Cristiano da esperanzas al Dortmund

Cristiano Ronaldo se llevó la mano a la rodilla izquierda y se dobló sobre sí mismo. El Madrid hacía un rondito en la hierba del Westfalenstadion y los jugadores captaron la señal de inmediato. Benzema se dirigió a su compañero con un gesto de interrogación. El portugués, con el semblante de las malas noticias, le respondió que no podía seguir. Habían transcurrido apenas unos minutos desde que el equipo saltó al campo a realizar el último entrenamiento antes de disputar la vuelta de los cuartos de final cuando Cristiano abandonó el campo. La tarde primaveral y el contundente 3-0 de la ida no invitaban al pesimismo. Sin embargo, la probable ausencia de líder del equipo y máximo goleador de la competición, este martes ante el Dortmund, cambia la perspectiva. En la ciudad del Ruhr los hinchas locales se convocan para impulsar un clima épico de remontada.

Carlo Ancelotti admitió antes del último ensayo que Cristiano se sometería a una última prueba sobre el terreno antes de decidir si jugaría. “Cristiano ha hecho tratamiento y ayer [por el domingo] se entrenó a baja intensidad”, observó el técnico. “Veremos el entrenamiento. En principio, está cómodo. Si se encuentra al cien por cien va a jugar. Si no, no jugará”.

Si se encuentra al cien por cien va a jugar. Si no, no jugará” Ancelotti

Si se cumple la predicción de Ancelotti, el portugués se quedará en la grada o en el banquillo y cederá su lugar a Isco. Los problemas en la rodilla izquierda de Cristiano se prolongan desde hace cerca de un mes. Sufre una inflamación en el tendón rotuliano que le provoca un dolor incómodo que casi le invalida para competir. Los médicos no conocen más curación que un periodo de inactividad. El jugador se quedó en Madrid el sábado, durante la jornada de Liga, pero al parecer el descanso no fue suficiente. La incertidumbre es especialmente inquietante a una semana de la final de Copa.

El Madrid se presentó en Dortmund con la ambición de enterrar el mal recuerdo del 4-1 de las semifinales de la temporada pasada, derrota simbólica porque acabó con el periodo de José Mourinho como mánager general. De regreso al escenario funesto y ante un adversario frente al que pretende reivindicarse, el equipo cuenta con la protección del resultado de la ida. El 3-0 obliga al Dortmund a una proeza. La última vez que un equipo remontó un resultado en contra de tres o más goles fue el Deportivo en 2004. El derrotado fue el Milan, que se impuso por 4-1 en San Siro. El Milan de Ancelotti, para más señas, que luego cayó por 4-0 en Riazor.

“No cambiaremos el sistema”, dijo el técnico, muy serio. “Debemos jugar a lo mismo. El Dortmund tiene 90 minutos para marcar cuatro goles y nosotros teneos 90 minutos para marcar uno. Cuanto antes lo hagamos, antes cerraremos la eliminatoria”.

Cristiano da esperanzas al Dortmund