Un batallón para Mourinho
El técnico recupera a Ivanovic para contener y a Eto’o y Hazard para abrir el marcador
Poco queda en Chelsea, el exquisito e imponente barrio de la capital inglesa, de lo que fue, uno de los núcleos del boom del pop de finales de los sesenta, época de hedonismo y optimismo. Apenas nada queda ya en la brumosa Londres, colapsada estos días por la huelga de metro, de lo que fue el Chelsea, hoy referente de la megalomanía del fútbol, antaño equipo sin apenas títulos —dos Ligas en 100 años—, de la clase trabajadora, de celebridades, actores, músicos como Joe Strummer, líder de The Clash, que firmó aquello de Death or glory,la muerte o la gloria. Un himno punk que bien valdría como antesala de lo que les espera hoy al Chelsea o al Atlético. Aunque si se trata de romper con lo establecido, nadie este curso como el equipo de Simeone.
Para contener las embestidas rojiblancas, Mourinho recupera a uno de sus soldados más fieles, el serbio Ivanovic, sancionado en la ida. Disciplinado, al servicio del técnico como pocos, es indiscutible en la zaga blue. Recuperado Terry de la lesión que le obligó a retirarse en el Calderón —Mourinho confirmó ayer que partirá de inicio—, la tendencia esta temporada apunta a que el serbio ocupará el lateral derecho, desplazando a Azpilicueta al flanco izquierdo a costa de Ashley Cole. Es Ivanovic un jugador que no se arruga en partidos de enjundia: en la Champions que ganó el Chelsea, marcó el cuarto gol ante el Nápoles en la prórroga de la vuelta de octavos. Un pase que les midió contra el Benfica en cuartos y contra el Barcelona en semifinales, cuando Ivanovic fue fundamental para frenar las acometidas de Messi.
El defensa serbio es indiscutible, uno de los más fieles al portugués
La salida de Juan Mata, aislado por Mourinho, propició que todos los galones del ataque blue recayesen sobre Eden Hazard. Criticado por varios de sus entrenadores en sus inicios por su dejadez en los entrenamientos y su vida fuera de los campos; díscolo con Bélgica, también en el Lille, francés, donde despuntó hasta convertirse en uno de los caramelos más codiciados del fútbol europeo —el Chelsea pagó por él 36 millones en 2012—, ha sido el técnico portugués el encargado de enderezar el rumbo de este talentoso jugador de 23 años. “Es muy bueno en el último pase y en el disparo”, le alaba Courtois, compañero en la emergente selección belga. Nombrado esta semana mejor futbolista de la Premier, segundo por detrás del uruguayo Luis Suárez, del Liverpool, Hazard le ha correspondido. No solo es capaz de sembrar el pánico desde la segunda línea, también se ha erigido en el máximo artillero blue: 16 tantos entre Premier y Champions, por los 12 de Eto’o. Lesionado en la vuelta de cuartos ante el PSG, Mourinho no ha podido contar con Hazard desde entonces. Ayer, el técnico portugués confirmó que el belga está en perfecto estado de revista, pero no desveló si lo alineará de inicio, como se prevé: “Está preparado, está preparado. Que empiece o no será mi decisión”.
A Eto’o le puso en entredicho por su edad, pero ha respondido con goles
Baja Eto’o por lesión en la ida, Mourinho apostó entonces por Torres, en su regreso al Calderón tras siete años. Deambuló el madrileño entre Miranda y Godín, sin apoyo algo, como tampoco parece tener el beneplácito del portugués —solo ha jugado 24 minutos en los últimos tres partidos de la Premier—. De ahí que se antoje Eto’o como previsible referente en la punta de ataque. En el camerunés, de 33 años, encontró el nueve que reclamaba desde que aterrizó en Londres el pasado verano. Un viejo conocido en el Inter con el que ha tenido desventuras. Pese a ser una petición expresa del técnico portugués, Mourinho le puso en entredicho precisamente por su edad: “El problema del Chelsea es que carecemos de un delantero. Tenemos uno, pero tiene 32 años. Quizá 35. ¿Quién sabe?”, dijo, sin saber que le estaban grabando.
Eto’o, que anda por Londres completamente a sus anchas, sin explicación alguna que dar a nadie, respondió a Mourinho con goles: nueve en la Premier; tres en la Champions. Todos en Stamford Bridge. Hoy Mourinho recupera a su batallón.
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