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Guaita cambia la dinámica

El portero valenciano detiene un penalti a Damián y permite ganar al Valencia ante un competitivo Elche

Guaita, felicitado por sus compañeros tras parar el penalti.
Guaita, felicitado por sus compañeros tras parar el penalti.JUAN CARLOS CARDENAS (EFE)

Guaita esbozó una sonrisa mientras se estaba cayendo a su palo izquierdo. Sabía que llegaba al penalti lanzado por Damián, raso, fuerte y ajustado, evitando así el empate ilicitano, rehabilitándose después de una temporada aciaga para él. En el palco, Diego Alves, ganador de la guerra psicológica con el portero valenciano, miraba distraído la pantalla de su teléfono móvil. Consciente de haber protagonizado una parada de primera, a la altura de sus espléndidas condiciones, Guaita enfila el tramo final de la campaña con tiempo y partidos para cambiar su destino, sobre todo la semifinal de la Liga Europa a la vuelta de la esquina. Se enfrentó a un Elche valeroso, con más remates a puertas que su rival, pero sin puntería en los metros finales. Castigado por la técnica sublime de Parejo, en un disparo a bote pronto desde la frontal con el exterior del botín derecho.

VALENCIA, 2- ELCHE, 1

Valencia: Guaita; Barragán, Javi Fuego, Vezo, Bernat; Oriol, Parejo; Vargas, Míchel (Fede, m. 46), Piatti (Alcácer, m. 64); y Jonas (Keita, m. 75). No utilizados: Jaume, Ricardo Costa, João Pereira, Feghouli.

Elche: Manu Herrera; Damián, Botía (Lombán, m. 33), Pelegrín Cisma; Carlos Sánchez, Rubén Pérez (Ñíguez, m. 63); Coro, Javi Márquez, Fidel (Boakye, m. 76) y Cristian Herrera. No utilizados: Toño, Sapunaru, Rivera, Rodrigues.

Goles: 1-0. M. 22. Piatti. 1-1. M. 28. Coro. 2-1. M. 50. Parejo.

Árbitro: Álvarez Izquierdo. Expulsó a Barragán (m. 93) por doble amarilla. Amonestó a Rubén Pérez, Piatti, Cisma, Parejo y Javi Fuego.

Unos 30.000 espectadores en Mestalla.

Entre la relajación del Valencia (puesta toda su energía en sus enfrentamientos europeos frente al Sevilla) y la necesidad del Elche de asegurarse otro año en Primera, se impusieron las ganas ilicitanas en la primera parte. Abierto al extremo derecho, luciendo el brazalete de capitán, Coro animó la tarde veraniega en Mestalla (ante unos 2.000 seguidores ilicitanos), acelerando como le gusta y combinando con Cristian Herrera mediante paredes hasta los morros de Guaita. El portero valenciano repelió con las manoplas el primer intento, aunque después se lio Míchel en la salida valencianista, presionado por La Roca Sánchez, y al centro raso al segundo palo del colombiano se adelantó Coro, deslizándose, antes que Bernat.

En el Valencia, Pizzi había dado descanso a los héroes de la eliminatoria ante el Basilea (Keita y Alcácer) para dar minutos a meritorios que pudieran reengancharse en este tramo final de temporada (Oriol, Míchel y Piatti). El pequeño argentino respondió con un disparo esquinado que salvó a Manu Herrera.

Pizzi desatascó a su equipo en el descanso con la entrada de Fede, aprovechando a su vez los 20 metros retrocedidos por el Elche. Todos los técnicos rivales saben cómo frenar al Valencia: basta con tapar a Parejo. Lo lograron Carlos Sánchez y Javi Márquez en la primera parte; en la segunda, no. Perdieron de vista al mediocampista madrileño y este, apoyado en las bandas de Piatti y Fede, empezó a dibujar la victoria valencianista. Para cuando entraron Alcácer y Keita, el Valencia parecía desatado. Replicó el Elche en otras cuantas paredes de Coro y Cristian Herrera y, tras el penalti sobre este de Piatti, Damián se disponía a empatar en Mestalla. Voló majestuoso Guaita a su costado izquierdo, desplegó su enorme envergadura, y casi llegó a acariciar el poste antes de desviar el balón. Después de tantas calamidades, el meta valenciano saboreó de esta satisfacción.

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