La UEFA tutela los guantes

Nada más conocerse el sorteo de semifinales y ante el conflicto que podía generarse, Thibaut Courtois no tuvo dudas. “Quiero jugar”, le comunicó al club. La UEFA, minutos antes de que el sorteo emparejara al Atlético con el Chelsea, cuyos derechos del meta le pertenecen, ya había lanzado un comunicado en el que advertía a ambos clubes que la aplicación de cualquier cláusula que impidiera al meta belga ser alineado acaerraría una sanción para ambos clubes. Alegar una decisión técnica de Simeone o un exceso de carga emocional que pudieran mermar el rendimiento del jugador podrían haber servido como escapatorias contra las que la UEFA hubiera tenido difícil actuar. Sin embargo, con el foco de todo el fútbol europeo puesto en el conflicto, en el Atlético han entendido grosso modo que el organismo del fútbol europeo es una marca que vende un producto denominado Liga de Campeones y que no está dispuesta a que se desvirtúe con este tipo de cláusulas del miedo que imperan en las competiciones domésticas.

Desde que se supo el emparejamiento, las mayores preocupaciones de la dirigencia del Atlético en las conversaciones mantenidas han sido que la alineación de Courtois no rompa el principio de acuerdo existente para que continuara un año más cedido y que el Chelsea no se sienta agraviado y estafado por ello. El bombo generó un escenario no deseado por uno y otro club. Ambas entidades son conscientes de que una suplencia inesperada del meta, si el tema de la cláusula no hubiera salido a la luz, habría generado ríos de tinta en toda Europa, apuntando hacia un escándalo que habría emborronado su imagen y la de la propia competición. Hasta José Mourinho mantuvo ayer las formas en una de las ruedas de prensa más lacónicas que se le recuerda: “La UEFA toma decisiones, se aceptan y no se comentan. No existe intención alguna de los entrenadores de comentarlas”. “No hay preocupación alguna”, espetó en la misma línea Simeone.

Durante estos días, jugadores y cuerpo técnico del Atlético han observado a Courtois “muy motivado” y en su “mejor momento”. “Thibu es un niño, pero nos parece un hombre con mucha experiencia, nos transmite tal tranquilidad y tal seguridad que ya no necesita palabras o que estés pendiente de él”, relata Tiago. “Estaba con la incógnita, pero siempre ha tenido claro que quería jugar y estaba seguro de que el club lo arreglaría Aunque pertenezca a un equipo, jugar una semifinal o una final de Champions es una oportunidad para él. No le ha afectado la incertidumbre”, dice el capitán, Gabi.

Las decisiones de la UEFA se aceptan y no se comentan” Mourinho

Joan Mesquida, ayudante de Gregorio Manzano, fue de las primeras personas en España que tuvo conocimiento de la existencia de un portero de 18 años que había ganado la Liga con el Genk. “Estaba en Mallorca de vacaciones y Caminero me mandó unos vídeos de él y dos porteros más. En cuanto los visioné le dije que lo ficharan. Me sorprendió su envergadura, su rapidez y su coordinación, para su altura, aunque esto luego lo trabajamos más”. El enfrentamiento de Courtois con el club al que pertenece ha despertado interés en Inglaterra. El domingo, el Sunday Times realizaba un juego de palabras en un titular que explicaba la situación: Keeping with the enemy. Jugaba el semanal inglés con el título de la película Durmiendo con su enemigo y utilizaba goalkeeper (portero) para explicar la situación de Courtois: “Parando para el enemigo”. “Por lo que le conocí durante seis meses, es un chico tan maduro como listo, tiene muy claro lo que quiere”, abunda Mesquida. Courtois ya le ha dejado claro al Chelsea y a Mourinho que solo regresará cuando tenga asegurada la titularidad. No teme la competencia con Cech, pero no está dispuesto a correr el riesgo de cortar una progresión que en el Atlético le ha situado entre los mejores.

La eliminatoria apunta a un cruce de guantes entre dos porteros de características similares: rápidos de movimientos pese a su gran envergadura y un gran sentido de la colocación. En un reciente acto publicitario, Cech manifestó: “No juego porque me llamo Peter Cech. No tengo miedo a que Courtois venga a competir. También sé que no puedo pensar en jugar los próximos 10 años. Cualquiera que venga, si demuestra que es mejor, jugará. El fútbol es así”.

Durante los últimos meses, Cech, que es duda por gripe, ha recibido críticas por su tendencia a quedarse debajo de los palos y se ha rebelado contra ellas: “Juego más adelantado que muchos de los porteros ingleses”. A sus 31 años, mejora su capacidad de reacción entrenando con pelotas de tenis. “Si yo tuviera que elegir jugaría con Courtois, creo que Cech está en decadencia. Thibaut es ahora el típico portero al que los delanteros no quieren ver ni chutar porque tapa muy bien los ángulos”, analiza Mesquida. Para Manuel Amieiro, el hombre que pulió a Casillas y descubrió a Cech en un enfrentamiento entre el Madrid y el Sparta de Praga a principios de la década “los dos tienen perfiles parecidos”. “Esa primera vez que vi a Cech le dije a una persona del club que era un portero fichable, pero me respondieron que con Iker no había lugar para él. A Courtois le veo mejor en colocación”.

Casado con una modelo checa, el rock es una de las pasiones de Cech. Tiene una batería en su casa y ha tocado con un grupo de su país. En la red hay un vídeo colgado en el que baqueta en manos versiona el Smells like teen spirit de Nirvana. Ahora espera, pese a la futura sombra de Courtois, que Mourinho le mejore y le prolongue el contrato que finaliza en 2016. Aunque este le impusiera a Silvino Louro como entrenador de porteros y mandara al suyo propio a analizar vídeos.