippers pagaron el mal partido de Redick y Darren Collison. Tampoco brilló como otras veces DeAndre Jordan y los Thunder sumaron 11 rebotes más.

En Washington, los Wizards se quedaron secos ante la defensa de los Pacers. Solo pudieron sumar 63 puntos, su anotación más baja en los playoffs, la cuarta peor en la historia desde 1954-1955. Sus porcentajes fueron exiguos por no decir ridículos: 24 canastas de 73 lanzamientos, un 32%, y solo 11 aciertos en sus 21 tiros libres, un 52%. La afición del Verizon Center se llevó un chasco y durante algunas fases del encuentro abucheó a su equipo, especialmente negado ante el aro en un tercer cuarto que cerró con solo 12 puntos.

El desencanto fue mayúsculo en la cancha de los Wizards, que desde 1982 solo había vivido unas semifinales de Conferencia, en 2005. Las expectativas eran muy altas en Washington después de haber eliminado a los Bulls en la primera ronda y de haber ganado el primer partido de las semifinales en Indianápolis.

Los Pacers explotaron a fondo su eficacia defensiva y dominaron con autoridad durante la segunda parte a pesar de que su ataque tampoco fue exuberante. El 33-34 de la media parte es el 13º marcador más escuálido de los playoffs de la NBA desde 1955.

Paul George anotó 23 puntos y fue el único que superó los 16. Lideró a su equipo, en el que Hibbert volvió a mostrarse a un buen nivel, como en el segundo partido, y acabó con 14 puntos, 5 rebotes y 3 tapones haciendo olvidar su mala racha de los encuentros anteriores. En el primero de las semifinales, Hibbert no anotó ni capturó ningún rebote.

Las deficiencias del juego de los Wizards se reflejan en que solo fueron capaces de acumular 10 asistencias y sus pívots titulares, Nene y Gortat, solo sumaron 12 puntos entre ambos con 5 canastas en 21 lanzamientos. Wall y Beal, los máximos anotadores de su equipo con 15 y 16 puntos respectivamente, tampoco obtuvieron buenos porcentajes de tiro.

Las dificultades del ataque de los Wizards eran previsibles si se tiene en cuenta que los Pacers son el segundo equipo que menos puntos recibe esta temporada. Los Wizards ya obtuvieron sus dos peores anotaciones de la temporada regular ante los Pacers, con 66 puntos en partido y 73 en otro.