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El caballo que corre de boca en boca

Un potro español sin apenas pedigrí asaltará en Inglaterra la mejor carrera del mundo. Unos empresarios canarios lo compraron en 2012 por 11.000 euros y ya les ofrecen 1,5 millones Su victoria por sorpresa cerca de Burdeos el verano pasado dejó sin blanca al hipódromo

Noozhoh Canarias, en primer término, en la carrera en París en octubre.
Noozhoh Canarias, en primer término, en la carrera en París en octubre.Dyga Laurent

Fabián Barreiro ha encontrado un buen símil. “Imagine que la selección de fútbol de Andorra gana a Brasil en un Mundial. Pues eso es lo que ha hecho Noozhoh Canarias en el turf”, cuenta el secretario de la Sociedad de Fomento de la Cría Caballar, el organismo que organiza las carreras de caballos.

Noozhoh Canarias es el impronunciable nombre que desde hace unos meses corre de boca en boca por el mundillo de los caballos, donde todos conocen su extraodinaria historia. Noozhoh es un potro español de tres años que apenas tiene pedigrí. Fue comprado por unos empresarios canarios por 11.000 euros y ya vale millones gracias a sus tres triunfos y un segundo puesto en su primer año. Ahora prepara su reaparición en La Zarzuela ante su gran reto en mayo: la carrera de las 2.000 guineas en Newmarket (Inglaterra), una de las carreras más importes para caballos de tres años. Una aleación única e imprevisible de la genética ha hecho que España (Andorra a nivel equino, según el baremo Barreiro) tenga un caballo de primera.

Juan Carlos Bolaños es uno de los dueños del Grupo Bolaños, una empresa canaria de alimentación con 150 empleados. “En 2005, un amigo nos metió en los caballos en Canarias. Empezamos con una yegua llamada Noozhah, que en árabe quiere decir esperanza o camino”. Noozhah ganó algunas carreras en Canarias, pero no fue un animal de leyenda. Cuando la jubilaron, fue vendida por 6.000 euros a la Dehesa de Milagro, la mayor cuadra de España especializada en la cría de caballos, situada en Navarra. Pero en vez de dinero recibieron vales para gastar en otro caballo.

El segundo sábado de septiembre de 2012, los Bolaños acudieron a una subasta en Lasarte (San Sebastián). Allí asomó un potro de 18 meses hijo de Noozhah y del semental Cadarak. "Más que nada por el sentimentalismo, pujamos por él”, recuerda Juan Carlos. El precio de salida fue de 3.000 euros, y Noozhoh subió hasta los 11.000. “Ni cubrimos gastos, porque criar un potro así cuesta unos 18.000 euros”, explica Juan Hormaeche, director de La Dehesa, que subasta unos 60 caballos al año. Ese día, la media de venta fue de 14.000 euros. Los Bolaños lo bautizaron como Noozhoh por su madre y le añadieron, como al resto de sus caballos, el apellido Canarias.

En su debut en Francia, Noozhoh Canarias 

Noozhoh pronto mostró cualidades. Lo llevaron al hipódromo de La Zarzuela para que Enrique León lo preparara. Este canario de 33 años pasó unos años de aprendiz en el hipódromo de Newmarket (Inglaterra). “Desde que llegó, vimos que era muy fuerte, algo especial”, explica en el bar del hipódromo, por el que pasean tipos diminutos, yóqueis enjutos de poco más de 50 kilos. León dejó ya de montar, pero sigue siendo delgado. Cabeza rapada y leve acento canario, habla con la prudencia de los deportistas de élite. Noozhoh es su mejor caballo, pero entrena a 26 más en La Zarzuela, a las afueras de Madrid.

El hipódromo está cuidado, rehabilitado con el dinero público de la SEPI, aunque no tiene mucha vida, menos que hace 20 años. En el mundo de las carreras, España es de tercera división. En ese nivel, Noozhoh destacó rápidamente. Debutó el 1 de mayo de 2013 y ganó fácil su primera carrera, 800 metros, con un premio de 8.000 euros para el ganador. El 23 de junio de ese año arrasó en su segundo premio: 15.000 euros en una prueba de 1.200 metros.

Los Bolaños deciden entonces que España se les ha quedado pequeña y lo inscriben para el Critérium du Bequet, el 5 de agosto en La Teste-de-Bunch (al sur de Burdeos). “Los franceses no lo conocían, y cuando llegamos, una victoria suya se pagaba a más de 40 a 1”, recuerda Juan Carlos. Apostó 300 euros por su caballo. Como él, decenas de aficionados españoles cruzaron la frontera y creyeron en Noozhoh. Con las apuestas bajó el premio y a la hora de correr Noozhoh ya se pagaba 14 a 1.

