“En cuartos habrá siete equipos grandes y uno humilde que molestará”
Simeone elogia la “pasión por el juego” de sus jugadores, pero advierte que concederá pocos minutos a los no se impliquen en la dinámica del equipo
“Ya nos toca otra noche grande, ya le toca al Atleti”, le decía un ejecutivo trajeado a un padre que desfilaba camino al Calderón de la mano de su hijo. La cazadora del señor, entreabierta, descubría una camiseta rojiblanca de la temporada 1996-1997, aquella con la que el Atlético vivió una velada taquicárdica contra el Ajax de Louis Van Gaal. Se respiraba una atmósfera mágica en los aledaños del estadio. También el humo desbordante de las bengalas prendidas por miembros del Frente Atlético. A 200 metros, cercados por dos hileras de policías antidisturbios, los tiffosi milanistas se agolpaban frente a los tornos de la puerta 7. Estruendosos al principio, sus cánticos se fueron diluyendo desde que una espectacular coreografía de banderas rojiblancas, costeada por los jugadores de Simeone, cubrió casi todo el anfiteatro. Las 54.000 gargantas atléticas enmascararon el litúrgico himno de la Champions. Fue, junto a la acrobacia inicial de Diego Costa, la chispa que encendió una noche apoteósica.
Con un traje oscuro muy italiano, Simeone empleó un tono comedido para desgranar el encuentro. Quiso rebajar la euforia el técnico argentino, extasiado en algunos instantes, con la voz quebrada y la mirada perdida frente al micro. “Me siento feliz porque tengo un grupo de hombres que interpretan el fútbol de una manera extraordinaria. Tienen una pasión enorme por este juego”, se arrancó El Cholo, encantado con el colorido del Calderón y el ambiente futbolero que envolvió todo el duelo; “estoy feliz. Feliz por lo bonito que se veía el estadio. Todo el mundo con las banderas... Fue un hermoso momento del fútbol”. A continuación, echó el freno: “Es un buen momento, pero no me detendría tanto a disfrutarlo e imaginarlo, a poner rosas en el camino. Seguimos en el ruedo. Nos esperan unos cuartos peligrosos”.
“Siento y sé que está molesto”, dijo sobre la suplencia de Villa
Elogió el preparador del Atlético la capacidad de su equipo para reactivarse tras el empate de Kaká. “Nos encontramos con el partido que preveíamos. En el primer tiempo contábamos con tener superioridad por los costados, pero en el segundo nos costó porque no llegamos a bascular bien. El Milan es un equipo de jerarquía y logró complicarnos”, dijo, evitando cualquier vaticinio para los cuartos: “Habrá siete grandes equipos y otro humilde que molestará”. Cuestionado por la trascendencia de la victoria y el buen rumbo del equipo, alertó a sus jugadores: “Potencia al grupo porque vamos a tener dos partidos más en la Champions y la posibilidad de rotar en algunos lugares. Eso los que se den cuenta. Los que no, tendrán menos minutos”. Sobre la suplencia de Villa, fue escueto: “Siento y sé que está molesto”.
Como en San Siro, fue Raúl García el elegido para acompañar en esta ocasión a Diego Costa. El navarro disputó su partido 21 en la Copa de Europa e igualó a Luis Aragonés como el rojiblanco que más veces ha lucido la elástica rojiblanca en la competición continental. “En el fútbol y en la vida, intento ser una persona humilde, disfrutar con lo que me gusta y tirar hacia adelante. Se queda ahí, en la historia. Cuando me retire miraré hacia atrás y veré lo que estoy consiguiendo”, señaló el de Zizur, que mira ya por el retrovisor a célebres como Irureta (16), Ufarte (16), Alberto (19) o Adelardo (20).
Se refirió Simeone también a Diego Costa, de nuevo un bombardero, autor de siete goles en cinco partidos en la Champions: “Tiene una fortaleza física y psíquica importantísima. La participación con la selección le va a hacer crecer, le va a enseñar a jugar de otra forma”. “Hemos sabido aguantar la presión con el empate. El equipo ha estado enorme. Contra un conjunto como el Milan hay que saber sufrir”, correspondió el delantero.
Melancólico, Clarence Seedorf se mostró lapidario en su análisis. “Fue una noche en la que el mejor equipo ha ganado”, sentenció el técnico milanista, al ser preguntado por el discreto rendimiento de la estrella rossonera, Balotelli: “Nos quedan 11 partidos en la Liga y necesitamos a todos los jugadores. Él es fundamental para nosotros. Cuando perdemos, perdemos todos”.
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