“Cuando vi que salía el primero dudé, pero el caballo fue solo, relajado, como si fuera jugando. Al final dejó a más de tres cuerpos al segundo sin recibir un solo fustazo mientras el resto iban a tope”, rememora Barreiro, de la Sociedad de Fomento de la Cría Caballar.

Fue tal la sorpresa que el hipódromo se quedó sin dinero. “Saltó la banca”, se ríe Bolaños. “Nos dijeron que esperáramos a que acabaran todas las carreras a ver si ya conseguían juntar todo lo que había que pagar. Al final no tuvieron y nos dieron unos vales que pagaron al día siguiente”, recuerda el propietario. Solo por el primer puesto ingresó 27.500 euros, y el caballo subió de caché como la espuma.

Noozhoh está hoy en una cuadra en La Zarzuela. El lugar está recién regado. Los potros asoman cada uno de su cajón. El número 10, en la esquina, es el de Noozhoh. Tiene una franja blanca en la cabeza que lo identifica. Quienes saben destacan su tono muscular en los cuartos traseros. Está cuidado con dietistas, fisioterapeutas, médicos... Entrena una hora y media por la mañana, al amanecer. Cuidar un caballo cuesta unos 18.000 euros al año, aunque sus propietarios no reparan en gastos cuando se trata de Noozhoh.

Tras el triunfo en La Teste, Enrique León y los Bolaños ya están convencidos de que tienen un auténtico fenómeno, una conjunción genética única e imprevisible. Y deciden inscribir a Noozhoh en París, en un premio el día de la carrera del Arco del Triunfo, en el hipódromo de Longchamp, y dotado con 200.000 euros al ganador. “Cuando me dijo que iba a Longchamp, le dije que no corriera tanto, que subiera los escalones uno a uno, pero ellos estaban convencidos”, explica Barreiro. Con un jinete belga, Noozhoh fue buena parte de la carrera en cabeza, pero un tropezón casi al final le privó del triunfo y quedó segundo por medio cuerpo. El yóquey fue criticado por ser responsable de “una monta manifiestamente mejorable”, como la define el filósofo Fernando Savater, que estuvo presente.

Tras la carrera, los Bolaños recibieron una oferta de un intermediario de Hong Kong ofreciendo 1,5 millones. Han decidido aguantarlo. Creen que aún no ha demostrado todo lo que tiene. No solo eso, sino que un mes después compraron a su hermana, Corazón Canarias por 80.000 euros, una suma enorme para España, donde todo el mundo quiere ya los genes de Noozhoh.

Así, a medio cuerpo de la gloria, acabó la temporada pasada, en el octavo lugar del ranking europeo. Tras el parón de invierno, ahora prepara un asalto aún mayor. Aunque la meteorología puede variar el calendario, tiene previsto reaparecer el 30 de marzo en La Zarzuela. “Imagino que se pagará 1,1 a 1, el mínimo legal”, pronostica Carlos Pellón, de la casa de apuestas La Timba. Los expertos no creen que tenga rival en España, aunque correrá sin estar en el mejor momento de forma. Solo tiene la fecha marcada en el calendario como preparación para las 2.000 Guineas.

León pretende correr allí salvo que la lluvia embarre mucho la pista, porque en esas condiciones Noozhoh rinde menos. En ese caso correría semanas después en Francia en la Poule francesa. Pero el objetivo son las 2.000 Guineas, una carrera de una milla instaurada en 1809 y cuyo nombre obedece al premio original, que ya asciende a 400.000 libras (480.000 euros). Se corre en línea recta en una pista con desniveles.

Barreiro calcula que es posible que unos 300 españoles acudan allí este año a ver a Noozhoh, algo que no ocurría con un ejemplar español desde que Teresa corrió en París en 1988. Savater conoce el sitio. Newmarket, a unos 100 kilómetros al norte de Londres, es la cuna de los hipódromos británicos, y “los caballos son una forma de vida, no un espectáculo”. Allí compiten caballos cuyos padres cubren a una hembra por 200.000 euros (el de Noozhoh se pagaba a 4.000 euros antes de que naciera el campeón y ahora a 6.000). La realeza árabe y los millonarios asiáticos son los dueños de los potros contra los que competirá Noozhoh. Es difícil que gane, pero Bolaños piensa apostar por él. Ya le salió bien más de una vez.

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